Bu?ol celebra la tradicional Tomatina con 22.000 personas en la calle y 150.000 kilos de tomate: ¡°Una sabrosa locura¡±
La peculiar fiesta de la poblaci¨®n valenciana re¨²ne a visitantes de 28 pa¨ªses, con un notable aumento de participantes de la India en los ¨²ltimos a?os
¡°Muy divertida¡±. ¡°Asombrosa¡±. ¡°Una sabrosa locura¡±. ¡°Loca y asombrosa¡±. Esos han sido las sensaciones m¨¢s repetidas por algunos contendientes novatos para definir la guerra de tomates de Bu?ol, la popular fiesta internacional de la Tomatina. Hasta 22.000 personas (15.000 pagando entrada y, los dem¨¢s, vecinos de la poblaci¨®n) de 28 pa¨ªses estaba previsto que participaran en la batalla de todos contra todos que ha finalizado a las 13 horas con un parte l¨²dico, a tenor de la expresi¨®n de los innumerables bandos enfrentados durante una hora. ¡°Es una great fiesta¡±, comentaba en una mezcla de ingl¨¦s y espa?ol el belga Eduard, impregnado de los restos del fruto rojo. Igual que su nieto Lucas, que le ha acompa?ado en su octava visita a esta fiesta escandalosa, nada discreta, para muchos liberadora, para otros despilfarradora, que ti?e de rojo todo a su alrededor y despide de manera pintoresca y divertida el mes de agosto del verano espa?ol. Siete camiones han descargado a paso de tortuga cerca de 150.000 kilos de tomates maduros, tipo pera, por las calles del centro del pueblo valenciano.
Por muy maduros y blanditos que sean los frutos escogidos, el impacto de alg¨²n tomate puede causar da?o, como se ha visto en la expresi¨®n de algunos participantes, muchos de ellos provistos de gafas de nataci¨®n para protegerse los ojos. ¡°A veces, tenemos que explicar a algunos guiris que es mejor partir o romper el tomate, sobre todo si est¨¢ un poco duro, antes de lanzarlo, pero en general la pe?a se porta bien¡±, apuntaba Cristian M¨¢s, de 40 a?os. Tanto ¨¦l como su amiga Mamen, de 49, tambi¨¦n vecina, coinciden en que la mayor novedad en los ¨²ltimos es el notable incremento de visitantes procedentes de la India.
Es el caso de Vishunpriya, estudiante de 27 a?os que acced¨ªa a escribir su nombre a pesar de la vor¨¢gine y el estr¨¦pito de la gente que se agolpaba en las calles. Ella y un amigo, de caligraf¨ªa indescifrable, reconoc¨ªan que el gran ¨¦xito de la pel¨ªcula de Bollywood Zindagi na milegi dobara, (S¨®lo se vive una vez), de 2011, que cuenta el viaje de tres amigos indios de fiesta por Espa?a con parada en la Tomatina, ha sido determinante para popularizarla en el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo (1.440 millones de habitantes). La organizaci¨®n confirma el aumento de los medios indios entre los m¨¢s de 150 acreditados. Varias webs y televisiones del mundo han conectado en directo con los tomatazos y la comitiva de camiones que este a?o ha contado con la presencia del presidente valenciano, Carlos Maz¨®n, subido en el primero de ellos, que ha lanzado y repartido el fruto rojo como uno m¨¢s.
Tambi¨¦n en Jap¨®n la Tomatina es una fiesta conocida y popular, seg¨²n confirmaban varios miembros de una numerosa familia del pa¨ªs asi¨¢tico que ya a las ocho de la ma?ana desfilaba hacia el centro de Bu?ol, todos vestidos de blanco inmaculado, a modo de lienzo para ser pintado con el jugo del tomate. Como es habitual antes de la batalla, el blanco dominaba entre el gent¨ªo, si bien se han visto tambi¨¦n muchos torsos desnudos de j¨®venes, y no tan j¨®venes, exhibiendo pectorales. Los vecinos han colaborado refrescando a los contendientes con agua desde los balcones, si bien el cielo encapotado ha reducido este a?o el intenso calor con el que se suele celebrar la fiesta, que hunde sus ra¨ªces en una disputa vecinal de 1945, que acab¨® a tomatazo limpio.
Tras el fragor de la batalla, numerosas colas de visitantes se han formado para esperar su turno para limpiarse con las mangueras de los vecinos o las duchas habilitadas. Mientras, los servicios municipales se afanaban en no dejar rastro del tomate arrojado en una fiesta que tuvo que limitar y controlar hace a?os el acceso, imponiendo el pago de una entrada (15 euros, la m¨¢s simple, este a?o), para evitar el colapso del pueblo que lleg¨® a tener una afluencia de casi 40.000 visitantes en alguna edici¨®n. Como novedad se ha introducido este a?o una entrada VIP de 500 euros para poder subirse a los camiones, que no ha tenido mucho seguimiento.
¡°El control de la gente es el mayor cambio que ha habido en los ¨²ltimos a?os¡±, apuntaba Cristian. ¡°Se lleg¨® a una situaci¨®n insostenible y ahora est¨¢ mucho m¨¢s controlado. Tambi¨¦n ahora hay mucho m¨¢s respeto con las mujeres. Antes, algunos intentaban quitar las camisetas a las chicas. Ahora, enseguida la gente se revuelve contra el que lo intenta o si ve alg¨²n abuso¡±, destacaba Mamen, vecina de Bu?ol y veterana de muchas Tomatinas.
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