Ser profesor LGTBI fuera del armario en la Comunidad de Madrid: ¡°Los alumnos nos conf¨ªan cosas que a otros no¡±
Cuatro docentes de distintas etapas educativas cuentan a EL PA?S su experiencia como personas abiertamente gais, lesbianas, bisexuales y trans en la regi¨®n
En Madrid hay una ley que en su art¨ªculo 32 dice as¨ª: ¡°La Consejer¨ªa competente en materia de educaci¨®n incorporar¨¢ la realidad l¨¦sbica, gay, bisexual, transexual, transg¨¦nero e intersexual en los contenidos transversales de formaci¨®n de todo el alumnado¡±. Es la ley contra la LGTBIfobia, aprobada por unanimidad en la Asamblea en julio de 2016. La norma que Vox quiso ¨Dy quiere todav¨ªa¨D derogar durante la anterior legis...
En Madrid hay una ley que en su art¨ªculo 32 dice as¨ª: ¡°La Consejer¨ªa competente en materia de educaci¨®n incorporar¨¢ la realidad l¨¦sbica, gay, bisexual, transexual, transg¨¦nero e intersexual en los contenidos transversales de formaci¨®n de todo el alumnado¡±. Es la ley contra la LGTBIfobia, aprobada por unanimidad en la Asamblea en julio de 2016. La norma que Vox quiso ¨Dy quiere todav¨ªa¨D derogar durante la anterior legislatura, y que la presidenta de la Comunidad, Isabel D¨ªaz Ayuso, abri¨® la puerta a ¡°modificar¡±.
Tambi¨¦n es la norma que ampara que se hable de distintos modelos de familia, de diversidad sexual o de identidad de g¨¦nero en las aulas. Y la que protege a todos aquellos docentes que en alg¨²n momento decidieron salir del armario en su lugar de trabajo. Cuatro de esos docentes, cada uno en una etapa educativa, han contado a EL PA?S c¨®mo es ser profesor abiertamente gay, lesbiana, bisexual o transexual en la regi¨®n. Sus historias no son iguales, pero todos forman parte de la agrupaci¨®n Docentes LGTBI+, que naci¨® en 2019, y comparten la misma preocupaci¨®n: los discursos discriminatorios o de odio ¨Dimpulsados por la ultraderecha en todo el mundo¨D calan en al alumnado, especialmente entre los adolescentes.
Leo G¨®mez, gay y no binario: ¡°Si tuviera que censurar mi discurso no s¨¦ si compensar¨ªa¡±
¡°Por mi pluma, por mis u?as pintadas o por mi maquillaje todo el mundo entiende que no soy heterosexual¡±, dice Leo G¨®mez, que se define como ¡°marica no binaria [persona que no se identifica ni con el g¨¦nero masculino ni con el femenino]. Tiene 41 a?os, es de M¨¢laga y trabaja como docente de secundaria en la Comunidad de Madrid desde hace casi siete a?os. ¡°Vengo del mundo de la empresa y ah¨ª aprend¨ª a camuflarme¡±, recuerda. En 2016, a?o en que se aprobaron la ley contra la LGTBIfobia y la ley trans en la regi¨®n, decidi¨® dejar de hacerlo y sali¨® del armario en el centro donde daba clase. ¡°No es f¨¢cil. Cuando llegas no sabes c¨®mo te van a recibir, porque la experiencia que tuvimos en la escuela no fue fant¨¢stica. Y puedes vestir como quieras, pero muchas veces te encuentras con la resistencia de alguien que te ve demasiado llamativa o que se preocupa por qu¨¦ dir¨¢n los padres¡±, cuenta por tel¨¦fono.
En m¨¢s de una ocasi¨®n, la direcci¨®n del instituto le ha pedido que se quite o cambie el color de las u?as, o que modifique parte de su est¨¦tica. ¡°En el primer centro donde trabaj¨¦, una alumna dijo en casa que era lesbiana. La madre me culpaba a m¨ª y al final la cambiaron a un colegio privado religioso¡±, relata. Este curso, por ejemplo, la directora le dijo que hab¨ªan recibido quejas porque, seg¨²n algunos padres, estaban hablando a los j¨®venes de hormonarse. ¡°Lo ¨²nico que hacemos es reunirnos con los estudiantes y que ellos hablen abiertamente de su identidad o lo que quieran. Nos conf¨ªan cosas que a otros no¡±, explica. Los chavales ven en G¨®mez una persona cercana, que les pregunta cu¨¢les son sus pronombres y que hace que se sientan escuchados: ¡°Ven que su profe ha pasado por lo mismo que ellos y el alumnado que sufre violencia se atreve a compartirlo y a no quedarse escondido¡±.
