Los 42 km del marat¨®n de Madrid corridos en una terraza de siete metros de Hortaleza
Suspendida la prueba oficial, Cristino Sandoval, jubilado de 66 a?os, ha recorrido la distancia con uno de los 9.763 dorsales solidarios cuya recaudaci¨®n ir¨¢ a C¨¢ritas y a combatir la covid-19
A las 4.30 de la ma?ana Cristino Sandoval, jubilado de 66 a?os, se prend¨ªa a la camiseta el dorsal solidario del Marat¨®n de Madrid, que ten¨ªa que haberse celebrado este domingo. Ha estado unas ocho horas y media dando vueltas dentro de la terraza de 7 metros y 30 cent¨ªmetros de su piso del distrito de Hortaleza. Cada cien largos apartaba una pinza de la ropa. Esa ha sido la forma que se la ha ocurrido para poder calcular la distancia, sin ning¨²n tipo de ayuda electr¨®nica. As¨ª hasta reunir 60 pinzas correspondientes a recorrer 6.000 veces la terraza.
Por vez primera en 43 a?os la capital no ha visto a los corredores del marat¨®n por sus calles. En su lugar, 9.763 personas han pagado como Cristino Sandoval diez euros para obtener un dorsal solidario del denominado EDP Rock¡¯n¡¯Roll Madrid Virtual Run. Todo lo recaudado ir¨¢ destinado a C¨¢ritas y a luchar contra la civid-19. Se trata de la mayor carrera virtual celebrada en Espa?a con representantes de 50 pa¨ªses, asegura la organizaci¨®n.
¡°Ha sido como una meditaci¨®n a lo bestia. No puedes pensar o evadirte porque perd¨ªa la cuenta de la distancia. Solo pod¨ªa contar¡±, relata Cristino al tiempo que trata de quitar importancia a su particular locura.
Friquis hay de todo tipo. Otros lo hacen con cubatasCristino Sandoval
Por respeto al descanso de los vecinos empez¨® de madrugada andando las dos primeras horas, a una media de entre 5 y 5,5 kil¨®metros la hora. Despu¨¦s ya se puso a trotar durante cuatro horas a un ritmo de entre 7 y 8 kil¨®metros por hora. Acab¨® el marat¨®n a la una de la tarde volviendo a andar a un ritmo r¨¢pido las dos horas y media ¨²ltimas. ¡°A veces se asomaba mi mujer a la terraza, me desconcentraba y perd¨ªa un poco las cuentas¡±, explica.
Para no desfallecer, desayun¨® un caf¨¦ con un bollo. Ha ido bebiendo agua y comiendo pl¨¢tano y barritas energ¨¦ticas. ¡°Lo que m¨¢s sufren son los gemelos pero la respiraci¨®n apenas se fuerza¡±. Eso s¨ª, ¡°es muy mon¨®tono¡±. Alguno de los vecinos le ha preguntado al verlo terraza adelante y terraza atr¨¢s. ¡°Tampoco muchos porque era domingo. Me llamaban y me despistaba. No pod¨ªa apenas hablarles¡±.
Cristino es un corredor aficionado pero con una amplia experiencia. Sus piernas tienen 34 maratones y una quincena de carreras de 100 kil¨®metros. Desde hace m¨¢s de treinta a?os es socio de Mapoma (Marat¨®n Popular de Madrid), organizadora de la prueba en la capital. Para la prueba de este domingo lleva prepar¨¢ndose todas las semanas del estado de alarma. Cada ma?ana se levanta a las 6 o 6,30 y entrena un par de horas andando en la terraza de casa. Por la tarde otra hora m¨¢s y acaba con treinta minutos de ejercicios. ¡°Esto me ha ayudado a sobrellevar el confinamiento¡±.
Una lesi¨®n en 2015 lo manten¨ªa apartado de las grandes distancias. Su rutina deportiva hasta que lleg¨® la pandemia era andar cada d¨ªa unas dos horas y media y no corre m¨¢s de 10 kil¨®metros. ¡°Ahora troto muy poco¡±, reconoce. No oculta entre risas que lo que ha hecho este domingo se sale algo de lo normal: ¡°Friquis hay de todo tipo. Otros lo hacen con cubatas¡±.
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