F¨²tbol por alimentos: cinco kilos de comida para inscribirse en el torneo solidario
Un equipo de Villaverde Bajo organiza una competici¨®n ben¨¦fica para abastecer a las familias que dependen de los bancos de alimentos de la zona
Ricardo Mingorance tiene 16 a?os, es el capit¨¢n de los cadetes del equipo de f¨²tbol Santiago Ap¨®stol de Villaverde Bajo, y sabe muy bien d¨®nde planta los tacos. ¡°Este un barrio obrero y somos conscientes de lo que algunos de nuestros vecinos han sufrido, en especial este a?o con el coronavirus, por eso todos queremos aportar lo que podamos¡±. La filosof¨ªa que gu¨ªa al equipo no es exclusivamente competitiva, pues nadie involucrado en el club cobra y buscan ser un punto de apoyo para el barrio. Hace poco m¨¢s de un mes se acercaron a la red vecinal de Villaverde, que maneja un banco de alimentos ante la situaci¨®n del barrio, y se pusieron a su disposici¨®n. El resultado ha sido un torneo ben¨¦fico con m¨¢s de 50 equipos de todo Madrid con el objetivo de recolectar v¨ªveres. Se juega durante los primeros dos fines de semana de junio y la cuota de inscripci¨®n ser¨¢ de cinco kilos de comida no perecedera por cada jugador y entrenador.
Calculan que recaudar¨¢n unas cinco toneladas de alimentos no perecederos, si consiguen que participe un millar de jugadores. ¡°Quedamos muy gratamente sorprendidos cuando nos lo dijeron, porque sab¨ªamos que, justo en verano, iban a bajar much¨ªsimo las donaciones. De hecho, ya ven¨ªan disminuyendo¡±, cuenta Marina Iturraspe, coordinadora de la Red de Cuidados de Villaverde Bajo, que depende exclusivamente de las aportaciones de vecinos del barrio. Al darse cuenta de que eso era m¨¢s de lo que ellos pod¨ªan manejar solos, contact¨® con la Red Vecinal de Villaverde Alto para que recibieran juntas las donaciones. La comida ser¨¢ suficiente para el sustento de las m¨¢s de 200 familias que dependen de estos bancos de alimentos durante al menos dos meses.
Los equipos har¨¢n la entrega de las donaciones en el momento de la inscripci¨®n, antes de entrar en la estrecha cancha de c¨¦sped artificial que es la sede del Santiago Ap¨®stol. All¨ª mismo, una semana antes del comienzo del certamen, mientras los alevines e infantiles se esmeran por clavar el bal¨®n por la escuadra ante la mirada del fot¨®grafo, habla su presidente. ¡°Toda la coordinaci¨®n para sacarlo adelante ha sido muy dif¨ªcil, pues sin inscripciones monetarias tampoco hay fondos para todos los gastos necesarios, que para algo como esto son muchos¡±, cuenta Ricardo Mingorance, que tambi¨¦n es el padre del capit¨¢n de los cadetes. ¡±No hay enchufes¡±, aclara.
El club ha logrado montar un evento que se celebrar¨¢ durante cinco largos d¨ªas y reunir¨¢ bajo el inclemente sol de junio a unos 200 jugadores por jornada, m¨¢s acompa?antes, gracias al apoyo de diferentes empresas del barrio. Hiper Usera proporcionar¨¢ las meriendas y comidas para los jugadores; BKA, empresa de indumentaria deportiva, costea los trofeos; la Federaci¨®n Madrile?a de F¨²tbol pondr¨¢ a los ¨¢rbitros; y as¨ª, tapar¨¢n las gradas temporalmente para tener algo de sombra para los jugadores, grabar¨¢n los partidos con drones y c¨¢maras profesionales y la inauguraci¨®n contar¨¢ con m¨²sica en vivo.
Pero tras ese acto, el viernes 4 de junio, cuando los capitanes de los equipos presentes entreguen las donaciones a las asociaciones vecinales, el torneo ser¨¢ como cualquier otro. ¡±Aunque claro, ser¨ªa especialmente bonito ganar en casa y por el barrio¡±, aclara el capit¨¢n del Santiago Ap¨®stol. A lo largo de los d¨ªas de competici¨®n, tres el primer fin de semana y dos el segundo, se jugar¨¢n cientos de partidos de f¨²tbol. Las dos categor¨ªas de menores de 10 a?os jugar¨¢n futbol 7 y las mayores jugar¨¢n futbol 11. Habr¨¢ premios para los ganadores, los goleadores y los mejores porteros de cada categor¨ªa.
Este no es el primer torneo que organiza el Santiago Ap¨®stol, hacen uno siempre al final de la temporada, aunque s¨ª es el m¨¢s grande. Tampoco es el primer evento solidario, recuerda Mingorance. Hace cinco a?os donaron una tonelada de comida a C¨¢ritas tras una competici¨®n similar. Para quienes dirigen el club es importante involucrarse con los vecinos y que los ni?os sean conscientes de la realidad social en la que est¨¢n inmersos.
A unos d¨ªas del comienzo del torneo, el campo se vuelve centro de operaciones despu¨¦s de la jornada laboral. Las asociaciones terminan de planear c¨®mo van a gestionar el trasiego de alimentos en la furgoneta que ha puesto un entrenador del equipo. Mientras, los chicos terminan de practicar los disparos al arco, intentando salvarse de unas vueltas al campo. El entrenador advierte: ¡°En estos d¨ªas mando la convocatoria¡±. Cualquier excusa es buena para que ruede la pelota, pero hay algunas mejores que otras.
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