Aun as¨ª, G¨®mez cuenta que ¡°maric¨®n¡± es todav¨ªa el insulto m¨¢s popular en el patio. Le siguen ¡°gorda¡± y ¡°puta¡±. ¡°El problema es que hace unos a?os, el [alumno] que ten¨ªa un discurso de odio no se atrev¨ªa a decirlo en voz alta [en clase]. Ahora s¨ª¡±, dice. El motivo, cree G¨®mez, son los ataques pol¨ªticos al colectivo por parte de la ultraderecha. ¡°Parece que tenemos que tener vidas que se parezcan a la heterosexualidad y cuando no se parecen, molesta¡±, critica, y a?ade que los comentarios despectivos ¡°han ido en aumento¡± entre los adolescentes. ¡°Chavales que incluso se quieren salir de la clase cuando hablamos de estos temas, est¨¢ pasando¡±.
Tambi¨¦n habla del miedo a que la normativa que protege a la comunidad LGTBI en Madrid desaparezca. En el debate de investidura, Ayuso record¨® su compromiso de reformar la ley trans y de eliminar ¡°contenidos ideol¨®gicos¡± de las aulas. ¡°Si tengo un alumno trans en clase y me impiden hablar de los distintos cuerpos e identidades, le voy a estar diciendo a ese estudiante que su cuerpo y su identidad no son v¨¢lidos¡±. G¨®mez no concibe su vida como docente sin haber salido del armario. ¡°Pero si tuviera que censurar mi discurso, no s¨¦ si compensar¨ªa seguir en este trabajo¡±, plantea.
Mercedes S¨¢nchez, lesbiana: ¡°Seguir¨¦ saliendo del armario hasta que me jubile¡±
Desde hace 15 a?os, cada inicio de curso y delante de un aula abarrotada, Mercedes S¨¢nchez saluda, dice su nombre y suelta lo siguiente: ¡°Voy a ser vuestra profesora. Soy gorda, soy bollera, tengo pelo de oveja y si quer¨¦is ponerme un mote, que sea con algo que no os haya contado¡±. Es su carta de presentaci¨®n desde 2008, el a?o en que sali¨® del armario, aunque da clase en la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad Complutense desde 1999. ¡°Lo dije abiertamente en cuanto firm¨¦ el contrato indefinido. Hasta entonces, no. Nunca sabes qu¨¦ puede pasar¡±, cuenta.
S¨¢nchez co-fund¨® en 2016 la primera oficina de diversidad sexual e identidad de g¨¦nero de una universidad espa?ola. ¡°Pero cuando llegu¨¦ a la Complutense no hab¨ªa nada. Era una invisibilidad absoluta¡±. Nadie o casi nadie abordaba cuestiones LGTBI en el mundo acad¨¦mico, y tampoco con los alumnos. Las primeras jornadas dedicadas ¨ªntegramente al colectivo, recuerda, no llegaron hasta 2010, cinco a?os despu¨¦s de que se aprobara el matrimonio homosexual en Espa?a. ¡°Da miedo empezar a hacer algo. Hab¨ªa un vac¨ªo y eran temas que no se hablaban. Luego, cuando s¨ª se trataban, ve¨ªamos que generaban much¨ªsimo inter¨¦s¡±. Por eso y ya sin miedo a perder el empleo, empez¨® a hablar de su sexualidad. ¡°En cuanto lo dices, el poder lo tienes t¨², no los dem¨¢s¡±.
Para ella, ser abiertamente lesbiana en su entorno laboral es ¡°fundamental¡±: ¡°Seguir¨¦ saliendo del armario en clase hasta que me jubile¡±. Aun as¨ª, admite que le ¡°asusta lo que pueda pasar el 23 de julio¡±, el d¨ªa de las elecciones generales. ¡°Ahora mismo tenemos leyes que nos amparan, pero si se derogan, si se va para atr¨¢s, si empieza a haber listas negras [en 2019 Vox propuso en la Comunidad de Madrid identificar a quienes daban charlas LGTBI en colegios], si llega el pin parental...¡±. S¨¢nchez no quiere imaginarlo y teme por su situaci¨®n como docente, pero especialmente por la de sus alumnos. ¡°Estamos hablando de estudiantes que pueden pensar que lo que son no es leg¨ªtimo, que pueden ser v¨ªctimas de acoso en las aulas y que no se intervenga porque no haya herramientas legales. Son las vidas de un mont¨®n de personas, no es ideolog¨ªa¡±. En los ¨²ltimos cuatro a?os, dice S¨¢nchez, algo ha cambiado: ¡°No hemos dejado de mencionarlo, pero sabes que cuando lo haces puede haber repercusiones. Temas que antes se percib¨ªan como algo novedoso, ahora hay quienes han pasado a criticarlos¡±.
Math de Andr¨¦s, persona trans no binaria: ¡°Para los alumnos soy el referente que yo nunca tuve¡±
Pocos meses antes de presentarse a la oposici¨®n, Math de Andr¨¦s, de 31 a?os, tramit¨® el cambio de nombre en los documentos oficiales, y la semana anterior a empezar a trabajar, se oper¨® el pecho. ¡°Fue un cambio muy visible¡±, recuerda. Es docente de educaci¨®n especial y en los ¨²ltimos tres a?os ha dado clase a alumos de infantil, primaria y secundaria en varios colegios. ¡°Cuando ten¨ªa confianza o sent¨ªa que el ambiente en el centro era seguro, me abr¨ªa¡±, cuenta. Se refiere a decir abiertamente que es una persona trans no binaria y que prefiere que le traten con el pronombre elle. Ha sido este ¨²ltimo curso cuando ha empezado a visbilizarlo m¨¢s. ¡°Es complicado [ser visible], porque tienes que convivir un a?o, al menos, en un mismo centro. No es como una amistad, que te puedes alejar si no te acepta¡±.
