La debacle de Ciudadanos en Catalu?a sit¨²a a Ignacio Aguado como el bar¨®n naranja con m¨¢s peso pol¨ªtico

La debacle de Ciudadanos en las elecciones de Catalu?a, donde este domingo perdi¨® 30 de los 36 diputados que obtuvo en 2017, y pas¨® de primera fuerza a s¨¦ptima, tiene repercusi¨®n en el escenario pol¨ªtico de Madrid. El centro de gravedad de la formaci¨®n ha quedado redefinido por el cataclismo electoral: surgido como un proyecto estrictamente catal¨¢n en 2005, Ciudadanos tiene desde ahora en la Comunidad de Madrid el mayor granero electoral, la base de afiliados m¨¢s movilizada, y la representaci¨®n institucional m¨¢s importante a escala auton¨®mica. Un punto de inflexi¨®n radical que condiciona el futuro del partido, ahora muy vinculado al resultado de su alianza gubernamental con el PP en Madrid, y que sit¨²a a Ignacio Aguado, l¨ªder territorial y vicepresidente auton¨®mico, como el bar¨®n con m¨¢s peso en el momento de la reconstrucci¨®n. Para empezar, ya este lunes en la reuni¨®n de urgencia del comit¨¦ ejecutivo nacional.

¡°Tras las elecciones catalanas nos vienen dos a?os sin elecciones¡±, analiza una fuente con conocimiento de la estrategia del partido naranja a escala nacional y regional. ¡°Nuestras encuestas indican que tanto en Madrid como en Andaluc¨ªa mantenemos un suelo del 11-12% de voto. Y eso nos permitir¨¢ seguir decidiendo los gobiernos, tener la llave¡±, a?ade sobre el futuro de la organizaci¨®n, donde la direcci¨®n se mantiene firme en su apuesta por la alianza gubernamental con el PP, pese a los an¨¢lisis externos que animan a romper el acuerdo y pactar con el PSOE un nuevo Ejecutivo para as¨ª cambiar la terrible din¨¢mica de las expectativas electorales de la formaci¨®n. ¡°Seguramente habr¨¢ fugas de cargos nuestros hacia el PP, pero es que hay alguna gente que se va y da igual, no pasa factura. Adem¨¢s, Vox en Madrid est¨¢ muy muerto. Ni suben, ni bajan¡±.

Frente a la pujanza del partido de extrema derecha, Ciudadanos vive momentos de zozobra que ponen en cuesti¨®n la misma supervivencia de su proyecto pol¨ªtico. El batacazo de las elecciones catalanas prolonga el de las ¨²ltimas generales, y llena de negros nubarrones el futuro del partido en cualquier convocatoria electoral. En ese contexto, el peso interno de Aguado no se define solo por la coyuntura. Tambi¨¦n se construye sobre la base de los cimientos de la organizaci¨®n en Madrid, desde ahora la m¨¢s asentada del partido, y en contraposici¨®n con el resto de l¨ªderes auton¨®micos de la formaci¨®n.

Francisco Igea, vicepresidente de Castilla y Le¨®n, est¨¢ marcado por haber sido el rival de Arrimadas por la presidencia de la formaci¨®n. Juan Mar¨ªn, n¨²mero dos del Ejecutivo de coalici¨®n de Andaluc¨ªa, ha tenido discrepancias p¨²blicas con la l¨ªder sobre el futuro de Ciudadanos, la posible alianza electoral con el PP bajo una ¨²nica marca, o el deseo de tener m¨¢s autonom¨ªa. Isabel Franco, vicepresidenta en Murcia, est¨¢ en el punto de mira por la investigaci¨®n de las presuntas irregularidades en las primarias en las que fue elegida. En contraste, Aguado ha participado en la campa?a catalana de la mano de Arrimadas, con la que ha compartido varios actos. Un gesto de complicidad de los que subrayan el peso interno de un pol¨ªtico en una organizaci¨®n.

¡°Tiene una buena relaci¨®n con In¨¦s¡±, asegura un interlocutor de la direcci¨®n nacional de Ciudadanos. ¡°Creo que probablemente, de todos los portavoces auton¨®micos, sea el mejor¡±, a?ade. ¡°Est¨¢ haciendo una buena pol¨ªtica con un socio que no lo pone f¨¢cil: el PP solo entiende en estas relaciones la sumisi¨®n, no el acuerdo entre iguales¡±, sigue. ¡°No creo que est¨¦ marcado en nada por el veto a Gabilondo tras las elecciones de 2019¡±.

