La huerta de Valencia cede a la presi¨®n urban¨ªstica y del turismo bajo el mandato de Maz¨®n
El PP prev¨¦ la construcci¨®n residencial y de espacios deportivos en una parte del cintur¨®n agr¨ªcola metropolitano protegido desde 2018 por una ley que la Generalitat considera un fracaso
¡°La huerta es un territorio especial y ¨²nico que debemos proteger. Y no lo decimos solo nosotros, lo reconocen organismos internacionales como la Uni¨®n Europea o la FAO. Quieren sembrarlo de construcciones¡±, denuncia vehementemente Conxa Medina, portavoz de Per l¡¯horta, un colectivo ciudadano creado en 2001 para defender unas tierras de a...
¡°La huerta es un territorio especial y ¨²nico que debemos proteger. Y no lo decimos solo nosotros, lo reconocen organismos internacionales como la Uni¨®n Europea o la FAO. Quieren sembrarlo de construcciones¡±, denuncia vehementemente Conxa Medina, portavoz de Per l¡¯horta, un colectivo ciudadano creado en 2001 para defender unas tierras de alto valor agr¨ªcola que conviven, a duras penas, con los 1,6 millones de habitantes de Valencia y su ¨¢rea metropolitana. Sus asociados recogen firmas contra el decreto ley reci¨¦n aprobado por el gobierno de la Generalitat, presidido por Carlos Maz¨®n (PP), porque hace posible la construcci¨®n residencial o de instalaciones deportivas en terrenos protegidos. El PP argumenta que la ley anterior hab¨ªa que ajustarla porque ha sido un fracaso y que la edificaci¨®n se dar¨¢ solo en casos puntuales y justificados por la emergencia habitacional. Los grupos de la oposici¨®n, PSPV y Comprom¨ªs, estudian acciones pol¨ªticas y jur¨ªdicas contra unos cambios que est¨¢n convencidos aumentar¨¢n la presi¨®n urban¨ªstica sobre la huerta.
Desde 2018 est¨¢ en vigor una ley que salvaguarda 11.000 hect¨¢reas de una huerta que ha ido menguando por el avance de los planes urban¨ªsticos y las infraestructuras. La ley, firmada por el Bot¨¤nic (el anterior gobierno de izquierdas, del PSOE-Comprom¨ªs y Unides Podem), cre¨® un consejo rector y fij¨® una serie de medidas para incentivar la recuperaci¨®n de tierras de cultivo abandonadas o degradadas que el PP considera fracasadas. Ahora, con la devastadora dana del pasado 29 de octubre de fondo ¡ªaunque los cambios se anunciaron mucho antes¡ª, el Consell ha abierto la posibilidad de construcciones residenciales en un tercio de los suelos protegidos, concretamente los de grado 3, y ha suprimido el Consell de l¡¯Horta, su ¨®rgano rector ¡°por inoperativo¡±. Per l¡¯horta estima que se desprotegen de facto 3.800 hect¨¢reas, unas pocas localizadas en l¡¯Horta Sud, epicentro de la dana, pero, sobre todo, en l¡¯Horta Nord, la huerta de mayor calidad y a la que no alcanz¨® la riada.
Los defensores de este espacio rural acusan a Maz¨®n de ¡°escudarse en la dana¡± para actuar sobre hect¨¢reas de terreno protegido y no descartan emprender acciones legales. La reforma, a?aden, ¡°implicar¨¢ que en las zonas de huerta que no est¨¦n protegidas por los PGOU municipales, la urbanizaci¨®n podr¨ªa ser inmediata¡±, advierte Medina. Los cambios permitir¨¢n adem¨¢s ¡°ampliar la superficie de restaurantes, horchater¨ªas y otros establecimientos tur¨ªsticos ubicados en zonas de huerta y en especial sus aparcamientos, que en algunos casos se han construido fuera de ordenaci¨®n¡±, advierten. Tambi¨¦n barajan que tras la autorizaci¨®n de proyectos deportivos que no exijan una reclasificaci¨®n del suelo est¨¦ la instalaci¨®n de un campo de golf. ¡°La huerta es un paisaje fruto de la acci¨®n humana, no es un bosque o una monta?a y desaparecer¨¢ si no hay agricultores¡±, subrayan los partidarios de mantener su protecci¨®n.
Este cintur¨®n de tierras f¨¦rtiles que rodea el ¨¢rea metropolitana de Valencia es ¡°el ejemplo europeo mejor conservado de la huerta mediterr¨¢nea¡±. De hecho, especialistas de las universidades de Harvard, Oxford y de la London School se han interesado por este ecosistema. Su regresi¨®n en los a?os del desarrollo urban¨ªstico ha sido importante y, seg¨²n recordaba hace unos a?os el ge¨®grafo valenciano V¨ªctor Soriano, en el ¨²ltimo medio siglo este suelo agr¨ªcola ¡ªcapaz de ofrecer hasta cuatro cosechas en solo un a?o¡ª ha retrocedido en un 64%.
