Las siete vidas del Rey del Cachopo: falangista, topo sindical, l¨ªder del CDS, estafador sin freno
C¨¦sar Rom¨¢n, el hostelero desaparecido tras dejar una monta?a de deudas, tiene un pasado turbulento
C¨¦sar Rom¨¢n Viruete,? Rey del Cachopo, el restaurador de 45 a?os desaparecido en Madrid tras llevar a la quiebra una cadena de restaurantes especializados en el cachopo, un plato asturiano de moda, ha vivido a todo gas. Asombra observar sus andanzas a trav¨¦s del ojo de cerradura del pasado: fue un joven falangista infiltrado en sindicatos de clase, tertuliano, entrevistador fantasma de Marine Le Pen, promotor de un m¨¢ster falso, bi¨®grafo ficticio de Esperanza Aguirre.
Rom¨¢n ha dejado tras de s¨ª un rastro de estafas y enga?os a lo largo de dos d¨¦cadas en las que se ha movido sin ser descubierto en c¨ªrculos de extrema derecha, period¨ªsticos y de hosteler¨ªa. En este ¨²ltimo sector, en calidad de empresario exitoso. ¡°Un mentiroso; un jeta¡±, le recuerda Manuel Andrino, jefe nacional de La Falange, donde milit¨® a mediados de los noventa.
En esa ¨¦poca, Rom¨¢n pertenec¨ªa a un ala del partido ultraderechista con conciencia obrerista. Eso le llev¨® a hacer de topo dentro de CC OO con la misi¨®n de acercar las tesis falangistas a los obreros, como revel¨® en un reportaje?publicado en Intervi¨²? el periodista Alberto Gayo. Lo logr¨®: lleg¨® a ser delegado sindical de Mercamadrid, el mayor mercado mayorista de Espa?a.
Rom¨¢n y sus camaradas cre¨ªan protagonizar una labor de espionaje de alto nivel, pero el asunto ten¨ªa m¨¢s de una trama de aventuras de Anacleto, agente secreto. El proyecto, poco realista y de espaldas al momento que viv¨ªa el pa¨ªs, no tuvo ¨¦xito. Y Falange de las Jons, antes de que se dividiera en dos, sigui¨® siendo una formaci¨®n pol¨ªtica marginal, sin penetraci¨®n en el mundo obrero.
Esa fue, que se sepa, la primera de las transformaciones que habr¨ªa de experimentar Rom¨¢n en los a?os que estaban por venir. Entre los falangistas dej¨® un mal recuerdo. Andrino, entre otros, no ve¨ªa con buenos ojos el giro social y sindical: "Rom¨¢n era demasiado izquierdista". Le ense?aron la salida, aunque le reconocen un cierto arrojo y un nulo sentido del rid¨ªculo. "Recuerdo que est¨¢bamos en un acto en la Complutense en el que participaban el pr¨ªncipe Felipe y Jordi Pujol, presidente de la Generalitat. El t¨ªo pidi¨® la palabra, se arm¨® mucho alboroto. Critic¨® los nacionalismos vascos y catal¨¢n, y defendi¨® la unidad de Espa?a. No se cortaba un pelo", tira de memoria Andrino.
Rom¨¢n, conocido ahora como el Rey del Cachopo por la promoci¨®n agresiva que hizo de este producto en Madrid, lo que le llev¨® a gozar de cierto reconocimiento en el mundo de la restauraci¨®n, permanece en paradero desconocido desde el verano, cuando su familia denunci¨® en Valencia su desaparici¨®n. Al esfumarse ¡ªtras la aparici¨®n de un torso calcinado en una de sus naves, lo que puede interpretarse como una amenaza¡ª ha dejado una monta?a de deudas, impagos a proveedores e inversores?que creyeron en el proyecto de franquicia que hab¨ªa ideado: A Ca?ada Delic Experience.
Esta repentina desaparici¨®n ha hecho aflorar su pasado. Y resulta que lo que dej¨® atr¨¢s es tanto o m¨¢s abrumador que la aventura sin red que le llev¨® a abrir, junto a algunos socios, cinco restaurantes y dos naves que han tenido que echar el cierre ante la evaporaci¨®n de su due?o. El ultraderechista catal¨¢n Josep Anglada se la tiene guardada: ¡°Es un aut¨¦ntico delincuente¡±. Rom¨¢n contact¨® con ¨¦l tras deambular con m¨¢s pena que gloria por el Centro Democr¨¢tico y Social (CDS) ¡ªadmirador de Adolfo Su¨¢rez, lleg¨® a ostentar un cargo en Madrid¡ª y por un partido propio que no tuvo tir¨®n.
