Balada triste en el s¨®tano de un hostal vac¨ªo
La obra ¡®Criaturas dom¨¦sticas¡¯, la historia de tres trabajadoras del hogar y su se?ora, se representa ante solo seis personas por funci¨®n en el subsuelo del Bastardo Hostel
Luc¨ªa Trentini, Gloria Albalete y Bego?a Caparr¨®s empezaron a tejer la funci¨®n teatral Criaturas dom¨¦sticas cada una en su casa, durante el confinamiento, a trav¨¦s dela plataforma Zoom. Comenzaron a hacer ejercicios por videollamada por la necesidad, cuentan, de actuar. En la desescalada, las tres amigas actrices se juntaron para afinar el objetivo: ?De qu¨¦ queremos hablar?Pero un par de casualidades les contestaron a la pregunta.
Una amiga de Trentini le dej¨® una bolsa con ropa que ten¨ªa por su trabajo en vestuario cuando se march¨® de Madrid. Eran todo batas de se?oras de la limpieza. A partir de ah¨ª, se pusieron a buscar una ubicaci¨®n en la que representar una pieza que cuenta la historia de tres trabajadores del hogar. Bego?a conoc¨ªa a Juan, el due?o del Bastardo Hostel (San Mateo, 3), un estiloso albergue cerca del metro Tribunal que se encuentra desde hace meses cerrado a turistas y por lo tanto vac¨ªo por el estado de alarma. Juan les dio libertad para elegir el espacio que quisieran de todo el edificio, un bloque de techos altos y paredes de cristal que tambi¨¦n es un bar y un restaurante (que reabrir¨¢ en septiembre). Quer¨ªan actuar en todos los pasillos del Bastardo, pero se enamoraron del s¨®tano, de tan reducido espacio que les obliga a actuar para tan solo seis espectadores por funci¨®n. ¡°Nos gustaba todo, pero cuando vimos ese sitio¡¡±, recuerda Caparr¨®s.
Ese piso est¨¢ dividido en tres espacios que sirven tambi¨¦n para organizar los tres actos de la obra. Oda a la lej¨ªa, el primero, se desarrolla en los ba?os de los clientes del restaurante. La desgracia de no ser bonita, el segundo, sucede en la cocina y lavander¨ªa de los hu¨¦spedes del hostal. Y el tercero, Instrucciones para una muerte dom¨¦stica, tiene lugar en una habitaci¨®n blanca y vac¨ªa. Estas circunstancias llevaron a las tres actrices, bajo la direcci¨®n y el texto de Trentini, a contar la historia de tres se?oras de limpieza que cometen un crimen en la casa de su se?ora. Ya ten¨ªan el vestuario y la escenograf¨ªa pr¨¢cticamente preparadas.
La sumisi¨®n del servicio dom¨¦stico es la idea sobre la que se construye la obra. Albalete, al principio de la cuarentena, comenz¨® a interesarse por las condiciones laborales precarias de las trabajadoras de hogar. ¡°Ellas no tienen ni seguridad social, pero cuando lleg¨® la pandemia nos dio esa obsesi¨®n por la limpieza, de repente faltaban los productos en los supermercados¡¡±, apunta Albalete. ¡°Hab¨ªa familias que se quedaron sin esa ayuda b¨¢sica en las casas. ?Qu¨¦ pasa cuando tienes que ponerte a limpiar por primera vez en tu vida?¡±, apunta Caparr¨®s. ¡°Los trabajadores m¨¢s esenciales son los peor tratados y los m¨¢s vapuleados¡±, contin¨²a.
La obra se puede ver hasta el pr¨®ximo 29 de julio, todos los d¨ªas salvo el lunes, en dos pases (19.00 y 20.30) por 13 euros
La relaci¨®n de las tres trabajadoras dom¨¦sticas con la se?ora durante la obra pone de manifiesto el maltrato que puede darse en relaciones laborales, pero tambi¨¦n amorosas. ¡°Me trata mal pero es quien me da de comer¡±, explica Trentini sobre la figura de la se?ora. Las moscas es el animal que utiliza la dramaturga como met¨¢fora para representar una violencia ¡°cotidiana e imperceptible¡±, dice uno de los personajes, com¨²n en la violencia machista.
Tambi¨¦n aparece, al hilo de la violencia de g¨¦nero, el amor rom¨¢ntico. ¡°En Colombia a las baladas se les llama m¨²sica de planchar porque est¨¢ asociada a las mujeres cuando limpian y leen promesas de amor que nunca ser¨¢n para ellas¡±, apunta Trentini ¡°Ellas siempre en limbo, en el subsuelo¡±, zanja. Por eso suena continuamente Raphael y su Balada de la trompeta durante toda la tragicomedia.
Los pocos espectadores que asisten a cada pase se mueven por las estancia a lo largo de la obra. Las actrices les pueden mirar a los ojos, pero no es microteatro, aclaran: dura 45 minutos y una pieza de microteatro dura 15. S¨ª que comparte la cercan¨ªa, pero en el teatro postcovid se ha perdido esa respuesta en la cara de los asistente: permanecen todo el espect¨¢culo con la mascarilla y es m¨¢s dif¨ªcil descifrar si les est¨¢ gustando. ¡°No sabemos qu¨¦ sienten, a veces pensamos que est¨¢n serios y luego resulta que les ha encantado¡±, cuentan las actrices. Esta es la ¨²nica actividad que tiene lugar en un edificio sin gente en el que la performance, cuenta Caparr¨®s, empieza fuera: desde que decretaron el estado de la alarma una veintena de personas sin hogar viven ah¨ª.
Hasta el pr¨®ximo 29 de julio, todos los d¨ªas salvo el lunes, se puede ver en dos pases (19.00 y 20.30) por 13 euros. 12 veces cada semana. Intentan no repetirse, que siga vivo. Por eso, todos los d¨ªas, pasan del subsuelo a la terraza del cercano mercado de Barcel¨® para tomarse unas cervezas ellas tres y los espectadores que quieran quedarse. En ese rato comentan lo que ha pasado en las dos funciones y van mejorando e introduciendo detalles para que la obra siga evolucionando. Aunque no har¨¢n pases en agosto ya est¨¢ acordado con Bastardo Hostel que volver¨¢n en septiembre.
M¨¢s que un hostal
Adem¨¢s de un original albergue en el centro de la ciudad, Bastardo Hostel busca ser "un laboratorio cultural", en el que poder asistir a un concierto, a una actuaci¨®n art¨ªstica, a un espect¨¢culo de danza o a una proyecci¨®n de una pel¨ªcula de vanguardia. As¨ª, el edificio no tiene por qu¨¦ solo ser visitado por turistas, sino tambi¨¦n por locales. Por ejemplo su restaurante, el Asador Limbo, que planea reabrir en las pr¨®ximas semanas, propone una experiencia a la brasa aderezada con las mejores cervezas artesanas.
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