Ayuso frente a la marea blanca de las protestas sanitarias: ¡°Manifestaciones, s¨ª. Boicots, no¡±
La oposici¨®n reclama a la presidenta que destituya al consejero de Sanidad y le advierte de que su futuro est¨¢ en peligro si no lo hace
La advertencia llega alta y clara a trav¨¦s de la voz de Alejandra Jacinto, la portavoz de Podemos: ¡°Madrid no tiene mar, pero tiene mareas. Y si usted no cambia, esa marea se la va a llevar por delante¡±. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, ha escuchado ese mensaje este jueves en la Asamblea de Madrid sin que le hiciera mella alguna. La l¨ªder conservadora ha ido al Parlamento regional a hablar de otra cosa. De Irene Montero ¨D¡±Su ministra, que ataca a los jueces [...
La advertencia llega alta y clara a trav¨¦s de la voz de Alejandra Jacinto, la portavoz de Podemos: ¡°Madrid no tiene mar, pero tiene mareas. Y si usted no cambia, esa marea se la va a llevar por delante¡±. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, ha escuchado ese mensaje este jueves en la Asamblea de Madrid sin que le hiciera mella alguna. La l¨ªder conservadora ha ido al Parlamento regional a hablar de otra cosa. De Irene Montero ¨D¡±Su ministra, que ataca a los jueces [por la aplicaci¨®n de la ley del solo s¨ª es s¨ª], y los culpa de sacar a los violadores cuando es ella la responsable, deber¨ªa dimitir¡±, ha dicho¨D. De proteger el Valle de los Ca¨ªdos. O de derogar la ley de memoria democr¨¢tica ¨D¡±Ser¨¢ lo primero que hagamos cuando tengamos mayor¨ªa en el Congreso¡±, anuncia en nombre de su partido¨D. Pero la oposici¨®n es tozuda. Quiere que Ayuso hable de los problemas que afectan a Madrid y no de asuntos sobre los que no tiene ninguna competencia. Que deje, en definitiva, de desviar la atenci¨®n para no enfrentarse al gran elefante en la habitaci¨®n: que hay dos huelgas de m¨¦dicos en la regi¨®n por la crisis de la sanidad p¨²blica, que reuni¨® a 200.000 personas en una manifestaci¨®n celebrada el domingo.
¡°Si no destituye al se?or consejero por la chapuza sanitaria, la chapuza sanitaria le har¨¢ dimitir a usted. Y si no, pregunte al se?or Lasquetty¡±, le lanza a la presidenta regional M¨®nica Garc¨ªa, la l¨ªder de M¨¢s Madrid, record¨¢ndole que al hoy consejero de Hacienda le cost¨® el puesto en Sanidad, all¨¢ por 2014, una movilizaci¨®n similar a la que hay ahora en la sanidad madrile?a.
¡°Tras haber despedido a 6.000 sanitarios, ?asume la responsabilidad del caos en la sanidad p¨²blica?¡±, le pregunta Juan Lobato, el l¨ªder del PSOE en Madrid.
¡°Ha conseguido poner de acuerdo a miles de madrile?os, que piensan distinto en muchas cosas por este maltrato¡±, le dice Jacinto, de Podemos.
Hay momentos en los que Ayuso hasta parece disfrutar de las cr¨ªticas. Mientras habla Lobato, por ejemplo, mira cada poco de reojo el reloj que tasa cu¨¢nto le queda de intervenci¨®n a su rival, y se sonr¨ªe, como relami¨¦ndose con la r¨¦plica que ya prepara en su fuero interno. Pero al final tiene que hablar de sanidad. Y se corrige a s¨ª misma. Porque si el lunes la presidenta minusvalor¨® la manifestaci¨®n del domingo, consider¨¢ndola como el producto de la politizaci¨®n de la izquierda, este jueves introduce matices en esa afirmaci¨®n que asombr¨® incluso a Vox, su ¨²nico socio posible en el Parlamento regional.
¡°Si la manifestaci¨®n fuera para defender la sanidad p¨²blica, habr¨ªan acudido los siete millones de madrile?os¡±, arrancaba la l¨ªder conservadora. ¡°Por un lado est¨¢n las protestas de los sanitarios, que comprendemos, y est¨¢n en su derecho, y por el otro sus pretensiones [las de la oposici¨®n], que son vivir de lo p¨²blico, reventarlo y privatizarlo para sus intereses electorales, desanimando a los ciudadanos, a los profesionales, llegando a acusarme a mi de asesina, de que mato¡±, se queja. ¡°Va m¨¢s all¨¢ de la sanidad. De aqu¨ª a mayo intentar¨¢n reventarlo todo¡±, opinaba. Para rematar, mirando a M¨®nica Garc¨ªa: ¡°Aqu¨ª lo que gobierna es la democracia representativa. Usted tendr¨¢ la ira, pero no la raz¨®n. Manifestaciones, s¨ª. Boicots, no. La sanidad p¨²blica es de todos¡±.
La referencia a la ira no es casual. Retrotrae subliminalmente a una canci¨®n, Libertad sin ira, de Jarcha, ¨ªntimamente vinculada a la Transici¨®n, y luego a las manifestaciones y protestas contra el secuestro y asesinato de Miguel ?ngel Blanco por parte de ETA. Es la banda sonora de las movilizaciones ciudadanas en boca de la l¨ªder regional, que precisamente ahora se enfrenta a las protestas contra su Gobierno para defender la sanidad p¨²blica en la regi¨®n que preside.
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