Perder la casa en la dana y no poder pagar un alquiler en tu pueblo: ¡°Los precios se han vuelto abusivos¡±

A Patricia Pascual, teleoperadora, de 42 a?os, y Salva Perales, comercial de material de construcci¨®n, de 44, los desalojaron la semana pasada con sus tres hijos y el resto de residentes del edificio marr¨®n, de seis plantas, que hay al final de la calle Albal, en Catarroja. En total, 50 puertas, 150 personas. Su historia se repite regularmente estos d¨ªas en las zonas devastadas por la dana. A medida que los garajes de los bloques son finalmente vaciados de agua y barro ¨Den el inmueble de la calle Albal, gracias sobre todo al trabajo de los vecinos y voluntarios, que utilizaron para ello una bomba hidr¨¢ulica prestada por una prima turolense de Pascual¨D, un arquitecto municipal acude a comprobar el estado del edificio. En el caso de su bloque, el t¨¦cnico vio que algunos pilares estaban da?ados y pod¨ªan verse las barras de acero de su interior, y dict¨® el desalojo en tanto no fuera apuntalado y la reparaci¨®n avalada por un arquitecto.

El matrimonio, sus hijos y los dem¨¢s vecinos pudieron volver el viernes, algo que tambi¨¦n es frecuente: buena parte de los desalojos de este tipo est¨¢n durando unos tres d¨ªas. Pero para cuando unos consiguen regresar, otro edificio ha sido vaciado, de forma que la poblaci¨®n desalojada por este motivo solo en Catarroja (30.000 habitantes) ronda las 200 personas y la impresi¨®n del concejal de Urbanismo, Mart¨ª Raga, es que lamentablemente ir¨¢n aumentando a medida que los t¨¦cnicos inspecci¨®n m¨¢s inmuebles. Y una parte de ellos no podr¨¢ volver. De momento hay 11 unifamiliares de la calle Tribunal de las Aguas que presentan da?os estructurales que parece dif¨ªciles de reparar, aunque todav¨ªa se est¨¢ trabajando en ellos. En total, el Consorcio de Compensaci¨®n de Seguros ha recibido m¨¢s de 44.000 solicitudes por da?os en viviendas del temporal del 29 de octubre, si bien en dicha cifra se incluyen situaciones muy dispares.

El jueves, frente a su edificio, Pascual y Perales, que compraron su vivienda en 2015 y llevaban desde el lunes durmiendo en casa de familiares, no quer¨ªan ni plantearse tener que abandonar su casa definitivamente y buscar un alquiler. Despu¨¦s de insistirle, Perales zanj¨®: ¡°Primero, en Catarroja apenas hay casas para alquilar. Y despu¨¦s, con los gastos que tenemos por delante ¨Dhemos perdido dos coches, mis padres han perdido todos los muebles y con la pensi¨®n que cobran vamos a tener que ayudarlos, tenemos tres hijos, y solo la ortodoncia de la ni?a vale un dineral¨D pagar un alquiler ser¨ªa imposible. Tendr¨ªamos que pedir un pr¨¦stamo¡±.

Los afectados por la dana que s¨ª se han visto obligados a dejar sus casas y han buscado viviendas en alquiler en sus propios municipios se est¨¢n encontrado con que les piden unas cantidades que no pueden pagar. Unos precios disparados que, seg¨²n diversas fuentes, son producto de la escalada inmobiliaria previa ¨Dcon un efecto contagio desde la ciudad de Valencia¨D y cierto oportunismo en el que dada la situaci¨®n de necesidad algunos est¨¢n viendo la oportunidad de pedir m¨¢s. El colapso administrativo de los Ayuntamientos, que tienen a todos sus t¨¦cnicos revisando da?os en viviendas y, cuando acaben, los tendr¨¢n centrados en autorizar miles de obras de reforma, amenaza con paralizar, adem¨¢s, todas las licencias de nuevas viviendas, agravando la situaci¨®n.