En aquella ¨¦poca Anglada estaba iniciando Plataforma per Catalunya, un movimiento xen¨®fobo, cuando Rom¨¢n le propuso ser su hombre en Madrid. El ultra vio en ¨¦l a alguien preparado, que demostraba cualidades intelectuales (¡°tonto no es¡±, afirma). Rom¨¢n organiz¨® todo a una velocidad vertiginosa, como es su costumbre: abri¨® una sede en Coslada cuando la propia matriz todav¨ªa no ten¨ªa una y contrat¨® empleados.
Anglada fue a verlo en persona y qued¨® maravillado. Rom¨¢n invit¨® a 25 miembros del partido a una comida que pag¨® de su bolsillo sin titubear. Despu¨¦s acudieron a un mitin que Rom¨¢n hab¨ªa organizado ante la visita del l¨ªder y que goz¨® de una afluencia considerable. A ojos del radical Anglada, lo que florec¨ªa en Coslada era hermoso. Meses despu¨¦s, Anglada supo que Rom¨¢n hab¨ªa desaparecido. Su familia hab¨ªa presentado una denuncia, como ahora. El pol¨ªtico pujante que parec¨ªa impulsar la plataforma se march¨® sin pagar la n¨®mina de los empleados durante varios meses y adeudando cuotas a la Seguridad Social. La formaci¨®n tuvo que hacerse cargo de un pufo de 90.000 euros.
Entonces se hizo el silencio durante un tiempo. Reapareci¨® en M¨¢laga, donde regent¨® bares y abri¨® una revista, Ahora M¨¢laga. Se hizo presidente de una asociaci¨®n de comerciantes de los barrios Los Corazones y Tiro Pich¨®n y m¨¢s adelante aglutin¨® en una consultor¨ªa a una docena de entidades similares. Lo recibieron en el Ayuntamiento y la concejala Teresa Porras ofreci¨® una conferencia de prensa a su lado para fomentar del comercio de proximidad. Rom¨¢n llevaba ese d¨ªa traje azul y la raya del pelo en medio. Parec¨ªa inofensivo.
No tard¨® en repetirse el patr¨®n: quiebra, evasi¨®n de dinero y desaparici¨®n de Rom¨¢n. Cuatro empleados suyos denunciaron que un d¨ªa, al acudir a su lugar de trabajo, lo encontraron clausurado y con las cerraduras cambiadas. Les hab¨ªa expedido cheques sin fondos. La publicaci¨®n de Rom¨¢n se qued¨® con el dinero de comerciantes que hab¨ªan pagado por anunciarse en ella, seg¨²n El Mundo. Metro de M¨¢laga tambi¨¦n cay¨® en la estafa.
En esa etapa malague?a conoci¨® a Armando Robles, director de la web de informaci¨®n Alerta Digital, de ideolog¨ªa conservadora. Rom¨¢n escribi¨® art¨ªculos para ¨¦l y le propuso adem¨¢s una colaboraci¨®n con un medio que dirigi¨®, El Aguij¨®n. ¡°Escrib¨ªa bien, ten¨ªa conciencia de la actualidad¡±, recuerda Robles. Comenz¨® a sospechar del personaje cuando Rom¨¢n insisti¨® en que hab¨ªa asesorado a Geert Wilders, el l¨ªder holand¨¦s xen¨®fobo, y a George W. Bush, presidente de Estados Unidos. Se le cay¨® la venda de los ojos definitivamente el d¨ªa que afirm¨® que hab¨ªa entrevistado a Marine Le Pen, la l¨ªder ultra francesa, y Robles descubri¨® que no hab¨ªa nada de cierto en eso: ¡°Es un embustero patol¨®gico¡±.
De vuelta en Madrid, con la excusa de la p¨¢gina web, Rom¨¢n se movi¨® en c¨ªrculos de medios de comunicaci¨®n conservadores. Se acerc¨® al periodista Enrique de Diego en 2011, poco despu¨¦s de su despido de Intereconom¨ªa. Congeniaron a la primera. De Diego lo llev¨® como tertuliano a un programa de Radio Libertad en el papel de derechista liberal.
¡°Como buen estafador no es un t¨ªo tosco, es un manipulador¡±, opina De Diego. A sus espaldas, despu¨¦s de ganarse su confianza, Rom¨¢n embauc¨® a los trabajadores de la radio bajo la promesa de puestos de trabajo bien remunerados en su web. Para ello deb¨ªan inscribirse antes en un m¨¢ster preparatorio. Seis j¨®venes periodistas que se embarcaron en ese proyecto acabaron denunci¨¢ndole por firmar cheques sin fondos y otras irregularidades.
El propio De Diego le tuvo fe. Rom¨¢n le propuso escribir para su editorial, Rambla, una biograf¨ªa ¡°escandalosa¡± de la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. De Diego le dio 500 euros de adelanto a la espera del manuscrito, que se preve¨ªa un ¨¦xito. Nunca m¨¢s volvi¨® a saber de ¨¦l, hasta que lo vio transformado a?os despu¨¦s en el Rey del Cachopo.
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