El frenes¨ª convertido en m¨²sica: los festivales crecen con ganas de sorprender y sin convenio para sus trabajadores
El negocio de los conciertos veraniegos ya factura 459 millones en Espa?a, y no para de crecer gracias a miles empleados que muchas veces trabajan en ¡°condiciones leoninas¡±, seg¨²n los sindicatos
El Bicho ¡ªpara m¨¢s se?as, Miguel ?ngel Mu?oz, aunque nadie le conozca as¨ª¡ª se baja de la carretilla el¨¦ctrica con sus brazos como columnas, manos ¨¢speras y cara tostada por el sol y espeta: ¡°Vivo en el para¨ªso¡±. Lo dice, sin atisbo de culpabilidad chovinista, en mitad del poblado de Sancti Petri, una peque?a pen¨ªnsula enclavada entre marismas y salinas de Chiclana de la Frontera (C¨¢diz) que fue una colonia de pescadores de la almadraba, hoy inmersa en un fotog¨¦nico abandono. As¨ª que puede que tenga raz¨®n. Pero hace cinco veranos que a El Bicho le salen las cuentas de ceder ese ed¨¦n particular durante tres meses al Concert Music Festival, un trampantojo de ciudad ef¨ªmera de 5.000 metros, de esos que en estos meses pueblan por cientos la geograf¨ªa espa?ola y facturan m¨¢s de 459 millones de euros en una burbuja de festivales que a¨²n no ha tocado techo.
Entre el caos coordinado de 150 trabajadores entregados al fren¨¦tico montaje en el que Mu?oz hizo un alto con su carretilla y el ambiente festivo rosa chicle en el que Marta ¡ª23 a?os, look festivalero y ganas de encontrarse ¡°con alg¨²n influencer¡±¡ª hace cola para maquillarse de purpurina apenas han pasado 10 d¨ªas. El Concert arranca con un evento Bresh, una marca de origen argentino que se autodenomina ¡°la fiesta m¨¢s bonita del mundo¡± y que no deja de ser un encuentro para j¨®venes en el que ver y dejarse ver.
Esa cita, solo la primera de hasta 43 conciertos, galas y sesiones de DJs por los que, hasta finales de agosto, desfilar¨¢n unos 200.000 espectadores, seg¨²n estimaciones de la organizaci¨®n, en funci¨®n de los datos del a?o anterior. El despliegue no es barato, ni pretende serlo. ¡°Cuando hablo con nuestros patrocinadores soy claro y les digo que nuestro presupuesto es de 11.600.000 euros. Para que entiendan la inversi¨®n que hacemos. Somos un festival boutique e intentamos diferenciarnos¡±, explica sin rodeos Rafael Casillas Menacho, director de Concert Tour, promotora de ese festival y de hasta seis ciclos m¨¢s.
La especializaci¨®n es el camino escogido por Casillas en un mercado de festivales de verano cada vez m¨¢s voraz. El a?o pasado, los conciertos, giras y festivales generaron una facturaci¨®n neta solo por venta de entradas de 459.248.129 euros, seg¨²n el Anuario de la M¨²sica en Vivo de 2023, publicado por la Asociaci¨®n de Promotores Musicales (APM). No hay localidad que no tenga su cita musical y rara es la comunidad aut¨®noma o ayuntamiento que no lo incentiva o subvenciona como un atractivo m¨¢s de su lugar. Primavera Sound (entre Barcelona y Madrid), Mad Cool (Madrid), O Son Do Cami?o (Santiago de Compostela), Marenostrum Fuengirola, Ic¨®nica Fest (Sevilla) poblaron la agenda de m¨¢s de tres millones de asistentes, solo contabilizando el top ten de los macrofestivales y de los de ciclo de ese mismo anuario. ¡°Hemos marcado r¨¦cord hist¨®rico desde que se mide en diez a?os. Estamos en un momento ¨¢lgido. Este 2023 ser¨¢ fuera de lo normal para bien. Se van a notar los conciertos de estadio. Todo son sold out [agotados] y todav¨ªa quedan por llegar Madonna o The Weeknd¡±, avanza Carolina Rodr¨ªguez, creadora de hasta seis festivales como Warm Up y responsable de comunicaci¨®n de APM.
El panorama ha cambiado mucho desde que, all¨¢ por 2017, al decorador ?lvaro Linares le encargasen la conceptualizaci¨®n de un festival en un poblado almadrabero semiabandonado en el que apenas quedaban unas pocas ruinas. Ide¨® un espacio construido con contenedores de mercanc¨ªas y ordenado en torno a un gran vest¨ªbulo de mil metros que distribuye hacia un auditorio en forma de teatro romano, un segundo escenario y diversas zonas de restauraci¨®n. Todo dominado por la m¨¢xima de la sorpresa o el efecto wow, como es conocido en marketing. ¡°Nuestra meta no es que sea bonito, sino que sea impresionante. Creamos un trampantojo, una ciudad con caminos que generen morbo e inter¨¦s¡±, resume Linares.
