Almeida declara la nueva plaza de Espa?a un ¡°recinto ferial¡± o c¨®mo se privatiza el espacio p¨²blico de Madrid

Huele a chorizo a la brasa por toda la plaza de Espa?a de Madrid. Un hilillo de humo blanco sale de una gran caseta de madera con la bandera de Argentina. Andrea Bedoya, colombiana, de 35 a?os, y con un mo?o muy recogido, sonr¨ªe:

¨D?Chorip¨¢n?

El nuevo mercadillo de la Hispanidad de Madrid funciona a pleno rendimiento de once de la ma?ana a once de la noche. Todos los d¨ªas. Desde el pasado 23 de septiembre hasta este domingo. Ocupa la zona n...

Huele a chorizo a la brasa por toda la plaza de Espa?a de Madrid. Un hilillo de humo blanco sale de una gran caseta de madera con la bandera de Argentina. Andrea Bedoya, colombiana, de 35 a?os, y con un mo?o muy recogido, sonr¨ªe:

¨D?Chorip¨¢n?

El nuevo mercadillo de la Hispanidad de Madrid funciona a pleno rendimiento de once de la ma?ana a once de la noche. Todos los d¨ªas. Desde el pasado 23 de septiembre hasta este domingo. Ocupa la zona norte de la plaza, un gigantesco solar con forma circular de 4.500 metros cuadrados que, en teor¨ªa, estaba dedicado al espacio p¨²blico y familiar; un oasis para el peat¨®n en mitad de toda una capital de Espa?a. Pero ¡ªsiempre hay peros y m¨¢s en la pol¨ªtica urban¨ªstica¡ª el pasado mes de abril el distrito de Moncloa, al que pertenece la gesti¨®n de la plaza ¡ªla zona sur corresponde al de Centro¡ª decidi¨® declarar este inmenso espacio como un ¡°recinto ferial¡± durante, al menos, un a?o. Fuentes municipales admiten que la intenci¨®n es prolongarlo anualmente.

Con este movimiento, el Ayuntamiento privatiza la gesti¨®n del solar a empresas para generar grandes eventos multitudinarios, como este mercadillo de la Hispanidad, que aglutina estas semanas a 60 puestos ¨Da raz¨®n de 2.500 euros por caseta¨D junto a un gran escenario para conciertos, charangas y espect¨¢culos. No es la primera vez que la plaza de Espa?a est¨¢ ocupada. Seg¨²n un recuento de EL PA?S, desde el pasado abril hasta el mismo mes de 2023, permanecer¨¢ privatizada ¡ªsin contar con los eventos realizados por el propio Ayuntamiento¡ª durante 154 d¨ªas: festival de cine de verano, mercadillo de la hispanidad, mercado navide?o y mercado cervantino¡­ Pasear y disfrutar de este solar sin consumir y sin pagar es, pr¨¢cticamente, una misi¨®n imposible.

Los vecinos, de hecho, est¨¢n recogiendo firmas, que entregar¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas a la concejal del PP y presidenta del distrito, Loreto Sordo. ¡°A esto se suma el mantenimiento de la plaza, que es deplorable¡±, cuenta Dolores Argota, gerente del edificio Torre de Madrid, el rascacielos de 147 metros m¨¢s emblem¨¢tico de la plaza. Argota se pregunta: ¡°?C¨®mo se puede considerar recinto ferial una plaza urbana que est¨¢ enclavada en el centro y situada a menos de 100 metros de bloques de viviendas, hoteles y oficinas?¡±.

Fuentes del Ayuntamiento explican que la reforma de la plaza contemplaba un espacio abierto para la celebraci¨®n de eventos y que ha habido ¡°numerosas¡± solicitudes de ¡°promotores privados¡± desde su inauguraci¨®n el pasado a?o para instalar ¡°eventos de mayor o menor duraci¨®n¡±. Con este nombramiento, aseguran, se evita la discrecionalidad y se regula de una manera m¨¢s objetiva. La realidad es que esta decisi¨®n de privatizarla casi uno de cada dos d¨ªas al a?o no es compartida por los propios arquitectos que dise?aron la reforma de la plaza. ¡°Nosotros la dise?amos como un lugar c¨ªvico, no puede ser que permanentemente sea un negocio¡±, observa por tel¨¦fono Fernando Porras. ¡°Esto no tiene nada que ver con nuestras ideas iniciales. La privatizaci¨®n del espacio p¨²blico sucede mucho en Madrid y con mucha intensidad¡±. Y a?ade: ¡°No se pueden negar estos eventos, pero la plaza de Espa?a no puede ser un lugar que se dedique exclusivamente para estas cosas¡±.

Zaida Muxi es profesora en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona. Cree que la privatizaci¨®n del espacio p¨²blico se ha incrementado much¨ªsimo en las grandes ciudades tras la pandemia. ¡°Este proceso trae la idea de que la ciudad sea cada vez m¨¢s un centro comercial¡±, dice. ¡°Solo hay que fijarse: cada vez m¨¢s bancos para una persona y no para tres, m¨¢s ventanas con pinchos para evitar que te sientes. Todos son elementos que expulsan a la ciudadan¨ªa y a los pobres, sobre todo. Vamos hacia un punto donde solo podr¨¢ hacer uso de la ciudad quien tenga medios econ¨®micos¡±. Una l¨ªnea que traza en parte Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga, que fue decano del Colegio de Arquitectos de Madrid entre 2015 y 2019. ¡°En una ciudad todo es cuesti¨®n de equilibrios, un espacio emblem¨¢tico no puede estar ocupado permanentemente. Estos espacios de ocio tienen que hacerse siempre con la complicidad de los vecinos¡±.

