La huerta medieval de Valencia cambia la pizarra por el m¨®vil para regar
El Ayuntamiento ensaya una aplicaci¨®n que permite organizar los riegos en estos f¨¦rtiles campos gracias a un software, fibra ¨®ptica y sensores
La ciudad avanza inexorable y pisa ya los talones a un pedazo de huerta p¨²blica que sobrevive al sur de la ciudad. Salvador Tamarit, de 64 a?os, pertenece a la quinta generaci¨®n de una familia de agricultores que han cultivado sus hortalizas ¡ªen su caso para autoconsumo y poco m¨¢s¡ª en esta hist¨®rica franja f¨¦rtil conocida como Francs, marjals i extremals, fundada en ¨¦poca medieval fuera de los dominios del Tribunal de las Aguas, del que depende la mayor¨ªa de huerta productiva. Cuando Tamarit quiere regar su huerta, enclavada a un tiro de piedra de la moderna y futurista Ciudad de las Artes y las Ciencias, se apunta en una pizarra para pedir turno. Es una costumbre ancestral. Sin embargo, en septiembre, la Concejal¨ªa de Innovaci¨®n, de Paula Llobet, probar¨¢ una aplicaci¨®n dise?ada por dos startups que, a trav¨¦s de un software, fibra ¨®ptica y sensores, permitir¨¢ a los agricultores planificar los riegos con un aplicaci¨®n a trav¨¦s del tel¨¦fono m¨®vil. Es una experiencia piloto que, si sale bien, podr¨ªa extenderse a otros lugares de huerta.
¡°Hemos tenido muchos problemas precisamente por la falta de agua¡±, confiesa Tamarit, un jubilado que ahora ocupa su tiempo libre cultivando acelgas, patatas, garrof¨®n o tomates en la huerta de la Font de Sant Llu¨ªs. Hace dos a?os que el consistorio activ¨® un pozo de riego artificial, despu¨¦s de a?os de insistencia, que recibe el agua de la cercana fuente de los Anzuelos, creada para reducir el nivel fre¨¢tico y que no se inunde el t¨²nel que hay debajo. Ese agua se reaprovecha y riega las parcelas de esta huerta sin coste. El motor se pone en funcionamiento todos los mi¨¦rcoles y jueves de 6 a 10 u 11 de la ma?ana y los agricultores riegan sus campos por el riguroso turno que marca la pizarra. El s¨¢bado tambi¨¦n se riega pero el aporte h¨ªdrico tiene otro origen.
En la carretera del camino d¡¯En Corts est¨¢ la pizarra donde los regantes piden la vez. Depende de donde tengan la parcela, les toca uno u otro d¨ªa de la semana. Si Salvador se apunta en la lista pero hay uno delante que tiene que regar al final del todo, tiene que esperar a que ¨¦l acabe. Y cuando corta a su altura, toda el agua del fondo se pierde. ¡°Queda poca huerta y la que queda est¨¢ pr¨¢cticamente perdida. Hay gente mayor que la sostiene todav¨ªa pero las generaciones que vienen no coger¨¢n el testigo, explica con realismo Tamarit.
Los abuelos de sus abuelos ya nacieron en una alquer¨ªa cercana. Ten¨ªan entonces 22 hanegadas (unos 800 metros cuadrados), que ahora se han quedado en cinco y se reparten los tres hermanos para plantar garrof¨®n, calabazas, tomates, boniatos, acelgas u otras hortalizas de temporada. Sus padres todav¨ªa han vivido de la tierra, pero hoy en d¨ªa es impensable. Sus progenitores acud¨ªan a la Tira de Contar en Mercavalencia ¡ªdonde los agricultores vend¨ªan directamente sus producciones¡ª pero hoy hay un mont¨®n de requisitos para colocar estas producciones m¨¢s residuales de agricultores a tiempo parcial, no profesionales. ¡°Para vender dos cajas de tomates no vale la pena¡±, apunta sincero. Se mantiene a pie de campo porque ¡°soy masoca pero lo he mamado en mi casa y me sabe mal que esto se pierda¡±, a?ade al tiempo que presume que el sabor y el olor de sus tomates ¡°no tiene nada que ver con los que venden por ah¨ª¡±.
