Llantos, enfrentamientos con los letrados y gui?os al jurado: el espect¨¢culo del Rey del Cachopo en el juicio
C¨¦sar Rom¨¢n relata en su declaraci¨®n una historia en la que su exnovia sigue viva y ¨¦l tuvo que escapar a Zaragoza con un nombre falso por las amenazas que recibi¨® por su culpa
Habl¨®, habl¨® y habl¨®. En una batalla dial¨¦ctica, C¨¦sar Rom¨¢n, el Rey del Cachopo, vence por agotamiento del rival. En una declaraci¨®n que se ha prolongado casi cinco horas, el acusado ha insistido en que ¨¦l no mat¨® a su exnovia, Heidi Paz, y ha dado detalles del mundo de narcotr¨¢fico y prostituci¨®n en el que supuestamente se mov¨ªa esta hondure?a de 25 a?os cuyo torso fue hallado en una nave propiedad de Rom¨¢n, el 13 de agosto de 2018. ¡°Me est¨¢n cargando un muerto, se me est¨¢n denegando las pruebas que estoy pidiendo, me tengo que defender¡±, ha asegurado.
El Rey del Cachopo ha desplegado todo su arsenal. Ha llorado, ha puesto en duda que el cuerpo sea realmente de Heidi, se ha enfrentado a los letrados, ha se?alado lo que ¨¦l considera errores en la investigaci¨®n, ha hecho gui?os al jurado y la jueza ha tenido que reprenderle en varias ocasiones. Por momentos, parec¨ªa que era ¨¦l quien dirig¨ªa el interrogatorio. Rom¨¢n ha tenido respuestas para todo. Muy profusas. Tanto que la jueza ha llegado a pedirle varias veces que no entrara ¡°en tantos detalles¡±. ¡°Le he dicho muchas veces que no se pierda y que no puede usar informaci¨®n que usted conoce por la instrucci¨®n¡±, le ha espetado la magistrada con tono enfadado.
El acusado ha afirmado que el 5 de agosto de 2018, Heidi Paz le llam¨® a las seis de la ma?ana desde la plaza de Legazpi, pero que ¨¦l le respondi¨® desde la cama medio dormido y que no lleg¨® a verla. Ese es el momento en el que el fiscal sit¨²a el asesinato en la casa que ambos hab¨ªan compartido en Vallecas. ¡°No pude ni matarla ni besarla, porque no la vi¡±, ha se?alado. El acusado ha defendido con los ojos llorosos que al d¨ªa siguiente, cuando pidi¨® un taxi para transportar una maleta, lo que llevaba eran documentos que quer¨ªa llevar a su oficina. El conductor, sin embargo, asegur¨® en su declaraci¨®n que cuando la carg¨® en el coche, not¨® que pesaba unos 60 kilos.
Despu¨¦s, Rom¨¢n ha relatado una rocambolesca historia por la que unos prestamistas hondure?os acompa?ados de un ¡°comisario¡± le amenazaron con una pistola por unas supuestas deudas que hab¨ªa contra¨ªdo su exnovia para poder regularizar su situaci¨®n en Espa?a. Ese y no el hallazgo del cuerpo en su nave el 13 de agosto fue el motivo por el que escap¨® a Zaragoza con un nombre falso, seg¨²n el Rey del Cachopo. ¡°Reconozco que no fue la decisi¨®n m¨¢s inteligente que he tomado en mi vida¡±, ha indicado. La maleta con los restos fue descubierta porque un portero de la zona llam¨® por un fuego en la nave. Se trataba de una fogata para quemar varios objetos personales de Heidi y sus implantes mamarios, que pose¨ªan un c¨®digo de identificaci¨®n ¨²nico. En ese momento fue cuando Rom¨¢n desapareci¨® del mapa.
El acusado ha explicado que una vez en Zaragoza empez¨® a ver las informaciones que se estaban publicando sobre el cuerpo encontrado en su nave y entonces llam¨® a un amigo guardia civil que trabajaba en la capital aragonesa. Este le recomend¨® que se presentara ante la polic¨ªa para aclarar la situaci¨®n y que se asesorara con un penalista zaragozano, Javier Not¨ªvoli, que fue el primero de los cuatro abogados que ha tenido Rom¨¢n en este proceso. A pesar de eso, el acusado nunca se present¨® en ninguna comisar¨ªa, sino que fue detenido mientras trabajaba en un bar en el que se hac¨ªa pasar por un inmigrante venezolano.
En un momento muy tenso de la declaraci¨®n, el Rey del Cachopo ha dado a entender que los letrados de la acusaci¨®n tienen intereses ocultos en este caso y ha asegurado que uno de ellos fue a la c¨¢rcel a amenazarle ¡°de muerte¡± si revelaba determinados nombres, como el del ¡°comisario¡± que supuestamente le amenaz¨® por las deudas que Heidi ten¨ªa. Alexis Soc¨ªas, el abogado al que ha dirigido esta acusaci¨®n, ha asegurado a este peri¨®dico que le denunciar¨¢ por estas palabras. Rom¨¢n ha insinuado que la polic¨ªa tambi¨¦n pod¨ªa estar involucrada de alguna manera en el caso y ha explicado que lleg¨® a pedir que la investigaci¨®n pasara a la Guardia Civil.
Rodeado de los tomos con los documentos de la investigaci¨®n, que no ha dudado en utilizar en varios momentos, Rom¨¢n ha criticado las actuaciones policiales: ¡°El CSI no cometer¨¢ errores, la polic¨ªa de Espa?a s¨ª¡±. En estos dos a?os y medio en los que ha permanecido en prisi¨®n a la espera del juicio lo ha estudiado absolutamente todo. ¡°La noche en la que se supone que vino a casa me llam¨® desde la plaza de Legazpi, que es la segunda plaza de todo Madrid con m¨¢s c¨¢maras, ?por qu¨¦ no se han revisado?¡±, ha preguntado en la sala.
El acusado se ha apoyado en el primer an¨¢lisis de los restos hallados en la nave, que concluyeron que eran de una mujer cauc¨¢sica que no hab¨ªa tenido hijos ¡ªla v¨ªctima ten¨ªa dos¡ª, para poner en duda el resto de la instrucci¨®n. ¡°No se sabe a d¨ªa de hoy si el cuerpo es de Heidi o no¡±, ha asegurado. El acusado se ha referido en todo momento a su exnovia en presente, para reforzar su teor¨ªa de que est¨¢ escondida por sus supuestas deudas y su relaci¨®n con el mundo del narcotr¨¢fico.
¡°Creo que est¨¢ viva, que cogi¨® 8.000 euros y se march¨®. Por eso el cuerpo sigue en una c¨¢mara frigor¨ªfica y su familia no lo ha reclamado¡±, ha asegurado. Los abogados de la familia de la v¨ªctima explican que su madre ha intentado repatriar los restos, pero las ocasiones en las que la madre se encontraba en Honduras no ha sido posible. Seg¨²n su testimonio, Heidi se qued¨® embarazada de ¨¦l al mes de conocerse, pero perdi¨® el beb¨¦. ¡°Ella era muy posesiva y yo llegu¨¦ a decirle que nuestra relaci¨®n ten¨ªa fecha de caducidad¡±, ha relatado. Rom¨¢n fue condenado por vejaciones a su primera mujer y madre de su hija. La sesi¨®n de este martes ha mostrado al Rey del Cachopo en todo su esplendor: hablador, sin miedo y seguro de s¨ª mismo. Un examen para el que llevaba estudiando en su celda dos a?os y medio.
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