La privatizaci¨®n del espacio p¨²blico en Madrid tambi¨¦n se ha colado sigilosamente en el portal municipal de participaci¨®n ciudadana del Ayuntamiento, que anda preguntando estos d¨ªas a los madrile?os qu¨¦ les parecer¨ªa una nueva ordenanza que regulara la gesti¨®n de los recintos de ferias y festejos populares, un paso previo e indispensable para llevar esta nueva ordenanza al pleno. Llaman la atenci¨®n, sobre todo, tres preguntas de la encuesta: ¡°?Consideras necesario aligerar el procedimiento de autorizaci¨®n de este tipo de actividades?, ?crees necesario incorporar en la ordenanza la regulaci¨®n de otras actividades, distintas de las fiestas populares, en las que se desarrollen actividades de venta ambulante, junto con otras, como actuaciones, concursos, atracciones para ni?os¡­?, y ?crees que la ubicaci¨®n de las fiestas y festejos de tu distrito es la adecuada?¡±. 2.100 madrile?os ya han mostrado su opini¨®n.

¡°Con esta nueva normativa quieren que todos los suelos sean flexibles¡±, cuenta Enrique Villalobos, presidente de la Federaci¨®n Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid. ¡°La famosa colaboraci¨®n p¨²blico-privada exige siempre una contraprestaci¨®n. Aqu¨ª se dona el suelo p¨²blico y el ¨²nico beneficio es que quien tenga dinero, pague. Lo importante es el consumo¡±. La plaza de Espa?a comenz¨® con estas grandes programaciones el pasado 15 de julio, que abri¨® un cine de verano privado que ha estado ocupando la zona norte hasta el pasado 10 de septiembre. 13 d¨ªas despu¨¦s, dio comienzo el mercado de la Hispanidad, que concluir¨¢ este domingo... para dar paso al de Navidad, que tendr¨¢ su pista de hielo y tambi¨¦n sus mercadillos hasta el 9 de enero de 2023. M¨¢s tarde, vendr¨¢ el festival Cervantino, que comenzar¨¢ el 31 y concluir¨¢ el 23 de abril y, por ¨²ltimo, el de San Isidro, que se iniciar¨¢ el 5 de mayo y terminar¨¢ el 21. Es decir, la plaza de Espa?a permanecer¨¢ ocupada m¨¢s de 155 d¨ªas en un a?o: m¨¢s de cinco meses.

¡°Almeida es incapaz de hacer cosas en nuestra ciudad y entonces la privatiza. Se la da a otros para que se encarguen de ella¡±, cuenta Rita Maestre, portavoz de M¨¢s Madrid. ¡°Se trata de una ocupaci¨®n permanente del espacio p¨²blico para hacer negocio¡±. Lo mismo cree Mar Espinar, del PSOE: ¡°Ser¨ªa imposible calcular los metros cuadrados que hemos perdido todos los vecinos de Madrid en beneficio de terceros que buscan el beneficio econ¨®mico¡±. Jos¨¦ Manuel Calvo, ahora en el Grupo Mixto y antes concejal de Urbanismo con Manuela Carmena, que inici¨® las obras de Plaza de Espa?a, no tiene dudas: ¡°Esto es una perversi¨®n del espacio p¨²blico¡±.

Wilson Guerrero es uno de los organizadores del espacio de gastronom¨ªa del mercado de la Hispanidad. Dice que en los pr¨®ximos d¨ªas se marchar¨¢ con su caseta a la plaza de Col¨®n porque all¨ª tambi¨¦n han ganado la licitaci¨®n de un mercado navide?o. ¡°Es otro concepto distinto a este¡±, dice. Fuentes de la empresa que ha organizado el evento en plaza de Espa?a dicen que presentaron su proyecto cultural de la Hispanidad con una apuesta ¡°muy pensada¡± de comidas y m¨²sica latinoamericana. ¡°Al Ayuntamiento, en un principio, no les gustaron las casetas rojas que ten¨ªamos preparadas y tuvimos que ponerlas de madera¡±, cuentan. El d¨ªa de m¨¢s afluencia, coinciden todas las casetas, fue el fin de semana del 8 y 9 de octubre, adem¨¢s del festivo 12. La mayor¨ªa cree que le sale muy rentable el puesto por 2.500 euros.

La previsi¨®n del Ayuntamiento es que este mercado se repita durante los pr¨®ximos cuatro a?os. En una de las casetas de comida del mercadillo, eso s¨ª, la cultura machista campa a sus anchas. Un gran cartel avisa a los consumidores: ¡°Si alguna novia o esposa llama y pregunta por usted, nuestras tarifas son: que se acaba de ir, cinco euros; que est¨¢ camino a casa, siete euros; que no, que aqu¨ª no est¨¢, nueve euros y que no lo conocemos, 15 euros¡±. ?Hispanidad?

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