Ayuso acusa al Gobierno central de cerrar Madrid ¡°a punta de pistola¡±
La diputada de M¨¢s Madrid, M¨®nica Garc¨ªa, ha apuntado con el gesto de la pistola a la bancada popular. El clima de tensi¨®n y crispaci¨®n aumenta cada d¨ªa m¨¢s en la Asamblea de Madrid
Ya no hay tantos corrillos. La pandemia ha fulminado hasta los cuchicheos de los pasillos. Los diputados han llegado este jueves a la Asamblea de Espa?a a cuenta gotas. La Asamblea de Espa?a es la de Madrid, claro. ¡°Madrid es Espa?a dentro de Espa?a¡±, Ayuso dixit. Y semana a semana se cumple. No se habla de otra cosa. ?Para qu¨¦? Si Madrid es Espa?a con Madrid dentro de Espa?a con Espa?a dentro de Madrid.
Se encienden los focos en el hemiciclo. Aqu¨ª s¨ª empiezan los cuchicheos entre los esca?os de las se?or¨ªas. Ayuso se sienta, se quita la mascarilla, se remanga la chaqueta blanca y dialoga brevemente con su vicepresidente, Ignacio Aguado. Uno al lado del otro. Sin distancias, pero con un pl¨¢stico transparente entre ambos de un metro de largo. En teor¨ªa, no deber¨ªa de haber contagio. En la pr¨¢ctica, a la hora de afrontar la pandemia, tampoco. No hay acuerdo en el seno del Gobierno. Ayuso ejecuta. Aguado conmuta. Ciudadanos se diluye d¨ªa tras d¨ªas mientras los populares se frotan las manos.
Primer turno en el pleno. Unidas Podemos. ¡°?Qu¨¦ va a hacer, se?ora Ayuso, en lo que queda de la legislatura? Lo que dure, quiero decir, usted o la legislatura¡±, pregunta con sorna y ah¨ªnco la diputada Isabel Serra. ¡°Muy amable por su amable pregunta¡±, contesta con cierta guasa la presidenta. No hay jueves sin golpes entre las dos isabeles madrile?as. De repente, se habla de la okupaci¨®n. ¡°Reforzaremos la sanidad. Hemos comprado cinco millones de test [¡] Hemos fomentado el tel¨¦fono de la okupaci¨®n. Tenemos un plan distinto al de ustedes. El suyo quiere acabar con la Monarqu¨ªa, con la independencia judicial, con el abrazo de 1978 y llevarnos a una rep¨²blica bananera. Son formas diferentes de ver la vida¡±. Y tanto. La okupaci¨®n aqu¨ª entra con calzador, pero ya es lo de menos. Como escribi¨® el periodista del diario 20 minutos Javier L¨®pez, igual no nos dejan salir de Madrid para que no nos okupen la casa. Nunca se sabe.
Segundo turno. Roc¨ªo Monasterio. En Vox llaman a la pandemia ¡°el virus chino¡± y la sit¨²an en Espa?a justo el 8 de marzo, claro. Ese d¨ªa el partido tambi¨¦n realiz¨® un congreso en Vistalegre con miles de personas, pero a Monasterio se le ha pasado mencionarlo. A continuaci¨®n, la portavoz de Santiago Abascal saca el mazo. ¡°Est¨¢n en el caos¡±, dice ante la mirada at¨®nita de la bancada popular. ¡°?A qu¨¦ esperan para tomar medidas?, ?a que el ministro fil¨®sofo se las ponga? Hablan de smart cities y son ustedes el slow government¡±. Ayuso, al contrario que otras veces, no entra al trapo. Se limita a decir: ¡°Estamos haciendo las cosas correctamente¡±. Qu¨¦ cosas.
M¨¢s Madrid llega con otra raci¨®n de cine. El diputado Pablo G¨®mez Perpiny¨¤ recomend¨® a la presidenta ver la serie Chernobyl hace 15 d¨ªas. Hoy dice que Ayuso es la Benjamin Button de la pandemia. ¡°Mire, ha llamado Cop¨¦rnico¡±, comenta. Los populares abren los o¨ªdos ante semejante inicio de frase. ¡°Ha dicho que usted no es el centro del universo¡±. Los populares ya desconectan. ¡°No todo gira en torno a usted. Deje de hacerse la m¨¢rtir. El principal conflicto es entre usted y la ciencia¡±.
Ayuso se viste entonces de Pablo Casado, otra vez. La oposici¨®n a S¨¢nchez est¨¢ en Madrid, otra cosa es d¨®nde. Pues en la Asamblea de Espa?a. ¡°Ustedes quieren la eutanasia, reformar la ley del aborto, modificar la Ley del Consejo General del Poder Judicial. No van a parar hasta que todo el Estado quede bajo su mando¡±.
El pleno sube de tono. La paz y el sosiego la pone, otra vez, ?ngel Gabilondo. ¡°?C¨®mo valora las medidas de Madrid contra la pandemia?¡±, pregunta a la presidenta. ¡°Son pol¨ªticas sensatas¡±, contesta. El profesor de Metaf¨ªsica defiende la sanidad p¨²blica en el turno de r¨¦plica y pide a la presidenta que presente ya alternativas para levantar el estado de alarma. Ayuso se muestra m¨¢s contundente que nunca. ¡°La ¨²nica opci¨®n que me daba el Gobierno de Espa?a era o cerrar yo la ciudad de Madrid, cuando no estoy de acuerdo en hacerlo de manera perimetral, o de hacerlo el Gobierno y adem¨¢s a punta de pistola, porque tal y como me lo estaban diciendo ya estaban publicando el estado de alarma en los medios de comunicaci¨®n¡±, contesta. Grandes aplausos populares, pero no en todo el Gobierno. La crispaci¨®n aumenta. Las pistolas callan. Aguado, en contra de todas las medidas impuestas por su presidenta para gestionar la segunda ola de la pandemia, escuch¨® todo este argumentario a su lado. Y en silencio.
Minutos despu¨¦s, fue el turno de preguntas para los consejeros. El encargado de las arcas madrile?as recibi¨® una pregunta de la diputada de M¨¢s Madrid, M¨®nica Garc¨ªa. Javier Fern¨¢ndez Lasquetty argumentaba con sus propios datos. No dio tiempo a m¨¢s. El nivel de la crispaci¨®n volvi¨® a subir. Por si no hab¨ªa suficiente pistolas ya, Garc¨ªa hizo el gesto de otra pistola con la mano. Apuntaba hacia la bancada popular. El portavoz del PP, Alfonso Serrano, se revolvi¨® en su silla. El presidente de la C¨¢mara hizo de Gabilondo y puso paz ante semejantes gestos. Garc¨ªa dijo despu¨¦s que se?alaba a un partido condenado por corrupci¨®n y que ten¨ªa una ¡°artrosis¡± en el pulgar. El consejero de Justicia comenz¨® a darse guantazos en la cara ante lo que estaba viendo. El gesto era de ¡°qu¨¦ jeta tienes, qu¨¦ jeta tienes¡±. La pol¨ªtica madrile?a es, oficialmente, un espect¨¢culo.
Estaba se?alando a un partido condenado por el Tribunal Supremo. Lo menos importante es que estuviera imitando el gesto que me hac¨ªa el portavoz del PP (y mi artrosis del pulgar ?). Lo m¨¢s importante es que se me da mejor el de ¡°dejen de robar¡±. pic.twitter.com/M8hpch8HEL
— M¨®nica Garc¨ªa (@Monica_Garcia_G) October 15, 2020
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