Salvar el Palacio de la M¨²sica de Madrid
La Fundaci¨®n Montemadrid iniciar¨¢ en primavera las obras para recuperar el espacio de la Gran V¨ªa como un gran teatro despu¨¦s de a?os de movilizaciones ciudadanas para evitar su uso comercial
El ¨²ltimo gran acontecimiento que ha vivido la Gran V¨ªa de Madrid ha sido la apertura de la tienda Uniclo. La marca de ropa que anuncia Roger Federer ha abierto en lo que en su d¨ªa fue el Cine Avenida. No sabemos qu¨¦ hubiera pensado Jos¨¦ Miguel de la Quadra Salcedo, el arquitecto que lo proyect¨® como tal en 1928. En cambio, su colega S...
El ¨²ltimo gran acontecimiento que ha vivido la Gran V¨ªa de Madrid ha sido la apertura de la tienda Uniclo. La marca de ropa que anuncia Roger Federer ha abierto en lo que en su d¨ªa fue el Cine Avenida. No sabemos qu¨¦ hubiera pensado Jos¨¦ Miguel de la Quadra Salcedo, el arquitecto que lo proyect¨® como tal en 1928. En cambio, su colega Secundino Zuazo estar¨ªa encantado de comprobar c¨®mo su Palacio de la M¨²sica, el edificio de al lado, en Gran V¨ªa 35, tiene futuro por delante para seguir marcando ¨¦poca como teatro. La Fundaci¨®n Montemadrid comenzar¨¢ las obras para su reapertura en primavera de 2023, de cara a abrirlo en 2026, cuando se cumplen 100 a?os de su inauguraci¨®n.
A punto estuvo de sucumbir tambi¨¦n al cambio de uso comercial. La historia del Palacio de la M¨²sica a principios del siglo XXI ha sido atrabiliaria. Pero el edificio tiene car¨¢cter, magnetismo y una historia detr¨¢s que ha debido contribuir a que no se venda como un almac¨¦n. La Gran V¨ªa madrile?a hoy en d¨ªa es un conglomerado de grandes marcas, casinos, hoteles y restaurantes de cadenas, donde de Callao hacia la plaza de Espa?a resisten varios teatros en una suerte de Broadway castizo. No es el caso del recorrido que lleva hacia el cruce con la calle de Alcal¨¢, donde no queda ahora ninguno.
En 2005, el Ayuntamiento de la ciudad cambi¨® su uso cultural a comercial dentro del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana. El 30 de mayo de 2008 cerr¨®. Antes que el diablo sepa que has muerto, de Sydney Lumet, fue la ¨²ltima pel¨ªcula proyectada. El edificio pertenec¨ªa a la empresa Filmofono y a su futuro le rondaban tentaciones especulativas. El hecho de que lo adquiriera la Fundaci¨®n Cajamadrid calm¨® aquella posibilidad. Pero volvi¨® con la crisis de Bankia, a quien pas¨® la propiedad del teatro con el cambio de entidad financiera.
La movilizaci¨®n ciudadana despert¨®. En estos asuntos siempre suelen surgir h¨¦roes civiles, esos personajes capaces de dar la vuelta a las cosas con un grito de socorro y sana cabezoner¨ªa. En este caso, hablamos de Fran Hern¨¢ndez, aficionado a la arquitectura, que hab¨ªa llegado en 2007 a Madrid desde Huesca. ¡°Sent¨ª la necesidad de movilizarme para que la gente sepa lo que se pod¨ªa perder¡±, asegura hoy este aragon¨¦s, que se dedica ahora al sector tur¨ªstico.
Hern¨¢ndez empieza a denunciar las maniobras en Facebook y consigue 20.000 firmas en Change.org ante la evidencia de que una multinacional textil quiere adquirir el edificio. El activista va sumando fuerzas y probando iniciativas. Primero una canci¨®n ¨DGran V¨ªa 35¨D con los hermanos Ernest, m¨²sicos callejeros habituales en Preciados, a los que se une Rafa Mu?oz, de Hombres G. Despu¨¦s un v¨ªdeo con artistas y famosos que se reproduce en todos los medios, luego otro, en el que consiguieron que los heavys de Gran V¨ªa, los dos hermanos apostados cada tarde frente a lo que fue la tienda Madrid Rock, se movieran 50 metros hacia el oeste. As¨ª, Hern¨¢ndez logr¨® revertir el plan para convertir las butacas y la tramoya en filas de percheros, probadores y cajas registradoras. Los posibles compradores renunciaron y en 2013 se inicia una solicitud para catalogar el edificio como Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC), que queda aprobada.