Durante sus a?os de colegio, instituto y universidad, de Andr¨¦s no tuvo ning¨²n referente trans no binario. ¡°Solo estaba La Veneno. Si lo ¨²nico que ves es que si eres como eres vas a acabar puta y asesinada, igual te lo piensas. Pero si sabes que hay profes, m¨¦dicos, administrativos, es otra historia. Igual la cajera del Mercadona es cajere y eso abre un mundo nuevo para ti¡±, explica. Estar fuera del armario, cuenta, supone ser libre, no tener que disimular, esconder o cambiar partes de su identidad: ¡°Para el alumnado soy el referente que nunca tuve. Podr¨ªa haberme entendido antes, aprendido quererme y respetarme. Hasta que descubr¨ª la etiqueta con 22 a?os, no ten¨ªa las palabras para expresar qui¨¦n era. Si ayudamos a que personas de 15 a?os hablen de sus dudas y se sientan libres, les damos a?os de ventaja. Es bonito y da envidia¡±.
De Andr¨¦s tambi¨¦n ha percibido c¨®mo los comentarios de odio empiezan a darse m¨¢s entre los alumnos: ¡°Antes dec¨ªan cosas por lo bajo, hab¨ªa miradas o cuchicheos. Ahora es m¨¢s de frente. No te lo dicen a ti directamente, pero hablan despectivamente del colectivo en tercera persona. Por ejemplo, ¡®es que los trans est¨¢n pirados¡¯. Lo que eran comentarios de esquina, se han convertido en frases que dicen en voz alta y en mitad de una clase¡±, cuenta. Como al resto de docentes, le preocupa que en otras comunidades la ultraderecha llegue a puestos pol¨ªticos relevantes [como ha ocurrido en Arag¨®n o Valencia] y todos los derechos conquistados se vean cercenados. ¡°No quiero volver al armario. No vamos a desaparecer y a escondernos en una cueva. Me alegro hasta de que el PP haya conseguido la mayor¨ªa en Madrid y no tenga que pactar con Vox¡±, confiesa.
Laura Canguro, bisexual: ¡°Leer cuentos con personas LGTBI les muestra que otra realidad es posible¡±
Laura Canguro dice que sus alumnos lo entienden todo. Tiene 30 a?os y es profesora de educaci¨®n infantil en un colegio al noreste de Madrid desde 2016: ¡°Me tienen como referente del colectivo, aunque no le he ido diciendo a cada persona que soy bisexual. Pero cuando me topo con alg¨²n comentario, s¨ª me he expuesto y visibilizado, para abrir ciertos melones¡±. En clase, lee libros con protagonistas del colectivo, por ejemplo, o habla de los distintos tipos de familia. ¡°No tiene que haber un caso en el aula para que se aborde. Leer cuentos con personas LGTBI les da a entender que otra realidad posible¡±, cuenta, y los ni?os lo asimilan en cuanto lo escuchan: ¡°No se extra?an, ni lo juzgan¡±.
Canguro cree que con su est¨¦tica ¨Dpelo negro y rosa y rapado por el lado, por ejemplo¨D ya abre el abanico de posibilidades en la mente de los alumnos, porque les aleja de la imagen convencional del docente. ¡°Suelen tener muchas inquietudes con los roles de g¨¦nero: el pintarse las u?as, tener que jugar a seg¨²n qu¨¦ cosas por ser ni?o o ni?a. Y lo preguntan. Tambi¨¦n hablan de su cuerpo y empiezan a identificar las distintas partes¡±, relata la profesora. Es ah¨ª cuando decide dar un paso m¨¢s y explicarles ¡°que no siempre lo ni?os tienen pene y las ni?as vulva¡±. ¡°Te responden: ¡®Ah, vale¡¯. De forma s¨²per natural¡±.
Aun as¨ª, cree que todav¨ªa es necesario ¡°darle m¨¢s voz¡± en los centros educativos, especialmente ahora, que se ponen en cuesti¨®n los contenidos de tem¨¢tica LGTBI en las aulas. ¡°El poder mostrar la diversidad y que el curr¨ªculo escolar est¨¦ para respaldar eso es muy importante. Que ahora se ponga en cuestionamiento no lo entiendo, es atacar la identidad de docentes y alumnos¡±. Hasta los 22 a?os, Canguro no supo que era bisexual. ¡°No me hab¨ªa parado a pensarlo. Crec¨ª en una rueda de A,B,C,D. Ahora toca hacer esto, ahora esto otro. Si hubiera tenido un referente, quiz¨¢ habr¨ªa sido distinto¡±.
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