La ciudad que quiere desterrar al Rey em¨¦rito del callejero
El Ayuntamiento de Pinto organizar¨¢ una consulta para buscarle otra denominaci¨®n a su parque m¨¢s emblem¨¢tico, Juan Carlos I
Verano de 1998. El sol cae a plomo. Don Juan Carlos I llega a Pinto en coche oficial. En la entrada del parque que lleva su nombre y que est¨¢ a punto de inaugurar se topa con un busto de bronce donde ve reflejado su rostro de hombre solemne. Le recibe Antonio Fern¨¢ndez D¨ªaz, el alcalde. Las dos autoridades se abrazan, se dan palmadas en la espalda, bromean. El rey campechano y el pol¨ªtico socialista, un populista que en cuesti¨®n de unos a?os caer¨¢ en desgracia, parecen disfrutar el momento. El cielo se llena de fuegos artificiales. Es el retrato de la Espa?a de los 90.
Dos d¨¦cadas despu...
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Verano de 1998. El sol cae a plomo. Don Juan Carlos I llega a Pinto en coche oficial. En la entrada del parque que lleva su nombre y que est¨¢ a punto de inaugurar se topa con un busto de bronce donde ve reflejado su rostro de hombre solemne. Le recibe Antonio Fern¨¢ndez D¨ªaz, el alcalde. Las dos autoridades se abrazan, se dan palmadas en la espalda, bromean. El rey campechano y el pol¨ªtico socialista, un populista que en cuesti¨®n de unos a?os caer¨¢ en desgracia, parecen disfrutar el momento. El cielo se llena de fuegos artificiales. Es el retrato de la Espa?a de los 90.
Dos d¨¦cadas despu¨¦s, el nombre del alcalde sigue envuelto en sospechas y el rey, ya como em¨¦rito, ha perdido la asignaci¨®n anual de la Casa del Rey. Su hijo incluso ha renunciado a su herencia. Aquel d¨ªa de junio en el que el monarca y el alcalde se hermanaron, un momento que parec¨ªa definitivo, escrito en piedra, ya ha comenzado a borrarse. Los tres partidos de izquierdas de la ciudad han decidido llevar al pleno de la semana que viene una moci¨®n para retirar del parque el nombre del monarca y esconder su efigie en alg¨²n almac¨¦n municipal.
Pinto, una ciudad de m¨¢s de 50.000 habitantes, a va a ser uno de los primeros lugares de Espa?a que borre las huellas de un personaje hist¨®rico que jug¨® un papel fundamental en la Transici¨®n. La investigaci¨®n de la justicia suiza, que indaga al rey em¨¦rito y a su antigua amiga Corinna Larsen por blanqueo de capitales y fraude fiscal, ha acelerado la desafecci¨®n hacia la figura del rey, que abdic¨® en 2014 en favor de su hijo, Felipe VI. La moci¨®n saldr¨¢ adelante, salvo que alguno de los partidos se eche atr¨¢s. Los tres suman los apoyos suficientes.
La idea en primera instancia fue de Podemos, que tiene un concejal. A Unidas Pinto, una congregaci¨®n de partidos en la que Podemos estuvo integrado durante el anterior mandato, que tiene cuatro, le pareci¨® bien tambi¨¦n y la hizo suya. Hasta ah¨ª parec¨ªa el gesto de unos partidos abiertamente republicanos, aunque solo se quedaba en eso, una propuesta que con suerte har¨ªa algo de ruido. Sin embargo, el PSOE, que gobierna en minor¨ªa, decidi¨® sumarse. En la moci¨®n que firman los tres partidos argumentan que no se trata de elegir entre monarqu¨ªa y rep¨²blica, sino que se trata de un asunto mucho m¨¢s sencillo: ¡°Estamos seguros de que muchos residentes de Pinto no quieren que el espacio m¨¢s emblem¨¢tico de nuestra ciudad tenga un nombre que se pueda considerar dudoso en el ¨¢mbito de lo ¨¦tico o de lo moral¡±.
El nuevo nombre del lugar se elegir¨¢ mediante una consulta antes de que acabe el a?o, ¡°No vamos a ponerle la Pasionaria, ni Aza?a, ni Fidel. Buscamos algo as¨¦ptico que no cree controversia y que dure para siempre¡±, explica Rafael S¨¢nchez, de Unidas Pinto. Sabe de lo que habla. En la anterior legislatura, en la que fue alcalde, retir¨® el nombre de la Infanta Cristina de un centro cultural y lo renombr¨® con su anterior denominaci¨®n, la de toda la vida, Casa de la Cadena.
¡°Nos critican por impulsar esto, nos dicen que no es el momento. Siempre estamos con esa cantinela de que no es el momento. Esa es la excusa para no cambiar nada. Tampoco era el momento para desenterrar a Franco. Hay que hacerlo y se hace. Es una cuesti¨®n de dignidad. Ese nombre esta manchado¡±, contin¨²a S¨¢nchez. El alcalde debe pensar algo parecido, pero es imposible saberlo. Desde que trascendi¨® la moci¨®n ha tenido un perfil bajo, tan bajo que huye de las entrevistas.
Los partidos de la oposici¨®n creen que la moci¨®n no tiene sentido. ¡°Lo primero que va a hacer este alcalde desde que gobierna es decapitar al rey¡±, opina Salom¨®n Aguado, portavoz del PP. Cree que se deber¨ªa respetar su presunci¨®n de inocencia y no tratar de borrarlo de la historia como un apestado. ¡°Es una cortina de humo para tapar su gesti¨®n. Es ir¨®nico que el que le puso el nombre al parque fuera otro alcalde socialista, que adem¨¢s llam¨® Pr¨ªncipes de Asturias al pabell¨®n de deportes. Ah, bueno, y resulta que el busto lo hizo la presidenta local del PSOE. Es de no creer¡±.
El parque en cuesti¨®n es un peque?o Retiro con olivos, un lago y largas avenidas de albero. En la entrada, la maleza ha crecido hasta casi ocultar el nombre de Juan Carlos I forjado en hierro, como si la naturaleza predijera lo que est¨¢ por venir.