Encender la mecha en la tierra de la p¨®lvora

El pasado s¨¢bado, los valencianos y valencianas asistimos a uno de esos acontecimientos que marcar¨¢ nuestra identidad colectiva durante a?os. Una manifestaci¨®n ¡ªcon m¨¢s de 130.000 participantes¡ª contra Maz¨®n y su Consell, tras una de las gestiones de crisis m¨¢s catastr¨®ficas que se han visto. Desde aquel d¨ªa, llevo d¨¢ndole vueltas a la frase que pod¨ªa leerse en una de las pancartas de la manifestaci¨®n, y que se viraliz¨® a un ritmo vertiginoso en las redes sociales: ¡°Hab¨¦is encendido la mecha en la ciudad de la p¨®lvora¡±.

Dec¨ªa un hombre con quien a menudo no coincido, pero que en esto fue certero cual triplista yugoslavo, que ¡°tota pol¨ªtica que no fem nosaltres ser¨¤ feta contra nosaltres¡±. Y, permiti¨¦ndome el lujo de actualizar la frase a los tiempos que vivimos, ¡°tot relat que no fem nosaltres ser¨¤ fet contra nosaltres¡±. Aunque haya una tragedia, aunque haya muertos por enterrar, siempre habr¨¢ alguien intentando construir conceptos y dise?ando un relato que le beneficie. Y, aunque sea triste asumirlo, no por ello es menos real. Dec¨ªa Gramsci que ¡°la realidad est¨¢ definida con palabras, y quien controla las palabras controla la realidad¡±, y lo cierto es que no le faltaba raz¨®n. Por eso no es lo mismo hablar de que ¡°todos los pol¨ªticos son iguales¡± que decir que ¡°tenemos un gobierno auton¨®mico que lleva semanas minti¨¦ndonos deliberadamente¡±.

Por eso, la revuelta contra Maz¨®n es una revuelta contra la mentira deliberada y la falsedad. Hay una cita de Miguel ?ngel Rodr¨ªguez que ¡ªcreo¡ª ilustra esto a la perfecci¨®n, cuando dice que ¡°la pol¨ªtica es como el f¨²tbol: puedes mentir una vez o puedes mentir dos veces. El primer penalti en que te tiras en el ¨¢rea te lo pitan, pero a la tercera vez que te tiras, aunque sea de verdad, ya no te van a creer¡±. Y ese es el principal problema de Maz¨®n, que nadie le cree. Al igual que en el cuento del traje nuevo del emperador de Charles Dickens, a Maz¨®n le han prometido un traje que le dar¨¢ un poder extraordinario, pero lo que el president no sabe es que lleva dos semanas desnudo. Y, lo peor es que, en su leal cohorte, nadie se ha atrevido a dec¨ªrselo.

Si bien anta?o el PP contaba con Canal 9 y una maquinaria propagand¨ªstica tremendamente eficaz, los tiempos han cambiado, y, en plena era de las redes sociales, son muchas las personas que ya han advertido que el president lleva semanas mintiendo, han mostrado sus contradicciones y han se?alado sus giros de guion, que parecen propios de la mejor de las temporadas de Juego de Tronos. Incluso el Financial Times o la BBC han apuntado a Maz¨®n como ¨²ltimo responsable, recordando que ¡°en el d¨ªa de las inundaciones, tuvo una comida de tres horas con una periodista, que no acab¨® hasta las 18:00, cuando algunos pueblos y ciudades estaban ya inundados y ya hab¨ªan llegado los primeros reportes de desaparecidos¡±.

Este momento pol¨ªtico es agridulce, y me recuerda al 15M o a nuestra Primavera Valenciana, y lo que pasar¨¢ en el futuro todav¨ªa es incierto. Tenemos pocas certezas m¨¢s all¨¢ de que, en un mundo donde reina el individualismo, nos tenemos los unos a los otros. Somos los nietos de la generaci¨®n de la riu¨¤, y nos hemos criado escuchando las historias de nuestros abuelos en el 57. Ahora, ha llegado nuestro momento. Han encendido la mecha en la tierra de la p¨®lvora. Y nadie, nunca m¨¢s, nos har¨¢ agachar la cara.