El PP de Ayuso toma el control de la Asamblea
El primer d¨ªa del debate de investidura a la presidencia de la Comunidad de Madrid cont¨® con la visita de Esperanza Aguirre, el alcalde Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida y la ausencia de Pablo Casado
Ni una semana y ya se nota la mano del PP en la Asamblea. Los populares arrebataron el control y la presidencia del Parlamento a Ciudadanos hace unos d¨ªas, cuando los diputados votaron la nueva formaci¨®n de la Mesa de la C¨¢mara. Desde entonces, se han producido dos grandes novedades. Una, la instalaci¨®n de unos pivotes anticovid en el suelo, que avisan a los diputados y a los periodistas de que, en la medida de lo posible, no se queden en los pasillos parados. Y dos, el cartel que indica d¨®nde se encuentran los grupos parlamentarios (PP, M¨¢s Madrid, PSOE, Vox y Unidas Podemos). S¨ª, falta Ciudadanos. El borr¨®n del PP a esa formaci¨®n ha consistido en pegar una cinta blanca sobre el letrero del logo de su antiguo socio de Gobierno, que hace dos meses ten¨ªan 26 diputados y ahora cero. Ni rastro, vamos. El logo naranja era el ¨²ltimo vestigio de resistencia de la formaci¨®n de In¨¦s Arrimadas en el Parlamento regional. Hasta hoy. La cinta blanca es semitransparente. Es decir, que en lugar de imprimir un cartel nuevo e impoluto para la nueva legislatura, se ha optado por no olvidar el pasado.
Una preparaci¨®n minuciosa
El PP prepar¨® su jornada de investidura minuciosamente. El equipo de comunicaci¨®n de la presidenta acudi¨® unas horas antes para cuidar todos los detalles. Las luces, las telas del photocall... Por ir, fue hasta Miguel ?ngel Rodr¨ªguez ¨Dsu jefe de gabinete¨D, que siempre se mostraba en un segundo plano durante los grandes actos protocolarios. ¡°Har¨¢ un gran anuncio durante los primeros minutos del discurso¡±, se escuchaba en los pasillos. El anuncio estrella result¨® ser un ¡®chequebeb¨¦' de 14.500 para mujeres ¨Den pagas mensuales de 500 euros¨D para fomentar la natalidad cuanto antes. La letra peque?a, sin embargo, era que para optar a la ayuda la mujer tiene que llevar empadronada, al menos, diez a?os. Es decir, que solo se beneficiar¨¢n entre 12.000 y 14.000 mujeres al a?o. El efecto de la medida, sin embargo, ya estaba funcionando: ocupar desde el primer minuto todos los telediarios y titulares de los diarios.
Minutos antes del discurso, comenzaron a llegar las autoridades. Por el PP madrile?o se acercaron el presidente, P¨ªo Garc¨ªa Escudero, y la secretaria auton¨®mica del partido, Ana Camins, que se fueron dialogando por los pasillos. M¨¢s tarde hizo entrada la expresidenta Esperanza Aguirre, que acudi¨® con Regino Garc¨ªa-Badell, la pluma que escrib¨ªa sus discursos durante sus a?os en el bast¨®n de mando. Luego lleg¨® el alcalde Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida. Todos estaban felices. Son d¨ªas de bonanza en el PP madrile?o. ?De Pablo Casado? Ni rastro. Acudir¨¢ el s¨¢bado a la Puerta del Sol. Son d¨ªas raros en el PP de G¨¦nova. Como representaci¨®n nacional, apareci¨® Cuca Gamarra, la portavoz del partido en el Congreso y Pablo Montesinos, el vicesecretario de Comunicaci¨®n. Todos escucharon a la presidenta desde la tribuna de invitados.
Antes de la entrada de Ayuso a la tribuna del Parlamento, los pasillos daban juego. La entrada de Vox fue triunfal. Roc¨ªo Monasterio y sus 12 diputados bajaron las escaleras y se dirigieron sonrientes al patio. Monasterio, sibilina, solt¨® a los medios: ¡°Queremos que Madrid se ponga en marcha, pero Ayuso sabe que para cada cosa que quiera aprobar tendr¨¢ que pedir nuestro voto¡±. El mensaje al PP estaba echado. ¡°Ma?ana¡±, avis¨® ¨Daunque no hab¨ªa ninguna duda¨D ¡°la haremos presidenta a cambio de nada¡±.
Los diputados populares, que son 65 ¨Dm¨¢s que toda la bancada de la izquierda junta¨D bajaron las escaleras en grupos de cinco y seis, tras una reuni¨®n de grupo con la presidenta Ayuso en la segunda planta. ¡°?Y Ayuso?, ?y Ayuso?¡±, preguntaban incesantes los fot¨®grafos. Todo estaba preparado. A las 11.58 ¨Dde punta en blanco y solitaria para las teles y los flashes¨D, apareci¨® sonriente. Y, dos horas despu¨¦s y tras el discurso, acudi¨® al despacho donde le esperaba Rodr¨ªguez junto a su equipo de confianza, que la recibieron con unos fuertes aplausos.
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