El contrapeso del PP

?Qu¨¦ ocurri¨® entonces? Los comicios auton¨®micos de hace dos a?os colocaron a Ciudadanos en una situaci¨®n inmejorable en Madrid. Obtuvo 26 diputados y el 19% del voto. El partido solo se acerc¨® a igualar ese resultado en Andaluc¨ªa, donde sum¨® 21 representantes y un 18% de los sufragios. Las consecuencias fueron radicalmente distintas. En Andaluc¨ªa, Ciudadanos apost¨® por sacar del Gobierno al PSOE, que hab¨ªa ganado los comicios, con el argumento de que llevaba en el poder 40 a?os. En Madrid, sin embargo, permiti¨® al PP mantener el tim¨®n de la regi¨®n, pese a haber perdido las elecciones por primera vez desde 1987, o a que acumulara un pu?ado de casos de corrupci¨®n de coste milmillonario.

As¨ª, la apuesta de Albert Rivera por desplazar al PP como referencia de la derecha encontr¨® en Aguado al ejecutor m¨¢s apasionado: vet¨® a ?ngel Gabilondo, luego ganador de los comicios con el PSOE. Una decisi¨®n que le coloc¨® en una situaci¨®n delicada tras la dimisi¨®n de Rivera y la llegada de In¨¦s Arrimadas a la presidencia del partido: emprendido el viaje de vuelta a las esencias de Ciudadanos, con la aspiraci¨®n de pactar a izquierda y derecha, Aguado es un recordatorio de una estrategia con altos costes electorales.

¡°En el Ciudadanos de Arrimadas no hay barones, ya lo dej¨® ella bien claro. Hay fieles, y Aguado es el mayor ejemplo de ello. Muy bien mandado, como hac¨ªa con Rivera¡±, opina Juan Carlos Bermejo, el rival derrotado por Aguado en las primarias para ser candidato de Ciudadanos a la presidencia auton¨®mica. ¡°Y en el Gobierno de coalici¨®n, usa el cargo de portavoz hoy para ser desleal con Ayuso y ma?ana para dorarle la p¨ªldora¡±.

Aguado y D¨ªaz Ayuso presumen en p¨²blico de tener una buena relaci¨®n personal. La pol¨ªtica es otra cosa. Las quejas de la presidenta han sido constantes. En p¨²blico, y en privado. ¡°Hay veces que me hubiera gustado que me ayudaran m¨¢s¡±, dijo la presidenta en una reciente entrevista con Vanity Fair en la que se le pregunt¨® si su n¨²mero dos era desleal. ¡°Desleal¡± es, precisamente, uno de los adjetivos que emplean con m¨¢s frecuencia los pol¨ªticos del PP para referirse al vicepresidente desde el anonimato. Ejemplos de la tensa relaci¨®n entre los dos socios, que gobiernan juntos mientras intentan seducir al mismo tipo de electorado.

¡°El sello Ciudadanos se nota suficientemente en el Gobierno de Madrid, aunque nos gustar¨ªa que se notara m¨¢s¡±, explica C¨¦sar Zafra, portavoz del partido en la Asamblea, e integrante del comit¨¦ ejecutivo nacional. ¡°Estar en el Gobierno es una oportunidad de demostrar que se pude hacer pol¨ªtica de otra forma, sin chillar, que se puede innovar¡±, a?ade. ¡°Eso solo lo consigues si est¨¢s dentro del Gobierno¡±, subraya. Y remata: ¡°Es una gran oportunidad, tambi¨¦n una responsabilidad, porque nos ha tocado una legislatura cat¨¢strofes, y es positivo que sea un Gobierno de dos colores, ya que hemos visto lo que pasa con las mayor¨ªas absolutas. Es una salvaguarda para los madrile?os de que hay cosas que no van a volver a ocurrir [en referencia a los casos de corrupci¨®n]¡±.

Aguado entr¨® en pol¨ªtica en 2015. Padre de un ni?o, siempre dice que el cactus de su mesa de Uni¨®n Fenosa Gas le sigue esperando, dando a entender que est¨¢ de paso en pol¨ªtica. Su camino, de Rivera a Arrimadas, ha estado lleno de curvas. El terrible resultado de Ciudadanos en Catalu?a vuelve a colocarle en la autopista: el partido depende m¨¢s que nunca de la coordinaci¨®n entre el despacho de Arrimadas, en la sede de la calle de Alcal¨¢, y el de Aguado, en Sol. Otra cosa es lo que ocurra en los escasos metros que separan la oficina del vicepresidente de Madrid de la de la presidenta regional: el balance que deje la alianza de PP y Ciudadanos en Madrid marcar¨¢ el futuro del partido.