13.000 familias pierden sus ayudas a la rehabilitaci¨®n de edificios

En el Poblado Dirigido de Orcasitas la lluvia puede matar. Los d¨ªas de tormenta, un agua tenaz se filtra a trav¨¦s de las fachadas de los edificios. Y gota a gota, a?o tras a?o, acaba por erosionar la piedra y producir desprendimientos. En el ¨²ltimo lustro se han precipitado al vac¨ªo cinco antepechos, unos refuerzos con 1.200 kilos de peso que cuelgan bajo las ventanas. En este barrio madrile?o, el cemento a veces cae del cielo.

Por fortuna no hubo que lamentar da?os personales, las piedras chocaron con el ja...

En el Poblado Dirigido de Orcasitas la lluvia puede matar. Los d¨ªas de tormenta, un agua tenaz se filtra a trav¨¦s de las fachadas de los edificios. Y gota a gota, a?o tras a?o, acaba por erosionar la piedra y producir desprendimientos. En el ¨²ltimo lustro se han precipitado al vac¨ªo cinco antepechos, unos refuerzos con 1.200 kilos de peso que cuelgan bajo las ventanas. En este barrio madrile?o, el cemento a veces cae del cielo.

Por fortuna no hubo que lamentar da?os personales, las piedras chocaron con el jard¨ªn. A causa de estos accidentes, el anterior Ayuntamiento de Madrid declar¨® la zona ¡ªy otras 107 en deterioro¡ª ?rea Preferente de Impulso a la Regeneraci¨®n Urbana (Apiru). Esta denominaci¨®n permite optar a las ayudas Mad-re, que costean tres cuartas partes de la rehabilitaci¨®n del inmueble. El gobierno de Manuela Carmena llev¨® a cabo tres convocatorias de estas subvenciones que ha heredado el actual Consistorio. La ¨²ltima de ellas, abierta en 2018, solo podr¨¢ pagarse a la mitad de los solicitantes. El ?rea Delegada de Vivienda presupuest¨® 50 millones de euros para afrontar los pagos, cuando eran necesarios casi 100. Esto supondr¨¢ la desestimaci¨®n de unas 650 solicitudes presentadas por comunidades de vecinos como las de Orcasitas. M¨¢s de 13.000 familias perder¨¢n sus ayudas, como ha indicado este viernes en Cibeles la edil socialista Mercedes Gonz¨¢lez.

La concejal¨ªa de Vivienda acumula a d¨ªa de hoy 2.600 expedientes de la legislatura precedente sin resolver, seg¨²n datos municipales. Dado este atasco, es posible que los vecinos tarden todav¨ªa meses en conocer el futuro de sus ayudas. El equipo precedente dot¨® de igual presupuesto a las ediciones Mad-re 2017 y 2018. Sin embargo, la segunda convocatoria recibi¨® el doble de solicitudes. Entonces el Consistorio de Ahora Madrid, previendo el desajuste, increment¨® la financiaci¨®n en la Junta de Gobierno del 9 mayo de 2019. Una inyecci¨®n que jam¨¢s se recogi¨® en los presupuestos de Almeida. Jos¨¦ Manuel Calvo, concejal de Vivienda del anterior Ayuntamiento, precisa la ¡°intenci¨®n de borrar el legado de Carmena, a trav¨¦s de un plan similar al nuestro, pero menos ambicioso y peor dotado¡±.

Ese plan tiene nombre propio: Rehabilita2020. Poco m¨¢s se conoce del programa que anuncia el actual titular de Vivienda, ?lvaro Gonz¨¢lez. Seg¨²n informa, estar¨¢ dotado de casi 15 millones de euros, pero los presupuestos para este a?o solo reflejan siete. El programa no est¨¢ aprobado por la Junta de Gobierno y ya cuenta con un contrato para su publicidad, adjudicado por 16.000 euros a la agencia September Worldwide. El concejal popular ha anunciado, asimismo, que su proyecto estar¨¢ incluido en un acuerdo de colaboraci¨®n con el Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO).

El ?rea Delegada de Vivienda presupuest¨® 50 millones de euros para afrontar los pagos, cuando eran necesarios casi 100

Este diario ha averiguado que el convenio lleva bloqueado desde febrero. A d¨ªa de hoy no contempla Rehabilita2020, sino la financiaci¨®n ¡ªcon 12,5 millones de euros¡ª de los dos proyectos que gestiona la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS): Mad-re y el Plan Estatal de Vivienda. ¡°El ?rea Delegada de Vivienda nunca ha dado por cerrado ese acuerdo¡±, concede ?lvaro Gonz¨¢lez. ¡°Quer¨ªamos a?adir los planes futuros, el Rehabilita 2020, que pensamos que es bueno para toda la ciudad de Madrid¡±. El ICO desconoce esta propuesta, pues no se ha presentado y nunca estuvo contemplada en las negociaciones. ¡°Esperamos que al ICO tambi¨¦n le guste ese acuerdo y lo quiera incluir en un protocolo m¨¢s ambicioso¡±, a?ade el concejal popular.

