Los Trinitarios cambian sus finanzas con dos ¡®hacker¡¯, estafas bancarias y cuentas falsas: ¡°Quiero m¨¢s de un mill¨®n de euros¡±

El 1 de febrero de 2022 un hombre entra en la comisar¨ªa de Alcal¨¢ de Henares (Madrid) a presentar una denuncia. Alguien ha accedido a su cuenta y ha hecho transferencias a otra por valor de 5.349 euros. La polic¨ªa rastrea los dep¨®sitos a los que se han derivado esas cantidades, pertenecen a dos hombres que a su vez han trasferido el dinero a otra cuenta a nombre de J. A. E. Al ser detenido, piensa que alguien se ha chivado y quiere averiguar qui¨¦n es para ¡°darle varias pu?aladas¡±. Los agentes se dan cuenta de que esta denuncia no es un hecho aislado. ...

El 1 de febrero de 2022 un hombre entra en la comisar¨ªa de Alcal¨¢ de Henares (Madrid) a presentar una denuncia. Alguien ha accedido a su cuenta y ha hecho transferencias a otra por valor de 5.349 euros. La polic¨ªa rastrea los dep¨®sitos a los que se han derivado esas cantidades, pertenecen a dos hombres que a su vez han trasferido el dinero a otra cuenta a nombre de J. A. E. Al ser detenido, piensa que alguien se ha chivado y quiere averiguar qui¨¦n es para ¡°darle varias pu?aladas¡±. Los agentes se dan cuenta de que esta denuncia no es un hecho aislado. Acaban de empezar a tirar del hilo de un complejo entramado con dos hackers en la c¨²spide que trabajan con el l¨ªder del grupo de la banda juvenil violenta de los Trinitarios en el barrio madrile?o de Orcasitas. La operaci¨®n se ha prolongado durante m¨¢s de un a?o y ha servido para constatar una realidad: las bandas ya no solo se financian con robos, cuotas a sus miembros y con trapicheo de drogas, sino que han dado el salto a las estafas bancarias. ¡°Quiero tener m¨¢s de un mill¨®n de euros¡±, escuchan a J. M. M., el jefe de los Trinitarios, en una de las centenares de conversaciones telef¨®nicas interceptadas.

En la cuenta a la que se transfiri¨® el dinero de esa primera v¨ªctima de Alcal¨¢ de Henares no solo se encontraba el suyo, sino de muchas otras v¨ªctimas de esa misma estafa. Los investigadores detectaron que entre el 29 de diciembre de 2021 y el 28 de febrero de 2022 esta cuenta recibi¨® 113 transferencias por un valor de 81.994 euros. En total, los investigadores de los Grupos de Fraude Empresarial de la Unidad Central de Ciberdelincuencia y la Brigada de Informaci¨®n de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid achacan a esta red el robo de m¨¢s de 700.000 euros. Han detenido a 40 personas de las que m¨¢s de la mitad son mulas. Chicos muy j¨®venes que ceden sus datos personales para abrir nuevas cuentas en las que recibir este dinero. Intermediarios entre los estafados y los verdaderos cabecillas de la trama que son usados como barrera entre las v¨ªctimas y los receptores del dinero. Estas piezas del entramado que se sit¨²an en el escalaf¨®n m¨¢s bajo, reciben un m¨ªnimo porcentaje del dinero sustra¨ªdo por ceder sus datos y por dejar sus m¨®viles para que se implanten las tarjetas electr¨®nicas virtuales.

Los que realmente se lucraban era la docena de personas encargadas de dar ¨®rdenes, coordinar la log¨ªstica, reclutar mulas y dise?ar los programas inform¨¢ticos. Los Trinitarios usan estas cantidades para pagar abogados y sostener econ¨®micamente a algunos de ellos en prisi¨®n, pero lo que les llega son env¨ªos de apenas 20 euros. Los menores que caen detenidos por seguir las ¨®rdenes de sus jefes, rara vez cuentan con un letrado de pago y casi siempre se presentan ante el juez con uno de oficio. Los beneficios tambi¨¦n se usan para comprar armas, pero tampoco llegan a todos, el ¨²nico que cuenta con una pistola de 22 mil¨ªmetros es el jefe m¨¢ximo de los Trinitarios detenido en esta operaci¨®n. De ella presume en sus conversaciones y cuenta que le ha costado mil euros. La red ten¨ªa cuentas en Suiza, Alemania y Ruman¨ªa. ¡°Este dinero les proporciona un nivel de vida que no corresponde a j¨®venes sin un trabajo peri¨®dico, que es adem¨¢s referencia para los nuevos miembros¡±, escriben los investigadores. Es decir, se convierten en una figura aspiracional para los menores a los que captan para la banda.

