Pedan¨ªas, el voto m¨¢s alejado y marginado del centro (geogr¨¢fico)
Las partidas rurales de la provincia de Alicante se sienten marginadas por los gobiernos municipales y su participaci¨®n electoral es ¡°desafecta y contestataria¡±, seg¨²n un experto
Los vecinos de la partida rural de Fontcalent (Alicante, 696 habitantes seg¨²n los datos del INE de 2002 que maneja la Diputaci¨®n Provincial) llevan m¨¢s de una d¨¦cada luchando contra los vertidos ilegales de escombros y todo tipo de materiales en su entorno, una zona de terrenos agr¨ªcolas protegida por tres sierras, con agua abundante y situada a apenas seis kil¨®metros de la capital provincial y, por tanto, del mar. Tambi¨¦n batallan contra la sobresaturaci¨®n, a su juicio, de la planta de residuos municipal, cuya capacidad disminuye aceleradamente porque ¡°no se separan los materiales vertidos¡±, consideran. ¡°La pol¨ªtica no se ha preocupado de estos asuntos, los partidos vienen, lo ven y no hacen nada¡±, cuenta Cayetano Gonz¨¢lez, presidente de la asociaci¨®n vecinal. El Partido Popular, que gobierna el ayuntamiento alicantino, ¡°ni ha venido¡±, asegura. ¡°Para la playa siempre hay dinero¡±, apostilla Encarni Navarro, ganadera que tambi¨¦n forma parte de la asociaci¨®n, ¡°pero para el pulm¨®n de Alicante, nada¡±.
Lo que tendr¨ªa que ser un para¨ªso de tranquilidad ofrece una imagen dantesca. La basura, los escombros y los contenedores vac¨ªos se reparten por todos lados, sin control, flanqueados por monta?as que est¨¢n siendo explotadas, legalmente, por las canteras de varias f¨¢bricas de cemento. ¡°Nuestra principal demanda es la limpieza de los macrovertidos ilegales y el precinto de la planta municipal¡±, contin¨²a Gonz¨¢lez. Pero no es su ¨²nico problema. ¡°Carecemos de cualquier tipo de servicios¡±, afirma. La pedan¨ªa no tiene dotaci¨®n ninguna, lo que obliga a sus habitantes a desplazarse a San Vicente del Raspeig, situado a unos cinco kil¨®metros, para cubrir sus necesidades, desde las compras a los colegios para los ni?os. ¡°Ni siquiera nos desbrozan los caminos¡±, lamenta Navarro.
La partida de Fontcalent, que tambi¨¦n combate ¡°el estigma¡± de la prisi¨®n de Alicante, que no est¨¢ en su t¨¦rmino pero cuyo nombre comparten, precisamente, por el de la sierra que las separa, capitane¨® el pasado 13 de mayo un encuentro de asociaciones vecinales de las partidas de Alicante, que cuenta con 11 pedan¨ªas, incluida la isla de Tabarca, situada a 20 kil¨®metros de distancia. La avalancha de vertidos centr¨® el debate de una reuni¨®n, apoyada por la asociaci¨®n Unir Alacant, que tambi¨¦n abord¨® la necesidad de equipamientos en otras zonas, como un nuevo colegio y un centro m¨¦dico en la Ca?ada del Fenollar o los centros sociales de El Moralet o El Verdeg¨¢s. Quieren que se les escuche, ¡°conocer la posici¨®n de cada partido pol¨ªtico y qu¨¦ soluciones nos proponen¡±, indica Gonz¨¢lez.
No son los ¨²nicos. En la provincia de Alicante hay 152 entidades singulares de poblaci¨®n, que, seg¨²n las define la Diputaci¨®n Provincial, son ¨¢reas ¡°habitadas o excepcionalmente deshabitadas¡± de un t¨¦rmino municipal, ¡°claramente diferenciadas¡± y con ¡°una denominaci¨®n espec¨ªfica que las identifica sin posibilidad de confusi¨®n¡±. Su poblaci¨®n fluct¨²a desde los tres habitantes de la Sierra de Salinas (Villena), a los 24.137 de Orihuela Costa, quiz¨¢ la ¨²nica pedan¨ªa que ¡°ha tenido cierta influencia en el Gobierno municipal¡± del t¨¦rmino al que pertenece, se?ala Enrique Conejero, profesor de Ciencia Pol¨ªtica y de la Administraci¨®n de la Universidad Miguel Hern¨¢ndez (UMH) de Elche. En el litoral oriolano, el partido CLARO, que aglutinaba las demandas del nutrido censo extranjero de la zona, lleg¨® a decidir la composici¨®n del ayuntamiento. Pero en el resto de pedan¨ªas, principalmente las de Alicante, Elche y Orihuela, ¡°el voto siempre es desafecto y contestatario, siempre se sienten desatendidos por los gobiernos municipales, consideran que est¨¢n olvidados¡±. Son pocos para influir en el voto municipal, sostiene Conejero, ¡°pero s¨ª pueden tener importancia, sobre todo las zonas rurales oriolanas, en las elecciones auton¨®micas¡±. Su voto se dirige, habitualmente, hacia partidos de ¡°derecha o extrema derecha¡±, remarca el experto.
