La huella de Carmena se difumina de M¨¢s Madrid
Higueras y Calvo se desvinculan de la reconstrucci¨®n pol¨ªtica del partido en v¨ªsperas del congreso que decidir¨¢ el futuro de la formaci¨®n
Manuela Carmena se neg¨® a quedar relegada a la oposici¨®n y abandon¨® la pol¨ªtica despu¨¦s de las ¨²ltimas elecciones. Desde entonces, M¨¢s Madrid ha reivindicado la impronta de una jueza con estrella que tom¨® Cibeles tras un cuarto de siglo conservador. Pero el anuncio de que Marta Higueras -coportavoz del grupo y mano derecha de la exalcaldesa- se desliga de la reconstrucci¨®n pol¨ªtica del partido, evidencia un conflicto latente entre dos almas: la municipal y la auton¨®mica.
La decisi¨®n de Higueras llega en un momento en que la marca, primera fuerza del Ayuntamiento y cuarta en la Comunidad, se encuentra inmersa en debates internos. Culminar¨¢n en el congreso telem¨¢tico de este mes, donde se elegir¨¢ a una nueva direcci¨®n y se aprobar¨¢n los estatutos. Con suerte, el proceso podr¨¢ replicarse en otros territorios, a fin de perge?ar una organizaci¨®n de envergadura nacional que ya cuenta con tres representantes en la C¨¢mara baja. La idea se sostiene con mayor entusiasmo desde la bancada de la formaci¨®n en la Asamblea de Madrid, cuyos diputados soportan la financiaci¨®n del partido donando el doble de salario que el grupo municipal.
Los concejales de M¨¢s Madrid ceden un 10% de su sueldo bruto, mientras que los diputados auton¨®micos limitan sus ingresos a tres salarios m¨ªnimos de 900 euros. Esa diferencia en los compromisos financieros indica la existencia de dos esferas paralelas, hasta ahora poco conectadas entre s¨ª debido a la ausencia de un armaz¨®n org¨¢nico. Higueras sostiene que la creaci¨®n de ese nuevo esqueleto pol¨ªtico es leg¨ªtima, sin embargo, ella se reclama ¡°parte del proyecto original al que los ciudadanos votaron el 26 de mayo¡±. Y se reafirma en las donaciones actuales: ¡°Mi determinaci¨®n no tiene que ver con esto, pero aclaro que jam¨¢s incumplir¨¦ los requisitos que he firmado. Lo que no har¨¦ es pagar la cuota de un partido al que no voy a afiliarme¡±.
La que fuera teniente de alcaldesa todav¨ªa llama a Carmena por su nombre de pila. Est¨¢n unidas mediante una amistad fraguada hace tres d¨¦cadas en la judicatura y fortalecida en la cuarta planta del palacio de Cibeles: ¡°Sigo creyendo en su visi¨®n y en la plataforma que ella cre¨®¡±. Higueras ha seguido de cerca las reuniones y asambleas de lo que denomina ¡°un nuevo M¨¢s Madrid¡±. Pero no le convence que la meta final sea ¡°reproducir las l¨®gicas de los partidos¡±, aunque mantendr¨¢ su acta y conservar¨¢ la portavoc¨ªa que comparte con Rita Maestre. ¡°Estoy segura de que mis compa?eros, cuyo trabajo es tan valioso para la ciudad, sabr¨¢n encontrarle un encaje al carmenismo en el nuevo organigrama¡±.
¡°Los partidos pueden llegar a ser una r¨¦mora. Son necesarios para el funcionamiento de la democracia, claro, porque todav¨ªa no hemos dado con una f¨®rmula mejor. Pero el objetivo ha de ser superar esta forma organizativa y de hacer pol¨ªtica¡±, agrega Higueras. Esta contundencia contrasta con que ocupara el n¨²mero dos de M¨¢s Pa¨ªs, para concurrir a las pasadas elecciones generales. Despu¨¦s cedi¨® su esca?o a In¨¦s Saban¨¦s, porque ¡°Equo es una fuerza plural que merece obtener representaci¨®n propia¡±. Preguntada por aquella aventura, la edil responde de este modo: ¡°??igo Errej¨®n es un gran parlamentario y me alegro de haber colaborado con ¨¦l. Sin embargo, en Madrid me debo al proyecto que nos trajo al Ayuntamiento, el que lider¨® Carmena, y a ning¨²n otro¡±.
El s¨¢bado Higueras se qued¨® sola con sus lealtades. Nadie m¨¢s en el partido difundi¨® el mensaje en las redes sociales mediante el que anunciaba su decisi¨®n de quedarse al margen de la reconstrucci¨®n. A excepci¨®n de Jos¨¦ Manuel Calvo, que comparti¨® el breve comunicado e hizo p¨²blico su propio distanciamiento. El edil, que ocup¨® la concejal¨ªa de Desarrollo Urbano en tiempos de Carmena, dice estar ¡°curado de espanto con la experiencia de Podemos¡±. En las organizaciones pol¨ªticas, a?ade, la tensi¨®n es omnipresente: ¡°Se exige adhesi¨®n hasta las ¨²ltimas consecuencias a riesgo de perder el carn¨¦¡±. Por eso, no le interesa repetir un trabajo de puertas para dentro y prefiere centrarse en hacer oposici¨®n.
Con todo, D¨ªaz Ayuso no es Mart¨ªnez Almeida. Pese a compartir militancia popular, la presidenta de la Comunidad y el alcalde han encarado con dos estilos distintos la crisis. Los Pactos de la Cibeles dif¨ªcilmente podr¨ªan replicarse en la Asamblea, donde la bronca se ha instalado como f¨®rmula. Dos escenarios tan dispares dificultan en M¨¢s Madrid la unidad de acci¨®n: ¡°La estrategia no puede ser igual, porque uno y otro gobierno difieren en su predisposici¨®n al di¨¢logo. En un lado hace falta ser m¨¢s agresivos y en el otro podemos permitirnos mayor relajo¡±, indica Calvo, para se?alar despu¨¦s que solo ¡°la autonom¨ªa de los grupos garantiza una pol¨ªtica sobre el terreno¡±. El edil asegura que otros muchos concejales ¡°se han mantenido al margen del nuevo proceso organizativo¡±. Algunos militan en otras organizaciones, como F¨¦lix L¨®pez Rey, que lo hace en la Izquierda Unida de Orcasitas. Pero todos han evitado notificarlo a los medios: ¡°Haci¨¦ndolo, te expones mucho¡±.
En M¨¢s Madrid lo niegan y subrayan que la decisi¨®n de Calvo e Higueras ha pillado por sorpresa. En el partido no entienden que dos personas con una legislatura entera a sus espaldas se presenten como independientes. Tambi¨¦n informan de que la unificaci¨®n financiera se tratar¨¢ en el congreso de este mes. Las donaciones ser¨¢n progresivas, en funci¨®n del salario y sin importar que el acta sea municipal o auton¨®mica.
Rita Maestre, coportavoz en el Ayuntamiento, concede que hallar¨¢n el modo de ¡°unir a quienes no quieran vincularse org¨¢nicamente con la abrumadora mayor¨ªa de concejales y militantes que s¨ª quieren¡±. El carmenismo puede quedarse hu¨¦rfano.
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