Uno de los que vio que no pod¨ªa hacer frente a los actuales alquileres en su pueblo fue Javier ¨Dque pide no ser identificado¨D, asesor de empresas, que viv¨ªa con su mujer y su hijo en una casa de pueblo rehabilitada en la calle Sant Josep de Paiporta. ¡°A la semana m¨¢s o menos de la dana miramos y solo encontramos ocho pisos en alquiler. Costaban entre 900 y 1.200 euros. Al final, nos fuimos a otro pueblo¡±, cuenta. En la misma poblaci¨®n, la m¨¢s castigada por la riada, con al menos 70 fallecidos, Amparo Rodr¨ªguez, 27 a?os, contaba el jueves que la noche anterior, como hab¨ªa discutido con su novio, mir¨® posibles alquileres en el portal Idealista. Encontr¨® dos, uno de 950 euros y otro de 1.200 euros al mes. ¡°Me parece que se han puesto abusivos, y m¨¢s conforme est¨¢n econ¨®micamente las cosas aqu¨ª, donde por ejemplo casi todos los comercios est¨¢n cerrados¡±, afirma Rodr¨ªguez, empleada en el sector sanitario.

A Carlos Mart¨ªnez, 57 a?os, 16 de ellos trabajando en una inmobiliaria de Paiporta los precios que vio Rodr¨ªguez ¨Dy que comprob¨® por la ma?ana siguiente este peri¨®dico¨D le parec¨ªan m¨¢s caros que los de antes de la dana. ¡°Si son as¨ª, han subido. Antes un tercer piso sin ascensor pod¨ªa costar 600 euros. Y un piso seminuevo de 2010 de tres habitaciones, unos 900¡å, asegura a la puerta de su casa. La oficina donde trabajaba fue completamente arrasada por la dana, que se llev¨® hasta la puerta. Mart¨ªnez no cree que la l¨®gica del mercado ¨Dla destrucci¨®n causada por los desbordamientos ha aumentado la demanda de alojamiento al tiempo que ha reducido la oferta potencial¨D debiera operar en una situaci¨®n como esta. ¡°Al rev¨¦s, deber¨ªan ser solidarios y bajar los precios¡±, afirma.

Subidas

Los principales portales web de alquiler de viviendas no ofrecen de momento informaci¨®n sobre posibles fluctuaciones en los alquileres en la zona afectada por el temporal. El ¨²ltimo informe de Idealista que analiza la situaci¨®n de Valencia es de octubre de 2024, y no abarca por tanto su impacto. Entre los municipios afectados por la riada solo aporta datos de Catarroja, que reflejan una subida de precios del 33% en los ¨²ltimos cinco a?os ¨Dde 600 a 800 euros¨D. El vicepresidente del colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Valencia, Vicente D¨ªez, advierte, por su parte, que las ayudas al alquiler para los afectados por la dana pueden fomentar subidas: ¡°Tememos que haya quien suba los precios, puede ocurrir, porque ha ocurrido en otras ocasiones¡±. En este caso, se han anunciado subvenciones de hasta 800 euros. D¨ªez a?ade que, al mismo tiempo, tambi¨¦n hay propietarios ¡°que est¨¢n dando facilidades a los damnificados por la dana¡±.

Entre estos ¨²ltimos no se cuentan, de momento, Matilde Ort¨ª, 57 a?os, vecina de Catarroja, a quien su arrendadora exigi¨® la semana pasada que abandonara de inmediato el piso de Catarroja en el que llevaba viviendo desde hac¨ªa tres a?os con un contrato verbal, y pregunta con angustia a su interlocutor si no sabr¨¢ de alguien que alquile una habitaci¨®n por, como mucho, 300 euros. Ni Teddy Shiferaw, que era conserje del colegio p¨²blico Llu¨ªs Vives de Massanassa cuando el desbordamiento del barranco del Poyo destruy¨® el centro educativo y la casa donde viv¨ªa con su mujer y dos ni?as, que estaba integrada en el recinto escolar, que, en principio, ser¨¢ demolido por completo. Shiferaw es conserje municipal de Massanassa ¨Dconsigui¨® la plaza hace 20 a?os¨D y mantiene su empleo. Pero ahora con su salario (que no llega a los 1.300 euros) no puede pagar un alquiler ni en el pueblo ni en los de alrededor. ¡°Sigo intent¨¢ndolo, ya estoy buscando donde sea, pero no hay manera, estoy desesperado¡±, comentaba este jueves por tel¨¦fono desde Quart de Poblet, donde los cuatro est¨¢n acogidos de momento en casa de una amiga.