Maniqu¨ªes y caballos en busca de la creatividad
El nuevo espacio de la calle Silva une ¡®coworking¡¯, escuela, lugar para eventos y ¡®showroom¡¯ enfocado a empresas minoristas y de textil
Hub. Coworking. Retail. Visual merchandising. Lab. Un porr¨®n de palabros en ingl¨¦s salen de la boca de Andrea Garc¨ªa (ella, por hangouts, perd¨®n, por videoconferencia) y de Alberto Campan¨®n. Ellos son muy cool. De hecho, ellos son Kool, o al menos, parte del alma de Kool. La directora y el space manager ¡ªcomo no pod¨ªa ser de otra manera¡ª de este novedoso, por la novedad que supone y por su reciente llegada, espacio de Madrid. Pero, m¨¢s all¨¢ de lo guay de la terminolog¨ªa en ingl¨¦s, Garc¨ªa y Campan¨®n hacen justo al rev¨¦s: intentar traducir el alma de un espacio in¨¦dito en toda Espa?a y que acaba de aterrizar en la calle de Silva, 14, a una zancada de la Gran V¨ªa.
Kool es un lugar dif¨ªcil de explicar. Hasta sus creadores y responsables lo saben. Es un sitio que va m¨¢s all¨¢ del concepto coworking, es decir, de esas oficinas compartidas que se alquilan por horas para poder trabajar en ellas que han crecido como setas estos a?os. Y m¨¢s que un lugar para eventos o para que las marcas puedan realizar presentaciones. Pero tambi¨¦n lo es. Y es m¨¢s que un sitio donde varios proveedores de fuera de Madrid muestren sus productos de forma permanente. Pero tambi¨¦n lo es. Y es m¨¢s que una escuela de dise?o. Pero tambi¨¦n lo es. Y adem¨¢s busca ser un punto donde todas esas facetas puedan mezclarse, sobre todo para empresas de retail, es decir, de comercio de tama?o medio y peque?o, en buena parte de textil, pero tambi¨¦n de alimentaci¨®n, hosteler¨ªa, eventos o cualquier otro que necesite un espacio en el centro para casi cualquier cosa. Porque como dice Garc¨ªa, ¡°nos creemos que todo es enorme, pero el 95% de las empresas del sector son pymes¡±. Y para ellas se decidieron por un espacio bonito, cuqui, apetecible.
Los m¨¢s de 300 metros cuadrados de esa primera planta luminosa, de techos alt¨ªsimos y ladrillo visto, en un edificio de 1846 que inaugur¨® Isabel II (de Espa?a) y cuya fachada es casi intocable son una mezcolanza con sentido. En ellos est¨¢n la carteler¨ªa de la empresa vasca Kendu, principal impulsor del espacio, pero tambi¨¦n los maniqu¨ªes de la valenciana Sempere, ya tengan formas humanas, de caballo o de ciervo; los focos de Ilumisa o las plantas liofilizadas, a modo de jard¨ªn vertical, horizontal o de casi cualquier manera, de Verdissimo. Las cuatro, junto a la escuela Twenty2Lab, dieron vida a este espacio. ¡°Todas pueden mostrar sus novedades sin ser competencia, colaborando y creando a la vez¡±, argumenta Campan¨®n. Y todas les sirven a los alumnos de la escuela, que hacen talleres de escaparatismo y visual merchandising, es decir, de organizaci¨®n y colocaci¨®n de las tiendas dentro, y que pasean por el lugar moviendo a los maniqu¨ªes, subidos a escaleras o trasteando con las luces.
La idea de un lugar as¨ª de raro, de valiente, les vino a Joseba Ega?a, fundador de Kendu, y a Iv¨¢n Nant¨®n, director creativo de Kool y tambi¨¦n de la escuela que acoge, TwentyTwoLab. Tras dos a?os en Italia, ¡°harto de comer pasta y pizza en el comedor del trabajo¡±, en el que era director de imagen de 1.200 tiendas de una cadena de moda, Nant¨®n vio que en Madrid no consegu¨ªa el trabajo que ansiaba. Y se decidi¨® a montar un espacio apto para todo, con marcas como colaboradoras y con otras con ganas de entrar. Y con el prestigio de una escuela muy, muy pr¨¢ctica. ¡°Que cuando alguien salga de aqu¨ª, que se sepa¡±, dice, orgulloso.
Lo que le cost¨®, m¨¢s que los socios, fue encontrar el espacio, ¡°as¨ª de cerca de Gran V¨ªa¡±. Fueron dos meses de b¨²squeda. ¡°Era una oficina mugrienta de falso techo y tubos fluorescentes¡±, recuerda Nant¨®n y asiente Campan¨®n. Lo lograron en octubre y abrieron el pasado 5 de marzo.
¡°Buscamos innovar¡±, afirma con contundencia Andrea Garc¨ªa, arquitecto de formaci¨®n y con 10 a?os de experiencia en el sector, a trav¨¦s de la pantalla. ¡°Adem¨¢s, el talento en Espa?a est¨¢ distribuido, y queremos crear una comunidad donde puedan unirse minoristas, proveedores... con comodidad. Y que adem¨¢s tengan sus ideas en un showroom, agrupados bajo una marca limpia, que esto no es una feria", intenta aclarar Garc¨ªa con humor. Quieren crear conexiones, juntar a gente freelance con proveedores, agencias... ¡°Conectar el talento¡±, como dicen Garc¨ªa y Campan¨®n. Por ejemplo: unir a una empresa de lujo que quiere hacer un curso de chino para sus empleados con uno de sus clientes que lo ofrezca; permitir testar probadores virtuales; formar equipos en habilidades digitales de empresas familiares. Madrid es pionera y pronto ampliar¨¢n a Londres. Y, si todo va bien, quieren dar el salto a Barcelona. Y a Par¨ªs. Unir, juntar, combinar y que todo funcione. ¡°Explicar un coworking es f¨¢cil: una silla y una mesa¡±, argumenta Garc¨ªa. ¡°Pero en China hay un coworking de peluquer¨ªa, y en Dub¨¢i uno de entrenamiento f¨ªsico. Y crean comunidad¡±. Como si de un Tinder real y empresarial se tratara. Para que, como les gustar¨ªa decir a sus socios, todo haga match.
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