A 30 kil¨®metros por carretera de Orihuela, en la esquina fronteriza con Murcia, se encuentra Barbarroja, una partida rural dedicada hist¨®ricamente a la agricultura de secano en la que ¡°no hay nada¡±, cuenta por tel¨¦fono Antonio Galiana, un vecino que trabaja en Alicante. ¡°No hay tiendas, ni farmacia, ni bares, colegio, bancos o cementerio¡±. ¡°El centro social cerr¨® hace cuatro a?os y tienen que reformarlo para habilitar una cocina, pero el ayuntamiento¡±, que esta legislatura ha cambiado de manos del PP al PSOE, pero cuyas competencias en pedan¨ªas recaen en Ciudadanos, ¡°dice que no tiene presupuesto¡±. La vida de sus 101 habitantes, seg¨²n el padr¨®n de 2022, se desarrolla entre Aspe y, sobre todo, Hond¨®n de los Frailes, municipios pertenecientes a otra comarca, el Medio Vinalop¨®. ¡°El m¨¦dico viene los mi¨¦rcoles por la ma?ana, pero si tienes una urgencia tienes que ir a Aspe¡±, asevera Galiana, ¡°y tenemos un cajero autom¨¢tico, pero como cobra comisiones, preferimos ir a otro que hay en Hond¨®n¡±. Tampoco hay enlace de transporte con Orihuela, ¡°solo un autob¨²s que va a Aspe¡±, pese a que el papeleo hay que hacerlo en la capital del t¨¦rmino municipal. ¡°Los pol¨ªticos no piensan en las pedan¨ªas¡±, dice tambi¨¦n Galiana, ¡°en cuatro a?os no nos han puesto ni un metro de asfalto ni han arreglado un solo camino¡±. Y, pese a sus continuas quejas por inseguridad, ¡°a la Polic¨ªa Local, ni la vemos, y la Guardia Civil tiene que venir de Aspe¡±. Galiana calcula que los vecinos con derecho a voto son ¡°unos 50¡å.
Muy diferente es la situaci¨®n de la pedan¨ªa ilicitana de La Marina, la m¨¢s alejada, a 16 kil¨®metros, del n¨²cleo urbano de Elche, que gobierna el PSOE. Sus 2.261 habitantes (INE, 2022) disfrutan de ¡°un entorno privilegiado, de gran tranquilidad, con playas¡±, reconoce Carolina S¨¢nchez, secretaria de la asociaci¨®n vecinal Pinomar-La Marina. Coincide Marga Candela, que trabaja en un restaurante a pie de playa: ¡°No cambio esto por vivir embutida en una ciudad¡±. O Philip McCormick y Sara Cunningham, una pareja de brit¨¢nicos que lleva ¡°17 a?os viviendo aqu¨ª¡± y que destacan ¡°la limpieza, el transporte con San Fulgencio¡±, donde hay un centro comercial, ¡°y los extraordinarios restaurantes¡±. Aun as¨ª, ¡°el ayuntamiento escurre el bulto¡± cuando los ciudadanos de la pedan¨ªa plantean sus problemas, subraya S¨¢nchez. ¡°La remodelaci¨®n del pabell¨®n deportivo lleva cuatro a?os sin hacerse¡±, enumera, ¡°hay poca vivienda, no hay buena conexi¨®n por transporte p¨²blico¡± y las playas y las pinadas que las rodean necesitan mantenimiento y regeneraci¨®n. Solo con mucha insistencia han logrado ¡°que el centro de salud abra el pr¨®ximo mes de septiembre¡±. ¡°Eso s¨ª¡±, ironiza S¨¢nchez, ¡°en campa?a, parece que lo que se ten¨ªa que hacer en cuatro a?os, se va a hacer en tres meses¡±.
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