Un nuevo lenguaje del arte se instala en la periferia madrile?a
El Centro Dos de Mayo de M¨®stoles inaugura la primera colecci¨®n propia, con 400 obras de 250 artistas contempor¨¢neos
No es usual ver la fotograf¨ªa de una pareja de j¨®venes de fiesta y completamente desnudos ¡ª ¨¦l con el pu?o en alto, ella recreando con los dedos de las manos el tri¨¢ngulo de la vagina ¡ª junto al retrato oficial del rey em¨¦rito Juan Carlos y de la reina Sof¨ªa. Las dos im¨¢genes tienen muy poco en com¨²n y, sin embargo, comparten pared en la exposici¨®n Dialecto, que el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) inaugura este viernes en M¨®stoles una muestra con la primera colecci¨®n propia de este museo.
Son m¨¢s de 400 obras de 250 artistas instaladas en un recorrido en el que las colecciones del CA2M y de la Fundaci¨®n ARCO ocupan los 6.000 metros cuadrados del edificio, para contar el arte contempor¨¢neo desde la periferia. Entre las joyas de la colecci¨®n se encuentra una de las 21 piezas de la serie de la Revoluci¨®n Francesa de Sigmar Polke ¡ª las dem¨¢s est¨¢n expuestas en los museos m¨¢s famosos del mundo, como el Tate Modern de Londres ¡ª y cinco cuadros de Richard Sierra, que est¨¢n valorados en cuatro millones de euros.
Desde las vanguardias hist¨®ricas del c¨ªrculo de Picasso hasta los grandes acontecimientos de la ¨²ltima d¨¦cada (la memoria hist¨®rica, el colonialismo, las huelgas feministas del 8-M), la exposici¨®n ofrece un amplio recorrido por la historia del arte contempor¨¢neo en Madrid a trav¨¦s de un montaje que recrea una colecci¨®n permanente de un museo. Manuel Segade, director del centro, justifica una exposici¨®n tan ambiciosa en la voluntad de mostrar al p¨²blico la labor de coleccionar obras de arte durante 40 a?os, incluso antes de que el centro de arte encontrara una sede en el centro de M¨®stoles.
La exposici¨®n se desarrolla en 13 cap¨ªtulos, con un reparto tanto hist¨®rico como art¨ªstico. ¡°El lenguaje de la colecci¨®n es como un dialecto, estas lenguas comunes que tienen algo diferente con respeto al idioma corriente¡±, aclara Segade en relaci¨®n al t¨ªtulo elegido para la muestra. ¡°De la misma forma, la exposici¨®n se transforma y se adapta en cada ¨¦poca, que tiene un montaje distinto, en lugar de los espacios neutros habituales en los museos¡±.
Viajar en el tiempo
La alfombra color mostaza permite viajar en el tiempo desde el inicio del recorrido, en un espacio que recrea fielmente el pabell¨®n de la Rep¨²blica en la Exposici¨®n Internacional de Par¨ªs de 1937. Falta el Guernica, pero est¨¢n presentes Picasso y los artistas que lo acompa?aron en esta ocasi¨®n: las curvas y l¨ªneas imperfectas de Joan Mir¨®, la explosi¨®n de colores de las espirales de Alexander Calder.
Provoca un cierto desconcierto encontrarse con una pieza moderna como la reconstrucci¨®n de Fernando S¨¢nchez del Castillo de la Fuente de Neptuno, rodeada de bolsas de arena como protecci¨®n ante los bombardeos. ¡°Es una pieza actual, pero est¨¢ en este espacio porque habla justo de ese momento en el que nace la conciencia de proteger los monumentos, de conservar la cultura material¡±, explica Segade.
Una silueta negra lucha consigo misma para escapar de la represi¨®n y de la austeridad del franquismo, en el cap¨ªtulo de la exposici¨®n dedicado a la dictadura. En este retrato sin nombre de Antonio Saura, los ojos acaban de derretirse y mezclarse con los otros elementos del rostro, hasta componer una sonrisa violenta y espantosa, s¨ªmbolo de la ¨¦poca oscura en la que fue pintada.
El color tabaco rancio de las paredes deja espacio a la luminosidad deslumbrante del blanco, que anuncia el nacimiento del arte contempor¨¢neo en los a?os sesenta. A esta ¨¦poca pertenecen los experimentos futur¨ªsticos del Centro de C¨¢lculo de la Complutense o el arte de la performance de Charlotte Moormann, que en un centro cultural del barrio de Salamanca permiti¨® al p¨²blico cortar su ropa hasta dejarla desnuda. ¡°Antes de que lo hiciera Yoko Ono¡±, precisa Segade.
La fotograf¨ªa de la modernidad es la protagonista absoluta de un espacio laber¨ªntico donde el visitante solo puede dejarse arrastrar y perderse. En una amplia sala con pilares ¡ªun espacio que recrea la idea de un bosque repleto de ¨¢rboles detr¨¢s de los cuales esconderse¡ª se ofrecen dos formas de concebir este medio. Si el visitante camina en una direcci¨®n, se encuentra con la representaci¨®n de la realidad tal y como se le presenta al ojo del fot¨®grafo. En la direcci¨®n opuesta, una recreaci¨®n de esta, una imagen construida y actuada, en algunos casos manipulada. As¨ª, la fotograf¨ªa de guerra de Gervasio S¨¢nchez se contrapone al men¨² del d¨ªa de los obreros de Ricardo Casas, y las distorsiones de fotogramas de pel¨ªculas pornogr¨¢ficas de Thomas Ruff al surrealismo de Chema Madoz.
Los conflictos sociales y pol¨ªticos de las ¨²ltimas d¨¦cadas cierran la exposici¨®n. La lucha feminista encuentra representaci¨®n en la obra de la ovetense Sandra Paula Fern¨¢ndez que, en un tapiz de cintas de raso y terciopelo de distintos colores, recopila todas las frases de la hist¨®rica huelga feminista del 8-M de 2018 en Madrid.
Mar¨ªa Cerd¨¢ trata la memoria hist¨®rica, y propone dos proyectos para un uso alternativo del Valle de los Ca¨ªdos: enterrarlo o convertirlo en un centro de escalada. Cierran el recorrido las cer¨¢micas de la peruana Daniela Ortiz, prototipos de monumentos anticoloniales para sustituir las estatuas de Crist¨®bal Col¨®n. Es dif¨ªcil imaginar que el d¨ªa en que el monumento al explorador en el Paseo de la Castellana sea reemplazado por una columna, que se levanta sobre los hombros de las instituciones gubernamentales, con la inscripci¨®n ¡°Keep white feminism afuera de mi ¨²tero¡± (Dejad el feminismo blanco fuera de mi ¨²tero). Por ahora, la idea se queda en el museo.
Crear una exposici¨®n personalizada
En el último capítulo del recorrido, Dialecto CA2M ofrece al visitante la posibilidad de montar su propia exposición con una selección de piezas de las colecciones. Pueden elegir entre más de 50 obras, expuestas en unos paneles, y con la ayuda del personal autorizado colocarla en las paredes de fieltro gris para recrear un recorrido original.
Además de esta actividad, en una sala de proyección es posible elegir cualquiera de las 300 películas y obras visuales de la colección del centro de arte y verla como si estuviera en un cine.
Dialecto. D¨®nde: Centro de Arte Dos de Mayo (Avenida de la Constituci¨®n, 23, M¨®stoles). Cu¨¢ndo: de martes a domingo, de 11.00 a 21.00. Precio: gratuito.
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