?En qu¨¦ consist¨ªa el fraude? En la cabeza de la pir¨¢mide se sit¨²an dos hackers, as¨ª los conocen dentro de la organizaci¨®n. Se trata de dos primos M. A. L. y M. D. F.. Ninguno llega a los 30 a?os y el primero de ellos se hace respetar y se autodefine como ¡°la cabeza de todo¡±. Astuto a la hora de no dar las ¨®rdenes de forma directa, sino a trav¨¦s de subordinados, esta expresi¨®n le coloc¨® en la diana de los polic¨ªas. Los investigadores han constatado que gracias a sus conocimientos inform¨¢ticos, estos primos eran los encargados de sustraer los datos de las v¨ªctimas. La ¡°cabeza de todo¡± viv¨ªa de forma itinerante entre Madrid, Barcelona y Sevilla. En esta ¨²ltima ciudad le detuvieron, en la casa que compart¨ªa con su pareja y su perro rotweiller, del que se tuvo que hacer cargo una protectora cuando arrestaron a ambos.

Los primos se encargaban de comprar en el mercado negro de internet por 500 euros los ¡°paneles¡±, as¨ª se llaman los duplicados que simulan p¨¢ginas web de entidades bancarias que hacen llegar con env¨ªos masivos de SMS a clientes con la excusa de que tienen que acceder a su cuenta por alg¨²n problema con sus datos. En diciembre de 2022 se incorpor¨® a la investigaci¨®n la denuncia de una entidad bancaria por suplantaci¨®n de identidad al detectar que se estaban enviando mensajes en su nombre en el que pon¨ªa ¡°Acceso no autorizado, si no has sido t¨², verifica¡±, seguido de una direcci¨®n que llevaba a estos ¡°paneles¡±, webs duplicadas que parec¨ªan las reales. A esta pr¨¢ctica se la conoce como phising.

El l¨ªder de los Trinitarios de Orcasitas pone a su disposici¨®n un ej¨¦rcito de soldados, algunos rasos y otros con rango, para que decenas de chavales abran cuentas a su nombre y as¨ª, en cuesti¨®n de minutos, hagan el m¨¢ximo n¨²mero de transferencias posibles. Otra pieza del puzle se encuentra preparada en cajeros para sacar el dinero en efectivo al instante. Cuando la v¨ªctima se da cuenta del movimiento de dinero, este ya est¨¢ en el bolsillo de la organizaci¨®n criminal. A un denunciante en Segovia llegaron a sustraerle casi 25.000 euros con este m¨¦todo.

Un inform¨¢tico llamado D. M. P. se dedicaba a elaborar estos paneles para el entramado, aunque ¨¦l asegur¨® en su declaraci¨®n judicial que no ten¨ªa ni idea de que el duplicado de una web de una entidad bancaria pudiera usarse para un fin delictivo. Seg¨²n recogen las pesquisas policiales, este inform¨¢tico trat¨® de escapar de Espa?a cruzando a Marruecos en barco, pero lo interceptaron y detuvieron en Algeciras.

El entramado tambi¨¦n duplicaba tarjetas de cr¨¦dito con las que se autopagaba a aplicaciones de m¨®vil que funcionan como dat¨¢fonos. Uno de los detenidos residente en Guadalajara aprovechaba su trabajo en una tienda de mariscos y pescados para pagar a su propio negocio cantidades elevadas con tarjetas duplicadas. Seg¨²n la investigaci¨®n, la organizaci¨®n tambi¨¦n compraba cupones de criptomonedas en un establecimiento de Callao, que luego iban a parar a una hucha com¨²n. El dinero virtual es mucho m¨¢s dif¨ªcil de rastrear. Este enero, uno de los cabecillas de la trama adquiri¨® hasta 5.000 euros en bonos de criptomonedas en 15 compras que cargaban a la cuenta de un ciudadanos en Torremolinos. Este se percat¨® y present¨® la denuncia el 12 de enero, justo el d¨ªa en el que este detenido compr¨® cinco bonos de monieda digital.

Un simple mensaje en redes sociales act¨²a como reclamo para reclutar mulas. Los investigadores detectaron dos personas dentro de la organizaci¨®n dedicadas a captarlas. Uno de ellos sub¨ªa a su perfil de Instagram regularmente publicaciones con el nombre de diversas entidades bancarias seguidas de emoticonos de fajos de billetes y corazones. A continuaci¨®n, recib¨ªa mensajes sobre todo de j¨®venes que se ofrec¨ªan para el trabajo. ¡°Algunos de ellos tienen miles de seguidores con los que llegan a j¨®venes sin trabajo que buscan una contraprestaci¨®n econ¨®mica¡±, recogen los investigadores. La planificaci¨®n de muchas de estas acciones se llevaban a cabo en un piso okupado de Puente de Vallecas, que muchos de los investigados refieren como su domicilio habitual. Entre ellos, uno al que llaman Pollito, un menor originario de Santander que muestra inter¨¦s en mudarse a Madrid para estar m¨¢s cerca de la banda. En una de estas visitas, en diciembre de 2022, este chico resulta herido de gravedad por un ataque de sus rivales, los Dominican Don¡¯t Play. A sus deposiciones judiciales, el chico no va acompa?ado de sus padres, sino de su padrino en la banda. Aquel al que ¨¦l considera como su nueva familia.

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