Un festival para bailar dentro del coche
Rulo y La Contrabanda y Marlon ofrecen el pintoresco primer concierto de la historia en un autocine
¡°Ha sido una experiencia surrealista, francamente marciana, pero al final hemos terminado sintiendo el t¨ªpico subid¨®n¡±. Juan¨ªn, Adri y Jorge, tres de los cinco integrantes de la banda de rock juvenil Marlon, entrecruzan animadamente sus diagn¨®sticos en el tenderete habilitado como camerino en el autocine del barrio de Fuencarral. Ah¨ª donde les ven, los asturianos acaban de pasar a la historia de nuestra m¨²sica en un apartado no ya ins¨®lito, sino inimaginable hace solo unos meses: este mi¨¦rcoles se convirtieron en el primer grupo en ofrecer en Espa?a un concierto frente a una explanada de autom¨®viles.
Los casi 600 espectadores que disfrutaron de su m¨²sica, la de Rulo y La Contrabanda y el pinchadiscos Ed Is Dead desde el interior de 230 veh¨ªculos pulverizaron todas las entradas en cinco minutos. No es que se tratase de un festival al uso, pero recordaba vaga y lejanamente a aquella vieja sensaci¨®n de disfrutar de la m¨²sica en directo junto a los colegas. As¨ª son los suced¨¢neos ¨Cmenos es nada¨C en la era de la nueva normalidad.
¡°Los chavales estaban locos por volver a tocar juntos y este modelo de espect¨¢culo, a fin de cuentas, es muy seguro en t¨¦rminos sanitarios y m¨¢s participativo que un concierto por streaming¡±, se felicitaban las responsables de Get In, la empresa de contrataci¨®n tanto de Rulo como de Marlon. En la misma noche en que, seg¨²n los calendarios prepand¨¦micos, John Fogerty habr¨ªa llenado el WiZink Center y Paul McCartney ten¨ªa cita en el Ol¨ªmpico de Montju?c, hubimos de conformarnos con un recital de amplificaci¨®n m¨ªnima en un descampado de pol¨ªgono industrial. Una experiencia rara, simp¨¢tica de puro pintoresca. La m¨²sica no se disfruta directamente desde el escenario, sino a trav¨¦s de la FM del coche. Los b¨®lidos descapotables y los de techo solar cotizan al alza, aunque sin palos de golf a la vista. Algunos bailan, casi todos picotean, el ligoteo se intensifica y los esc¨¦pticos se despanzurran con los pies por fuera de la ventanilla. Y al finalizar las canciones, como signo de aprobaci¨®n, se perpetra una sinfon¨ªa de bocinazos. Nunca una orquesta de cl¨¢xons fue tan buena se?al.
La idea de organizar el primer evento musical de la historia de Espa?a en un autocine (o drive-in, en castellano moderno) parti¨® de un gigante del sector, BMW. La directora de Marketing de la casa, Laura Crespo, se mostraba radiante. ¡°Hemos conseguido que la gente sea feliz con una actividad de ocio y cultura, ayudado a los artistas y recaudado fondos para el Banco de Alimentos. La infraestructura no es la misma que la de un estadio, evidentemente, pero hemos vuelto a comprobar c¨®mo la m¨²sica conserva ese poder m¨¢gico de transformar nuestro estado de ¨¢nimo¡±, razonaba. La curiosidad ante un formato tan in¨¦dito propici¨® que se acreditaran para el evento un total de 57 medios de comunicaci¨®n. M¨¢s que en la inmensa mayor¨ªa de los grandes festivales.
¡°Yo pens¨¦ que me iba a tirar en pijama hasta 2021, as¨ª que me siento agradecido y privilegiado por estar de nuevo en activo¡±, se sinceraba Ra¨²l Guti¨¦rrez, alias Rulo, que ya hace un mes protagoniz¨® en Santander el primer concierto tras el confinamiento. ¡°Es cierto que ven¨ªamos de un momento muy dulce, de tres llenos en La Riviera, y todo ha saltado por los aires. Pero hay que ponerse en modo disfrut¨®n: la alternativa es el silencio¡±. Y a los hiperactivos, como es su caso, no los aplacan ni media docena de estados de alarma: ha aprovechado el par¨¦ntesis para elaborar junto a la periodista ?frica Egido una autobiograf¨ªa, Tres acordes y la verdad. Como la m¨¢xima del cantante country Harlan Howard. Como el t¨ªtulo del ¨²ltimo disco de Van Morrison.
Al final, como enfatizaban los chavales de Marlon, se trata de ¡°no caer en el derrotismo¡± y buscar destellos de luz entre tantas calamidades. ¡°Lo que est¨¢ pasando es una putada para todo el mundo, claro¡±, asume Juan¨ªn, el guitarrista de la banda, de 27 a?os, ¡°pero nos negamos a considerarnos una generaci¨®n a la que le persigue la mala suerte. En el c¨®mputo global somos muy felices¡±. De hecho, ¨¦l y Adri¨¢n Roma, el cantante (31 a?os), han pasado juntos los setenta y tantos d¨ªas del confinamiento y aprovecharon para componer un lote de nuevas canciones. La primera, De L.A. a Nueva York, ver¨¢ la luz ya este pr¨®ximo viernes. Es como ellos: sonriente, asertiva, vivaz. ¡°Solo que esta vez acabamos desconectando de la tele y las redes sociales, porque era todo demasiado angustioso¡±.
?Alguna otra consecuencia positiva de la maldita covid? Que Jorge, el bajista y benjam¨ªn de los cinco (24 a?itos), ha logrado aplacar ¡°en buena medida¡± su hipocondr¨ªa cr¨®nica. ¡°Yo era de los que se pon¨ªa hist¨¦rico con cualquier tonter¨ªa, al ver una motita negra en el pan. De esta hemos aprendido a dar la importancia justa a cada cosa. He sobrevivido a la pandemia y a mi coronavirus mental¡±, se sonr¨ªe. Ha ca¨ªdo ya la noche y la chavaler¨ªa sube el volumen de las radios para escuchar a Rulo, c¨¢ntabro ilustre y roquero sentimental. Ra¨²l se atreve incluso a caminar un rato entre los coches y a ofrecer un emotivo homenaje a Pau Don¨¦s con una versi¨®n de Completo/Incompleto, aprovechando que su guitarrista, Dani ¡°Patillas¡± Barald¨¦s, trabaj¨® varias temporadas para Jarabe de Palo. Tal vez los autocines figuren, junto a las hamburguesas y el ¡°truco o trato¡± de Halloween, entre las aportaciones m¨¢s pavorosas de la cultura estadounidense a la humanidad. Pero este 17 de junio se incorporaron a la n¨®mina de los peque?os milagros de la desescalada.
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