Y en esas se ha pasado enfrascado El Bicho durante m¨¢s de un mes, uno de los habitantes de Sancti Petri a los que Concert fich¨® nada m¨¢s desembarcar en la zona. ¡°Me cogieron como pintor, para maquinaria, para montaje de contenedores. Antes aqu¨ª no hab¨ªa nada, estaba muerto y ahora lo vive Chiclana entero¡±, presume el trabajador. Mu?oz trae y lleva las macetas que durante el resto del a?o han cuidado los vecinos de la zona a las ¨®rdenes de Sandy Ram¨ªrez, coordinador de montaje y de seguridad del festival: ¡°Esto es como un mundo aparte. Estoy aqu¨ª desde que se pone el primer contenedor hasta que se quita el ¨²ltimo¡±. Por sus manos pasan las ¨®rdenes de los m¨¢s de 150 trabajadores que pasan por el Concert y que mutan durante los meses de trabajo: primero son personal y empresas contratadas de montaje, luego viran a los encargados de dar servicio al propio evento. ¡°Como somos una empresa de Sanl¨²car de Barrameda, la mayor¨ªa son de la zona¡±, explica Ram¨ªrez.
Miles de empleados como ellos viven ahora volcados en esas ciudades ef¨ªmeras que son los festivales por toda Espa?a. La cifra de trabajadores es una inc¨®gnita, como reconoce Cristina Bermejo, secretaria general de Medios de Comunicaci¨®n, Artes, Cultura, Deportes y Ocio de Comisiones Obreras. Aunque se presume mayor de los 151.600 asalariados que el anuario de 2021 del Ministerio de Cultura contabiliz¨® para actividades de dise?o, creaci¨®n y espect¨¢culos. ¡°Mueve miles de puestos entre personal t¨¦cnico y eventual¡±, apunta la sindicalista. Pese a ello, el sector ni siquiera cuenta con un convenio para sus trabajadores. De ah¨ª que Bermejo lleve ya meses enfrascada en negociaciones con la patronal para crear el primero, al modelo del que existe ya en Galicia, que ponga coto a ¡°condiciones leoninas de tener que trabajar deprisa y corriendo¡±, como denuncia la responsable de Comisiones.
Sindicatos y patronal trabajan con la idea de que el convenio est¨¦ ya vigente de cara al pr¨®ximo verano. ¡°Hay voluntad por todas las partes, los empresarios son los m¨¢s interesados para evitar la competencia desleal¡±, explica Bermejo. Y no es la ¨²nica costura que se le ve al sector de los festivales, inmerso en una espiral de crecimiento de incierto final. Despu¨¦s de que ya el verano pasado hubiese cancelaciones y problemas de producci¨®n ¡ªcomo el Madrid Puro Reggaeton Festival de Madrid o el Metal Paradise de Fuengirola¡ª, Casillas llama a la mesura: ¡°A cualquier cosa se le llama festival: es como a si todo le llam¨¢semos restaurante. Hay que tener cuidado con c¨®mo se anuncia porque nos perjudica a los que lo hacemos bien. Hay tal burbuja que a todo le llaman festival¡±.
Por eso Rodr¨ªguez cree que el mejor ant¨ªdoto es ¡°la autoregulaci¨®n¡± del sector. Para la productora la palabra festival engloba tambi¨¦n ¡°el recinto, la est¨¦tica, la experiencia¡± que lo dotan de identidad. ¡°Es una experiencia conjunta que sepas que cuando vayas a ver el artista, cada vez m¨¢s, el promotor est¨¢ incluyendo una inversi¨®n en una producci¨®n: en el escenario, en zonas de auditorio, zonas de servicio, de restauraci¨®n¡±, abunda la portavoz de APM. Es lo que Rafael Casillas lanza casi a modo de exhortaci¨®n: ¡°Que todos respetemos a la gente que est¨¢ pagando el dinero que paga¡±. Mientras eso llega ¡ªsi es que ocurre¡ª y con un verano apuntando a un nuevo r¨¦cord, el crecimiento de agenda ya ha provocado que ¡°muchos artistas espa?oles cobren ya como si fuesen internacionales¡±, seg¨²n denuncia el due?o de Concert Tour.
Y eso complica a¨²n m¨¢s el trabajo de Rafael Casillas Gordillo, project manager de la empresa e hijo de su responsable. Mucho antes de que la cuadrilla de Ram¨ªrez desmonte la ¨²ltima pica en Sancti Petri en septiembre, el responsable de la programaci¨®n ya estar¨¢ d¨¢ndole vueltas al cartel del a?o siguiente. Lo hace en funci¨®n de las tendencias del sector, del propio cach¨¦ del artista y del perfil variable de p¨²blico al que pretenden dirigirse. As¨ª fue como en el verano pasado ya ten¨ªa fichado a Bizarrap, justo cuando su hit con Quevedo toc¨® la cima (Music Sessions, Vol. 52). Para este a?o, el productor argentino regresa junto a valores seguros como Alejandro Sanz o Rod Stewart y presumibles ¨¦xitos, como Feid. En semanas se sabr¨¢ si el reguetonero colombiano ser¨¢ el nuevo pelotazo del verano en Sancti Petri. ¡°Al final, es una loter¨ªa¡±, resume modesto Casillas Gordillo.
Babelia
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