Por su parte, el banco p¨²blico se reafirma: ¡°Estamos a disposici¨®n de firmar el protocolo de actuaci¨®n acordado cuando nos confirmen fecha para ello desde la EMVS¡±. El acuerdo entre entidades generar¨ªa una l¨ªnea crediticia con un tipo de inter¨¦s del 2,3%, muy por debajo del mercado. Esta clase de pr¨¦stamos sirven para que las comunidades de vecinos paguen sin recurrir a grandes endeudamientos su parte correspondiente de las obras; aquella que las subvenciones dejan al descubierto. Tambi¨¦n aportar¨ªa liquidez cuando se conceda la ayuda, pues esta suele tardar al menos un a?o en ingresarse en la cuenta bancaria, a decir de los propietarios.

El ?rea Delegada de Vivienda nunca ha dado por cerrado ese acuerdo

?lvaro Gonz¨¢lez, titular del ?rea Delegada de Vivienda

Al frente de las negociaciones con el ICO estuvo Jos¨¦ Antonio Acosta, gerente de la empresa municipal, nombrado a petici¨®n del concejal de Desarrollo Urbano Mariano Fuentes, de Ciudadanos. Pero Acosta depende directamente del ?rea Delegada de Vivienda, cuyo titular es el popular ?lvaro Gonz¨¢lez. Un funcionario del Ayuntamiento diserta que ¡°Ciudadanos recibi¨® las competencias en vivienda, tras los pactos del gobierno municipal, pero el alcalde quiso tener controlada la EMVS y cre¨® ad hoc el puesto de Gonz¨¢lez¡±. La edil socialista Mercedes Gonz¨¢lez agrega otros porqu¨¦s: ¡°?lvaro [Gonz¨¢lez] est¨¢ a cargo de un ¨¢rea sin competencias propias y necesita justificar su existencia. Por eso torpedea las iniciativas que surgen de la EMVS¡±.

Unos documentos a los que ha tenido acceso EL PA?S demuestran que el convenio cuaj¨® a finales de enero. Por mucho que el concejal de Vivienda asegure que nunca se ultim¨®, el acuerdo iba a escenificarse en febrero, con la r¨²brica de Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, alcalde de Madrid, y Jos¨¦ Carlos Garc¨ªa de Quevedo, presidente del ICO. El texto entonces inclu¨ªa unos avales dirigidos al Programa de Fomento de la Regeneraci¨®n y Renovaci¨®n Urbana y Rural (Arrur) del Plan Estatal de Vivienda. Estas ayudas beneficiar¨¢n a 4.900 edificios, repartidos en 10 barrios vulnerables de la capital.

El contacto entre entidades se abandona y no se retoma hasta marzo, cuando el acuerdo crece. A petici¨®n de varias asociaciones de vecinos, el texto recoge financiaci¨®n para las dos ¨²ltimas convocatorias del plan Mad-re, heredado de Carmena. Entonces, las partes preparan un pliego con las nuevas condiciones que se suscribir¨ªan el 23 de marzo. Con el estado de alarma, la idea era aprobarlas telem¨¢ticamente, esta vez sin celebrar un acto pol¨ªtico. Pero de nuevo, la fecha pasa de largo sin explicaciones.

Manuela Navarro, de 65 a?os, forma parte de la Asociaci¨®n Guetaria de Orcasitas y escribi¨® el mes pasado una carta al alcalde preguntando por la financiaci¨®n del ICO. La respuesta lleg¨® el 29 de abril de la mano de ?lvaro Gonz¨¢lez: ¡°Estamos volcados en sacar adelante este proyecto, el cual se encuentra en una fase muy avanzada, teniendo en cuenta que se trata de una l¨ªnea novedosa, que nunca se hab¨ªa aplicado en estas condiciones y que sin duda supondr¨¢ una revoluci¨®n¡±, puede leerse en la misiva. Por las palabras del concejal no lo parece, pero en aquellas fechas el texto definitivo estaba consensuado a falta de su firma.

El Poblado Dirigido de Orcasitas pertenece al 16% m¨¢s pobre de la regi¨®n. Los edificios con antepechos se levantaron en la d¨¦cada de los ochenta, sustituyendo a las construcciones que sembr¨® el ¨¦xodo rural. Entonces nadie repar¨® en el fallo de dise?o arquitect¨®nico que hoy mantiene al barrio, de nuevo, pendiente de las excavadoras. Arreglar la fachada de cada bloque sale por unos 350.000 euros, a repartir entre 20 vecinos. Las ayudas del plan Mad-re inclu¨ªan un aislamiento t¨¦rmico que envuelve el inmueble. Al instalar los paneles aislantes se retira tambi¨¦n el amianto de la cubierta. ¡°Se trata de convertir los edificios peligrosos en viviendas de bajas emisiones¡±, apunta Navarro.

Su comunidad de vecinos fue la primera en experimentarlo. Hace dos a?os sirvi¨® de ¡°reclamo publicitario¡± para que el resto del barrio solicitara las subvenciones. Algunos nunca las recibir¨¢n, pues se presentaron a la convocatoria Mad-re 2018, hoy sin presupuesto suficiente. En la casa de Navarro siguen pagando los intereses del pr¨¦stamo bancario: ¡°No todos puede afrontar derramas tan altas. Sobre todo, despu¨¦s de la crisis sanitaria, que tendr¨¢ reverberaciones econ¨®micas. Por eso es imprescindible combinar las subvenciones con los cr¨¦ditos p¨²blicos¡±. El sal¨®n de su piso concede vistas a todo el barrio. Un primer plano de los malditos antepechos: ¡°Prefiero poner la mirada en el horizonte. Si reparo en ellos me cojo un disgusto¡±.