24 horas con la candidata (IV): Monasterio, una cubana contra el Che Guevara
La cabeza de lista de Vox presume de su condici¨®n de hija de un exiliado cubano porque sabe ¡°c¨®mo combatir a los totalitarios¡±
Valdemoro, 27 de abril. Roc¨ªo Monasterio exhibe dos pasaportes. Con este, dice mostrando el documento espa?ol, ¡°hasta ahora he tenido libertad, educaci¨®n, he podido formar una familia, trabajar 20 a?os, circular por la calle¡±. Con este otro, a?ade levantando el cubano, ¡°no he podido hacer nada¡±.
La candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid naci¨® hace 47 a?os en el madrile?o barrio de El Retiro, pero su padre era un rico hacendado cubano al que Fidel Castro expropi¨® en 1971 el ingenio azucarero Manuelita, en Cienfuegos, que lleg¨® a tener su propia v¨ªa f¨¦rrea y cotizar en Nueva York. Tras pasar por Miami (EE UU), la familia Monasterio se exili¨® en Espa?a, tierra de sus antepasados, donde hizo fortuna con la franquicia del pollo frito americano Kentucky Fried Chicken.
Ha ca¨ªdo un aguacero y el mitin no est¨¢ tan concurrido como se esperaba en la localidad donde Vox gan¨® en las ¨²ltimas elecciones generales m¨¢s poblada de Madrid (77.000 habitantes). Pero cientos de personas se concentran en la plaza del Duque de Ahumada. Muchos son guardias civiles, o familiares de miembros del instituto armado, que tiene aqu¨ª su Colegio de Guardias J¨®venes, entre otras dependencias.
La candidata de Vox les cuenta que un sobrino del Che Guevara se ha metido con ella y arremete contra el revolucionario cubano-argentino, de quien dice que fue ¡°el m¨¢s racista, el m¨¢s hom¨®fobo, [quien] llev¨® a miles de cubanos al pared¨®n en La Caba?a¡±. Muchos de los que le aplauden ignoran de qu¨¦ habla, pero Monasterio se desahoga de sus tiempos en la universidad, donde algunos compa?eros llevaban camisetas con la m¨ªtica imagen del guerrillero rom¨¢ntico, de quien ella hab¨ªa o¨ªdo contar en su casa ¡°historias tremendas, escalofriantes¡±, seg¨²n sus palabras.
Hasta ahora, Monasterio nunca hab¨ªa hecho tal alarde de sus ra¨ªces cubanas. Atacar la figura del Che forma parte de lo que denomina ¡°la batalla contra la hegemon¨ªa cultural de la izquierda¡±, pero tambi¨¦n es una forma de insuflar aire ¨¦pico en su campa?a. ¡°Yo soy cubana. S¨¦ c¨®mo hacer frente a los totalitarios¡±, proclamaba este mi¨¦rcoles en la Cope.
Vox se presenta ante los electores como el baluarte capaz de impedir ¡°el asalto social-comunista a la Comunidad de Madrid¡±, como si Gabilondo, Iglesias y M¨®nica Garc¨ªa fueran barbudos revolucionarios y la Puerta del Sol el Cuartel Moncada. Con alguna diferencia que Monasterio no suele mencionar: la dictadura en Cuba no empez¨® con la victoria de Fidel Castro en 1959, sino con el golpe de Estado de Fulgencio Batista en 1952.
A falta del Che, Monasterio se ha enfrentado con otra figura no menos odiada y mucho m¨¢s a mano: Pablo Iglesias, a quien el l¨ªder del partido de extrema derecha, Santiago Abascal, tacha en Valdemoro de ¡°criminal¡±; tras recordar, para jolgorio del p¨²blico, c¨®mo se molest¨® por que le llamaran en las redes rata chepuda. ¡°El mismo que dijo que hab¨ªa que naturalizar los insultos¡±, apostilla.
Desde el frustrado debate de la Cadena SER, el pasado d¨ªa 23, Monasterio se pasea por los m¨ªtines de Vox como hero¨ªna victoriosa. Esa misma tarde, su presidente, Santiago Abascal, sentenci¨® que la candidata ultra hab¨ªa ¡°cortado las dos orejas y el mo?o¡± a Iglesias y ella se ufanaba de ser la primera que se atrevi¨® a ¡°mirar a los ojos¡± y ¡°no agachar la cabeza¡± ante el l¨ªder de Podemos, quien habr¨ªa huido del plat¨® ¡°con el rabo entre las piernas¡±.
No es f¨¢cil vender la propia versi¨®n de un debate que todo el mundo pudo ver y del que cada uno sac¨® su propia opini¨®n. Por eso, en la tensa entrevista que mantuvo con la periodista de TVE M¨®nica L¨®pez el d¨ªa 26, Monasterio recurri¨® a lo que supuestamente hab¨ªa sucedido entre bambalinas. ¡°Iglesias entr¨® en el plat¨® gritando a los periodistas y amenazando con que ¨¦l no iba a sentarse conmigo¡±, asegura. Quienes estuvieron en los proleg¨®menos del debate niegan que Iglesias gritara o amenazara a nadie y explican que lo ¨²nico que sucedi¨® es que se neg¨® a posar en la foto de familia con la representante de Vox. Pero eso no lo sab¨ªa M¨®nica L¨®pez.
Monasterio es una maestra en el arte de desconcertar al entrevistador. Para apuntalar sus denuncias sobre los okupas o el terror que supuestamente siembran los menores extranjeros no acompa?ados en barrios de Madrid, recurre al testimonio de ciudadanos an¨®nimos. Y si la periodista lo cuestiona, le espeta: ¡°?Est¨¢ usted diciendo a los vecinos de Bat¨¢n o Ciudad Lineal que son unos mentirosos?¡±.
EL PA?S pidi¨® acompa?ar a Monasterio durante una jornada completa, incluidos sus paseos por barrios donde charla con la gente, sin obtener respuesta. Por eso, este reportaje abarca 24 horas de su campa?a, pero discontinuas, pues solo incluye los actos a los que la prensa tiene acceso.
Tras las amenazas de muerte recibidas por varios pol¨ªticos, Vox ha puesto en marcha una campa?a en las redes en la que acusa a la izquierda de violenta. ¡°Son violentos, son gente que lo ¨²nico que entienden es eliminar f¨ªsicamente al adversario pol¨ªtico¡±, remachaba este jueves Monasterio en EsRadio. Ning¨²n partido en Espa?a defiende eliminar a sus adversarios, pero ella ha expresado en voz alta su deseo de que Iglesias ¡°se vaya exiliado¡±. Algo que sufri¨® su familia en Cuba y resulta impensable en un pa¨ªs democr¨¢tico.
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