Los cines de Madrid podr¨¢n cambiar de uso para convertirse en pisos u oficinas

Una resoluci¨®n de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente y Ordenaci¨®n del Territorio, publicada el martes en el Bolet¨ªn Oficial de la Comunidad de Madrid, ha modificado el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de Madrid, de tal forma que los propietarios de los cines de Madrid podr¨¢n cambiar el uso urban¨ªstico de sus locales. Lo que ahora son salas de exhibici¨®n podr¨¢n convertirse en viviendas, oficinas o tiendas. La resoluci¨®n afecta, aunque con salvedades, tambi¨¦n a las salas declaradas de protecci¨®n especial y que se levantan en tradicionales ejes cinematogr¨¢ficos de la capital: Gran V¨ªa, Fuencarral, Goya-Narv¨¢ez y plaza de Benavente.

Hasta ahora, el plan general obligaba a los propietarios de todas las salas de cine a mantener la actividad, sin poder cambiar su uso. Pero la resoluci¨®n aprobada por la Comunidad, que fue reclamada por el Ayuntamiento cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Alvarez del Manzano a¨²n era regidor de la capital, cambia totalmente la situaci¨®n. A partir de ahora, cada propietario podr¨¢ destinar la sala de cine a lo que desee.

S¨®lo se establecen dos salvedades: que los cines protegidos monumentalmente tengan que pasar un plan especial que asegure la conservaci¨®n de sus elementos arquitect¨®nicos y culturales m¨¢s destacados y, en segundo lugar, que los nuevos usos del edificio no sean incompatibles con la integridad de palcos, tramoyas o escenarios.

In¨¦s Saban¨¦s, portavoz de IU, denunci¨® ayer que la aprobaci¨®n de la resoluci¨®n "har¨¢ efectivo que se liberalice el uso de los cines de Centro y determinadas zonas". El Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de 1997 defin¨ªa una serie de actividades culturales preferentes en el centro hist¨®rico de la ciudad por las que se imped¨ªa que se cambiara el uso de salas de cine y de teatro, con la intenci¨®n clara de proteger su actividad.

As¨ª, se delimitaban ciertos ¨¢mbitos del centro hist¨®rico como "¨¢reas de actividad cultural preferente", para salvaguardar "el destino tradicional de las salas de cine y de teatro, estableciendo la vinculaci¨®n de usos". En 1985, en Madrid hab¨ªa 200 cines abiertos. Actualmente, quedan 66. Por eso, el Ayuntamiento de ?lvarez del Manzano pact¨® con los empresarios del sector una modificaci¨®n del plan general como soluci¨®n a sus problemas financieros. Ahora ha llegado la respuesta del Gobierno.El ex concejal de Urbanismo en ¨¦poca de ?lvarez del Manzano, Ignacio del R¨ªo, firm¨® un convenio entre el Ayuntamiento y la Confederaci¨®n Empresarial de Madrid y la Sociedad de Empresarios de Cine de Espa?a. El acuerdo solicitaba que la delimitaci¨®n de las zonas protegidas "se dulcificara", seg¨²n explicaron ayer desde el propio Consistorio.

Su petici¨®n fue ratificada en el pleno del pasado 30 de marzo de 2004, con los votos de la mayor¨ªa del Partido Popular, encabezada por el nuevo alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. La novedad es que ahora la ha ratificado la Comunidad de Madrid a trav¨¦s de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente y Ordenaci¨®n del Territorio y se ha publicado en el Bocm, por lo que ya ha entrado en vigor.

El mismo trato

Esto permite que desde el pasado martes los cines de las calles citadas ya no est¨¦n vinculados obligatoriamente a ese uso cultural. "La modificaci¨®n permite que las salas de cine, pero no los teatros, aunque est¨¦n en las ¨¢reas preferentes, y aunque est¨¦n catalogadas [incluidos en el Cat¨¢logo de Protecci¨®n de Edificios], puedan cambiar su uso a cualesquiera", explicaron desde el Ayuntamiento. Es decir, que recibir¨¢n el mismo trato que el resto de los locales. Por lo tanto, con las limitaciones de cada zona, se podr¨¢ cambiar a usos comerciales, de oficinas o incluso viviendas.

Pero tambi¨¦n se establecen dos salvedades, aseguran desde el Consistorio. La primera es que las salas protegidas por el Cat¨¢logo de Protecci¨®n s¨®lo podr¨¢n cambiar su uso con la tramitaci¨®n de un plan especial.

Esto significa que lo deber¨¢ aprobar la Comisi¨®n de Patrimonio y siempre que "quede acreditado que el nuevo uso no afecta a los valores catalogados", seg¨²n explicaron las mismas fuentes. Es decir, que el plan deber¨¢ garantizar que permanezcan los "elementos constructivos, decorativos y de inter¨¦s, as¨ª como su volumetr¨ªa interior y que se destine a un uso adecuado y compatible con sus valores".

La otra excepci¨®n es que, en las salas que hubieran sido antes un teatro y que mantengan las caracter¨ªsticas de ¨¦ste, la modificaci¨®n del uso "no podr¨¢ afectar a aquellos elementos propios del teatro, como el escenario, la tramoya o los hombros de los talones", con el objetivo de poder recuperar su uso alg¨²n d¨ªa, si se quisiera.

Adem¨¢s, la modificaci¨®n del plan agrega que, como est¨ªmulo a la vinculaci¨®n de esos locales al uso del cine, se podr¨¢n conceder aumentos en la edificabilidad, siempre que se mantenga. Esto supone que se puedan aumentar los metros de construcci¨®n, "por encima o en s¨®tanos", seg¨²n fuentes del Ayuntamiento, siempre que se mantenga el uso. Esto permitir¨¢, por ejemplo, hacer minicines en ese nuevo espacio adjudicado o utilizar las entreplantas para hacer otro tipo de actividades.

En toda la Gran V¨ªa el uso terciario que se le puede dar a ese espacio es menos restrictivo, explican desde el Ayuntamiento. Esto es porque tiene adjudicado un "nivel D", lo que implica que se pueden llegar "hasta los 2.000 metros cuadrados". En cambio, en el resto de zonas, ese espacio est¨¢ limitado a los 750 metros cuadrados.

In¨¦s Saban¨¦s critic¨® ayer que se haya probado esta modificaci¨®n de forma unilateral: "Un plan general, aunque sea flexible, no puede generar incertidumbres y que se cambie en funci¨®n de los intereses de determinados sectores, porque es un instrumento en el que debe primar el inter¨¦s general", afirm¨®. "Crea una enorme inseguridad y desconfianza".

Adem¨¢s, asegur¨® que el equipo de gobierno del Ayuntamiento habla constantemente de la necesidad de "hablar del Centro y de pedir un pacto consensuado por todos los grupos sobre ¨¦l", pero, agreg¨®, "toman decisiones unilaterales por el inter¨¦s de un sector econ¨®mico". En su opini¨®n, esto no se ha aprobado "por un inter¨¦s de la ciudad, sino de los empresarios de las salas de cine y eso condiciona todo".