Dos startups valencianas ¡ªBaukunst y Fibsen¡ª, provenientes de la fundaci¨®n municipal de innovaci¨®n, se propusieron a principios de 2023 mejorar el sistema de riego, con un mayor aprovechamiento del agua y una reducci¨®n de las esperas para regar, y tiraron fibra ¨®ptica por una parte de las acequias. En septiembre activar¨¢n una aplicaci¨®n donde los agricultores podr¨¢n apuntarse y pedir turno. ¡°El objetivo del sistema es que no desperdiciemos el agua, algo con lo que estoy totalmente de acuerdo¡±, apunta Tamarit.
¡°La startups quieren que nosotros, por ejemplo, nos apuntemos por la aplicaci¨®n, que nos va a decir en tiempo real ¡®te faltan 10 minutos para que te llegue el agua, la parcela que tienes ha estado en riego 12 minutos o has consumido 2.000 litros de agua¡¯. Ser¨¢ complicado porque la gente que queda en esta huerta es mayor y no se maneja con la tecnolog¨ªa¡±, a?ade. Reconoce que el acceso y reparto del agua es un problema y recuerda de cuando era peque?o las agrias disputas entre vecinos por el agua para riego. ¡°Me r¨ªo yo de lo que cuentan las novelas de Blasco Ib¨¢?ez¡±, bromea del escritor valenciano que mejor ha retratado las luces y sombras de la huerta y los pobladores de la Albufera de Valencia.
¡°Somos una especie de conejillos de indias del sistema¡±, sonr¨ªe. La aplicaci¨®n incorpora un panel de control intuitivo y visual para monitorear de manera continua los indicadores clave de rendimiento de la red h¨ªdrica, que se podr¨¢ consultar en los dispositivos m¨®viles. ¡°Todo lo que sea progresar en la huerta, que ha estado olvidada por todos, adelante¡±, se?ala.
Para Adolfo Ib¨¢?ez Vila, de la firma Baukunst (se encarga del software), el proyecto ha sido muy interesante porque les ha permitido conocer la realidad. " La huerta est¨¢ en franco retroceso en los ¨²ltimos a?os y se est¨¢ perdiendo poblaci¨®n agricultora porque no hay relevo generacional. Adem¨¢s, se pierde mucha agua porque se siguen usando t¨¦cnicas tradicionales que gastan mucha m¨¢s de la necesaria [se riega por inundaci¨®n o a manta]. ¡°Cuando hablamos con ellos, vimos que una de las causas de abandono de los campos era que se tiraban mucho tiempo esperando que les llegara el agua para regar, as¨ª que digitalizamos la costumbre de las pizarras y as¨ª saben qui¨¦n va a regar y el m¨®vil les notifica cuando les toca. Es una calendarizaci¨®n del riego a trav¨¦s de las nuevas tecnolog¨ªas. Se evitan adem¨¢s muchas disputas¡±, a?ade Ib¨¢?ez.
La experiencia piloto afecta a una veintena de agricultores, la mayor¨ªa con edades de entre 65 y 70 a?os que arriendan o tienen en usufructo las parcelas y las cultiva por gusto, para su subsistencia. Hay poca explotaci¨®n econ¨®mica en la huerta p¨²blica de Francs i marjals. ¡°Hab¨ªamos previsto activar la aplicaci¨®n a trav¨¦s del correo electr¨®nico pero haciendo las entrevistas con los agricultores nos dimos cuenta de que solo un 15% dispon¨ªan de uno¡±, a?ade el portavoz de Baukunst. Por ello han tenido que cambiar todo el sistema de registro y lo har¨¢n a trav¨¦s de los m¨®viles.
¡°Queremos extender este proyecto a toda la huerta de Valencia porque con el cambio clim¨¢tico y los recortes de agua de este verano en el r¨ªo Turia, podr¨ªamos hacerle la vida un poco m¨¢s f¨¢cil a los agricultores¡±, a?ade. El milenario Tribunal de las Aguas conoce la iniciativa y est¨¢ a la espera de los resultados.
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