El estafador de los estafadores: enga?ar a compradores de billetes falsos con imitaciones ¡°de Monopoly¡±
Un chico de 21 a?os ofrec¨ªa en sus redes sociales fajos que parec¨ªan reales con env¨ªos contra reembolso, pero lo que mandaba eran burdas imitaciones. En un mes gan¨® 20.000 euros
Su experiencia empresarial fue tan breve, como intensa e ilegal. J. un chico de 21 a?os de Madrid, llevaba un mes entrando y saliendo de diferentes oficinas de paqueter¨ªa por diferentes puntos de la ciudad. Se mov¨ªa con su BMW y sus gafas de Gucci moviendo sobres de un lado a otro. Los destinatarios de los sobres eran compradores que hab¨ªan adquirido supuestamente 500 euros en billetes falsos de gran calidad, a cambio de pagar 150 euros por el env¨ªo contra reembolso. Pero cuando abr¨ªan los sobres, apenas conten¨ªan tres billetes de 20 euros, burdas copias de los reales, que no habr¨ªan colado por reales ni a un ni?o. Pero ?qu¨¦ estafador va a ir a la polic¨ªa para denunciar que le han estafado? El negocio de J. era casi perfecto, hab¨ªa ganado 20.000 euros en apenas un mes de actividad il¨ªcita. Hasta que dieron con ¨¦l.
A trav¨¦s de una cuenta de Instagram y varios canales de Telegram, J. hab¨ªa comenzado a captar clientes interesados en tener fajos de billetes falsos de 20 y de 50 euros. Seg¨²n sus publicaciones, en las que aparec¨ªan sus manos acariciando fajos y fajos con fondos musicales, promet¨ªa una calidad perfecta y una entrega segura. En un intento de camuflar la ilegalidad, anunciaba su oferta como dinero ¡°para usar en pel¨ªculas y videoclips¡± acompa?ado de un emoji de una c¨¢mara de cine. ¡°M¨¢s info en la bio¡±, escrib¨ªa. ¡°Env¨ªos seguros en 48 horas¡±, promet¨ªa. ¡°No se aceptan m¨¢s pedidos por exceso de demanda¡±, especificaba en otra imagen. Con apenas cuatro publicaciones alcanz¨® 1.800 seguidores. 1.800 clientes potenciales. Los mensajes privados no tardaron en llegar y su negocio comenz¨® a florecer. Los paquetes que ofrec¨ªa iban desde los 150 a los 300 euros, dependiendo de la cantidad que se solicitara.
Con los primeros pedidos, realiz¨® ¨¦l mismo otro por su lado. Adquiri¨® por Aliexpress una caja de billetes falsos, que en ning¨²n caso podr¨ªan hacerse pasar por unos reales. Eran m¨¢s peque?os, una de las caras no se correspond¨ªa en absoluto a los de verdad y el tacto era totalmente distinto. Eran esas copias burdas las que iba a enviar a sus clientes. Obviamente, no eran las que mostraba en sus v¨ªdeos. ¡°Eran como de Monopoly, como de juguete¡±, cuenta una fuente cercana a la investigaci¨®n que hizo caer el peque?o y reducido imperio de J. Para cobrar exig¨ªa env¨ªos contrareembolso, aquellos en los que el receptor paga cuando recibe la mercanc¨ªa. ¡°Cuando vas a recibir algo ilegal, no te pones a abrir el paquete delante del repartidor o en la propia oficina, as¨ª que cuando abr¨ªan el sobre y se daban cuenta del enga?o, ya hab¨ªan pagado¡±, explican estas mismas fuentes.
Para cobrar sus ventas, el joven emprendedor hab¨ªa abierto una cuenta en Lituania, porque varias de las oficinas con las que hab¨ªa operado, entre ellas algunas de Correos, le exig¨ªan transferirle el pago a una cuenta y comprob¨® que las cuentas en ese pa¨ªs son m¨¢s dif¨ªciles de rastrear. Sin embargo, la de Usera, en la que finalmente fue detenido, era su favorita porque le daban el dinero en met¨¢lico. Las ¨²ltimas veces que utiliz¨® sus servicios, los dependientes hab¨ªan comenzado a sospechar porque les hab¨ªan llegado quejas de los receptores. Solo en un mes, hab¨ªa realizado 40 env¨ªos solo en ese establecimiento.
Cuando fue arrestado, en el maletero del coche llevaba una caja con 34 sobres de color marr¨®n que conten¨ªan los billetes de 20 euros falsos y 76 impresos de etiquetas de env¨ªos ya efectuados. ¡°Pel¨ªculas y v¨ªdeos¡±, pon¨ªa en el remitente, todo con el objetivo de que simulara una empresa legal. El detenido tambi¨¦n llevaba encima 500 euros en met¨¢lico. ¡°Ella no tiene nada que ver¡±, fue lo primero que declar¨® a los agentes de la polic¨ªa municipal nada m¨¢s darle el alto. Se refer¨ªa a una chica que le acompa?aba en el veh¨ªculo. ¡°Los billetes son de atrezzo, no es delito¡±, fue su segunda frase.
¡°Es la estafa perfecta, ?c¨®mo vas a ir a una comisar¨ªa a denunciar que ibas a comprar billetes falsos y lo que te han enviado son billetes, pero muy falsos?¡±, recalcan fuentes policiales. Adem¨¢s, nunca hab¨ªa contacto directo entre el comprador y el vendedor, m¨¢s all¨¢ de un irrastreable chat de Telegram o de Instagram. Cuando le detuvieron, el chico cont¨® todo con detalle, no se dej¨® pr¨¢cticamente nada. Explic¨® a los agentes, adem¨¢s, que se hab¨ªa asesorado con un abogado sobre las posibles consecuencias de lo que estaba haciendo y que este le hab¨ªa explicado que si la copia era muy burda, no le pod¨ªan acusar de falsificaci¨®n de moneda. Este supuesto letrado era el que le hab¨ªa indicado tambi¨¦n que era muy improbable que el perfil de sus clientes fuera el de alguien que fuera a denunciar un timo as¨ª. Al joven ya le constaban antecedentes policiales, aunque no relacionados con el delito por el que se le detuvo en esta ocasi¨®n.
Qui¨¦n sabe hasta d¨®nde podr¨ªa haber expandido sus redes comerciales si no le hubieran pillado in fraganti al mes de comenzar su andadura empresarial con apenas 21 a?os.
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