A partir de ah¨ª, los gestores de la Fundaci¨®n Montemadrid, a quien pas¨® la propiedad tras todo el proceso y la crisis de Bankia, se han dedicado a buscar una salida cultural al edificio. El clamor los convenci¨® para decidirse por un plan viable dentro del ¨¢mbito de la cultura. Lo lider¨® Jos¨¦ Guirao, que fue director general de esta hasta abril de este a?o, poco antes de su muerte en julio pasado. Despu¨¦s por parte de su sustituta, Amaya de Miguel, que lo considera ahora su proyecto estrella. ¡°Queremos convertir el Palacio de la M¨²sica en el espacio esc¨¦nico m¨¢s vers¨¢til de la Gran V¨ªa¡±, dice. ¡°Lo haremos con una tecnolog¨ªa pionera en Espa?a que le permitir¨¢ adaptarse a las m¨¢s variadas propuestas culturales o eventos¡±.
Hoy el teatro espera el comienzo de las obras previstas para la primavera que viene con el proyecto encargado al estudio de arquitectos madrile?o RCCYP. La sala principal quedar¨¢ como fue concebida, con un aforo de 1.221 localidades, aunque podr¨¢ quitarse el patio de butacas para ciertos espect¨¢culos y eventos. Abajo habr¨¢ espacio para otra sala de espect¨¢culos m¨¢s alternativa y en la planta de arriba, un restaurante con 500 metros cuadrados de superficie y dos terrazas que suman 300 al aire libre. Todo conformar¨¢ un centro de ocio que hereda para el siglo XXI la ambici¨®n que Zuazo quiso imprimir al edificio para el XX.
Ya entonces lo concibi¨® como un espacio polivalente. Un lugar para el teatro y los conciertos donde tambi¨¦n se proyectara en pantalla el nuevo espect¨¢culo naciente por el que decididamente apost¨®: el cine. Pero tambi¨¦n sus inicios fueron complicados. Lo que se iba a llamar sala Olimpia enterr¨® el nombre con el desplome de la cubierta, 11 d¨ªas antes de su inauguraci¨®n, prevista para diciembre de 1925. Se repar¨®, fue rebautizado como Palacio de la M¨²sica y abierto finalmente el 13 de noviembre de 1926. Son¨® la Sinfon¨ªa Fant¨¢stica de Berlioz y El Amor Brujo, de Falla. Al d¨ªa siguiente ya se ofreci¨® cine: La Venus americana, de Frank Tuttle.
El edificio sufri¨® otro incendio en 1932, pero reabri¨® un a?o m¨¢s tarde. Entre 1944 y 1966 fue sede de la Orquesta Nacional de Espa?a y desde 1967 de la Sinf¨®nica de RTVE. El cine no dej¨® de iluminar la gran sala con estrenos de lujo y una carteler¨ªa exterior que marc¨® ¨¦poca. Fue un emblema de la Gran V¨ªa, digno de uno de los arquitectos que ha marcado como pocos la imagen de la ciudad. Secundino Zuazo es autor tambi¨¦n del proyecto de Nuevos Ministerios o la Casa de las Flores, en el barrio de Arg¨¹elles. Se convirti¨® en el primer decano del Colegio de Arquitectos de Madrid en 1931 y poco despu¨¦s sufri¨® el exilio, aunque regres¨® y sigui¨® trabajando en los a?os cuarenta.
Su estilo marc¨® una pauta visionaria, la de elegir en aquella ¨¦poca construir un teatro m¨¢s acorde con los que se estilaban en Estados Unidos y renunciar al molde italiano que ven¨ªa del barroco. Dispuso de 7.200 metros para se?alar esa senda, no exenta de dudas. Lo logr¨®, fue elogiado por ello y ahora, perdura. Ser¨¢ con un proyecto que lidera hoy la Fundaci¨®n Montemadrid, pero al que se unir¨¢ una empresa de gesti¨®n que entrar¨¢ a dise?ar los contenidos y programaci¨®n mientras se ejecutan las obras.
Hay propuestas sobre la mesa de empresas nacionales e internacionales, pero ninguna decisi¨®n tomada, comenta Amaya de Miguel. ¡°El Palacio de la M¨²sica va a albergar las tres l¨ªneas de actividad que m¨¢s est¨¢n creciendo en la Comunidad de Madrid. Las artes esc¨¦nicas, con los conciertos y los musicales, alcanzando cotas nunca vistas o la buena gastronom¨ªa, que tendr¨¢ un lugar privilegiado en restaurante panor¨¢mico de la sobrecubierta¡±. La intenci¨®n es compatibilizar todos esos elementos, asegura la directora general. Con ambici¨®n: ¡°Para intentar acoger los mejores eventos de la ciudad¡±.
Ella insiste en su papel de heredera del camino que marc¨® Guirao y ahora el patronato de la Fundaci¨®n Montemadrid ha puesto en manos de quien previamente ocup¨® la direcci¨®n del Instituto Nacional de Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (Inaem). De Miguel entr¨® en el mismo cuando su antecesor fue ministro de Cultura y abandon¨® el puesto en abril. ¡°El m¨¦rito no es m¨ªo. Yo solo llevo seis meses al frente¡±. Al cumplir el deseo de Guirao y la apabullante movilizaci¨®n ciudadana que puso en marcha Fran Hern¨¢ndez, la Gran V¨ªa y Madrid recuperan un espacio para la cultura que corri¨® el riesgo de sucumbir al comercio.
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