As¨ª NO, se?ora Ayuso

¡°As¨ª no, se?ora Ayuso¡±. Esto le ha dicho Consuelo Ord¨®?ez, hermana de Gregorio Ord¨®?ez, y la fundaci¨®n Fernando Buesa a la presidenta de la Comunidad de Madrid. La crispaci¨®n genera m¨¢s crispaci¨®n. Lo mismo ocurre con el respeto. La crispaci¨®n genera tensi¨®n y es el caldo de cultivo de la polarizaci¨®n social. El respeto es la fuente de la que nace y bebe la convivencia.

Los responsables pol¨ªticos tenemos una gran responsabilidad en evitar la tensi¨®n y facilitar la convivencia. Aprend¨ª de mi familia y de mis profesores a pedir las cosas por favor, a dar las gracias y a pedir disculpas cuando me equivoco. Y trato de ense?ar lo mismo a mis tres hijos, como cada padre y madre de este pa¨ªs.

Quiero que nuestros profesores sientan orgullo por la educaci¨®n que nos dan. Quiero que no sintamos verg¨¹enza cuando nuestros hijos vean un telediario. Ni que se preocupen por qui¨¦n es un tal ¡°Txapote¡± ni qu¨¦ escuchen a quien nos deber¨ªa representar a todos y todas llamar ¡°gentuza¡± a nadie.

La pol¨ªtica no deber¨ªa consistir en qui¨¦n insulta m¨¢s fuerte. Yo no he venido a la pol¨ªtica para eso. Quiero ser presidente de la Comunidad de Madrid para resolver los problemas reales de los madrile?os y aprovechar las oportunidades que existen para hacer la vida m¨¢s f¨¢cil y mejor a la gente. Problemas enquistados como el acceso a la vivienda de los j¨®venes o la desesperaci¨®n de las familias afectadas por las obras del metro de San Fernando de Henares. La desolaci¨®n de esos 33.000 j¨®venes que quer¨ªan estudiar Formaci¨®n Profesional y no tienen plaza p¨²blica donde estudiar, el sentimiento de frustraci¨®n de los taxistas, la rabia de las mujeres que afrontan la dif¨ªcil decisi¨®n de interrumpir su embarazo y se encuentran todo tipo de obst¨¢culos, la incredulidad de ver el negacionismo ante la p¨¦sima calidad del aire en Madrid, el abandono permanente de la educaci¨®n p¨²blica y sus docentes o, por supuesto, el desmantelamiento programado de nuestra sanidad p¨²blica.

Ning¨²n insulto u ocurrencia por ingenioso que sea servir¨¢ para distraer o tapar la tozuda realidad de la p¨¦sima gesti¨®n del gobierno de la Comunidad de Madrid, que solo ha puesto en marcha un presupuesto en cuatro a?os.

Pero la cosa tiene a¨²n m¨¢s trascendencia. En Madrid se encuentra hoy el epicentro del mayor riesgo para la convivencia que existe en nuestro pa¨ªs. Por ello quiero hacer un llamamiento a la inmensa mayor¨ªa de dem¨®cratas con convicciones sociales y gente cabal que vive en Madrid. Tenemos que liderar, aqu¨ª en Madrid, la resistencia ante esta antipol¨ªtica basada en despreciar e insultar a quien piensa diferente. No queremos esto para nuestros hijos, ni para nuestros amigos ni vecinos. Ni para el resto de los espa?oles.

Viene a mi cabeza un lema que ten¨ªa la Comunidad de Madrid y que hoy parece muy lejano: ¡°Madrid, la suma de todos¡±.

En Madrid nunca sobrar¨¢ nadie.

As¨ª no, se?ora Ayuso.

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