En el Parlamento auton¨®mico, los grupos de la oposici¨®n anuncian batalla dentro y fuera de las Cortes. La parlamentaria socialista Mar¨ªa Jos¨¦ Salvador, art¨ªfice como consejera de gobierno de la ley de l¡¯Horta de 2018, a?ade que este espacio es una de las cinco ¨²ltimas huertas mediterr¨¢neas hist¨®ricas que quedan en Europa y, por tanto, tiene un valor indiscutible desde el punto de vista patrimonial y cultural no solo en el ¨¢mbito auton¨®mico y estatal, sino incluso universal¡±.
En Comprom¨ªs, su portavoz Joan Baldov¨ª, expon¨ªa hace unos d¨ªas muy gr¨¢ficamente su valor alimentario y anunciaba mociones en sus ayuntamientos de apoyo a este singular territorio que la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) declar¨® en 2019 como Sistema Importante del Patrimonio Agr¨ªcola Mundial (SIPAM). ¡°No se entiende la urgencia de los cambios a trav¨¦s de un decreto ley ni se explica en un contexto postdana. Vivimos en la doctrina del shock; nos est¨¢n cambiado las leyes con una brutalidad enorme¡±, expone Paula Espinosa, parlamentaria de Comprom¨ªs.
El PP defiende su reforma legal. Para Laura Chuli¨¤, portavoz adjunta en las Cortes, la ley de 2018 del Gobierno del Bot¨¤nic ha sido un ¡°rotundo fracaso¡± porque no ha cumplido los objetivos marcados y no ha contado con la opini¨®n de los municipios. Tambi¨¦n niega que se busque desproteger la huerta: ¡°Las de grado 1 y 2 seguir¨¢n estando protegidas y solo las de grado 3 podr¨¢n, en algunos casos, usarse para construir viviendas. Viviendas que en todo caso estar¨¢n condicionadas a los municipios afectados por las inundaciones o a municipios que tengan emergencia habitacional¡±, precisa. Chuli¨¤ argumenta el fracaso de la ley en los datos de p¨¦rdida de tierras en la huerta: de 2010 a 2018 se perd¨ªa a raz¨®n del 0,96% anual. Y de 2018 a 2023, con la ley en vigor, se ha perdido un 3,5% anual.
Enric Navarro, agr¨®nomo y productor agrario en la huerta, cree que tras este movimiento legal puede haber intereses urban¨ªsticos y hosteleros. Desde su punto de vista, la ley que ahora se modifica puso demasiado el acento en la cuesti¨®n urban¨ªstica mientras se han descuidado las pol¨ªticas dirigidas a los productores pero la defiende. ¡°Seguimos esperando la aplicaci¨®n efectiva de la ley en beneficio de los productores agrarios. Nos hemos armado de paciencia y hemos pasado todos los estudios y pasos burocr¨¢ticos, y cuando toca la aplicaci¨®n de sus medidas, resulta que llega un cambio pol¨ªtico y salta todo por el aire¡±, critica.
Para Guillermo Garrido (PP), concejal de Urbanismo de Xirivella y miembro del Consell de l¡¯Horta que ser¨¢ eliminado, las modificaciones introducidas por su partido son ¡°puramente t¨¦cnicas de cuestiones enquistadas en la ley de 2018¡å. ¡°Todos queremos una huerta ordenada y cultivada, que genere negocio y mantengan el paisaje. Pero hab¨ªa un atasco administrativo importante y una duplicidad de funciones importante. Una oficina t¨¦cnica puede suplir perfectamente al Consell¡±, apunta el edil. Garrido explica que toda la huerta de su municipio est¨¢ protegida en grado 2, lo que significa que no se puede construir en ella. ¡°Comprom¨ªs y Podemos decidieron, de forma unilateral, proteger toda los terrenos de huerta de Xirivella cuando exist¨ªa una versi¨®n preeliminar del PGOU con un trozo para el crecimiento y expansi¨®n del municipio¡±, a?ade.
En definitiva, ¡°el decreto ley elimina las trabas y la duplicidad de un Consell de l¡¯Horta que no ha servido para que los municipios ordenen su huerta y le saquen partido. Y permitir¨¢ construir en trozos de huerta no inundables de aquellos municipios que hayan tenido problemas de inundabilidad¡±, asegura el edil.