Izan, el ni?o que sobrevivi¨® a la tormenta encaramado a un ¨¢rbol: ¡°Gracias, gracias, gracias¡±
Un menor es rescatado ocho horas despu¨¦s de que la corriente se llevara el coche en el que viajaba con su familia en Aldea del Fresno. Su madre y su hermana est¨¢n en el hospital, mientras que el padre sigue desaparecido
El ni?o Izan llevaba toda la noche agarrado a una rama de ¨¢rbol para no ser arrastrado por la corriente del r¨ªo Alberche cuando por fin apareci¨® alguien cerca del amanecer. Era Eduardo Ca?adas, de 40 a?os, un vecino del pueblo madrile?o de Aldea del Fresno. ¡°Gracias, gracias, gracias¡±, era todo lo que alcanzaba a decir el peque?o, de 10 a?os, que ten¨ªa la cara cubierta de barro, moratones y magulladuras.
En pleno temporal, el domingo, cerca de la medianoche, sus padres hab¨ªan decidido regresar a Alcorc¨®n, preocupados por el desbordamiento de los tres r¨ªos que rodean Aldea del Fresno, localidad del suroeste de la Comunidad de Madrid, donde tienen una segunda vivienda. Viajaba en el asiento de atr¨¢s junto a su hermana, de 14 a?os. Pero a la salida del pueblo, a la altura del puente sobre el Arroyo Grande, el coche fue arrastrado por la crecida del Alberche. Los vecinos dicen que el peque?o r¨ªo de la cuenca del Tajo ¡°parec¨ªa el Mississippi¡±.
Hubo un testigo del accidente, que lo narr¨® de madrugada en la red social X (antes Twitter). ¡°A las 23.27, el puente y la carretera desaparece. El veh¨ªculo se pierde en mis ojos impotentes de no haber podido hacer nada. Intento acercarme lo m¨¢ximo posible para saber la suerte del conductor. No veo nada. Todo esto con emergencias a la escucha¡±, cuenta ?scar, que se identifica como bombero forestal.
Izan vio a su hermana salir por la puerta de atr¨¢s, pero al instante la perdi¨® de vista. El ¨¢rbol al que se agarr¨® es un fresno de unos siete metros que se encuentra a m¨¢s de tres kil¨®metros corriente abajo, en una extensa finca que todo el mundo en este pueblo madrile?o conoce como El Santo, y que, antiguamente, perteneci¨® a un marqu¨¦s.
Vecinos, polic¨ªa local y Guardia Civil trabajaron toda la noche en la b¨²squeda hasta que a las siete de la ma?ana, antes de salir el sol, oyeron una voz en la oscuridad que parec¨ªa de un ni?o. Fue una gran alegr¨ªa para rescatistas y vecinos que se hab¨ªan sumado a las tareas de b¨²squeda y llevaban toda la noche sin dormir. La madre y la hermana hab¨ªan sido localizadas con vida poco despu¨¦s del accidente, pero padre e hijo segu¨ªan desaparecidos.
La hermana hab¨ªa llegado por su propio pie al parque de bomberos situado a la entrada del pueblo, minutos despu¨¦s del accidente. La madre fue hallada a primera hora de la madrugada. Gritaba: ¡°?Socorro!, ?estoy aqu¨ª!, ?venid a por m¨ª!¡±. Se encontraba agarrada a un ¨¢rbol en un lugar no muy lejano al de Izan, 250 metros m¨¢s abajo, en la orilla donde trabajaban los equipos de rescate.
La voz del ni?o ven¨ªa de la otra orilla, del Santo. Todos los de la zona saben que en el Santo vive Eduardo Ca?adas con su mujer y sus hijas, relata por tel¨¦fono el teniente Ram¨®n Rodr¨ªguez, oficial adjunto de la compa?¨ªa de Getafe, en una parada de apenas unos minutos en las tareas de rescate. ¡°Por suerte, ten¨ªan el m¨®vil del guarda de la finca de la que ven¨ªa la voz, as¨ª que lo llamamos¡±.
El guarda Ca?adas dice que al otro lado de la l¨ªnea escuch¨® a un polic¨ªa local, Ram¨®n Manso. Ca?adas hab¨ªa pasado una mala noche por los destrozos que el agua hab¨ªa causado en la propiedad. Ahora ten¨ªa la misi¨®n de encontrar el lugar de donde proced¨ªa la voz.
Cogi¨® su todoterreno y acudi¨® a donde le hab¨ªa indicado el agente. Se sorprendi¨® al ver que el ni?o estaba subido a un fresno tan alto.
¨D?C¨®mo te llamas?
¨DIzan.
¨D?Cu¨¢nto tiempo llevas ah¨ª?
¨DLlevo aqu¨ª un d¨ªa. Mi coche se cay¨® al r¨ªo.
¨D?Est¨¢s solo?
¨DNo. Con mis padres y mi hermana. Mi hermana y yo salimos por la parte de atr¨¢s. Pero mi padre y mi madre no lo s¨¦.
Izan estaba conmocionado. ¡°Ni lloraba¡±, cuenta Ca?adas por tel¨¦fono. ¡°Peor estaba yo, solo de pensar en mis hijas que son m¨¢s o menos de la misma edad¡±. A Ca?adas le sorprendi¨® que el ni?o se hubiera sujetado a una rama con el grosor de un dedo. ¡°Se ha agarrado a la vida¡±, repite varias veces Ca?adas. ¡°No s¨¦ c¨®mo ha aguantado¡±.
No tuvo que ayudarlo a bajar. El ¨¢rbol era demasiado endeble para su peso. Izan baj¨® solo, despacio. A esa hora el caudal se hab¨ªa reducido y pudo tocar tierra. El guarda lo traslad¨® en su todoterreno hasta una zona a la que s¨ª pod¨ªan acceder los agentes. Un guardia civil de paisano, del equipo Roca de San Mart¨ªn de Valdeiglesias, lo cogi¨® en sus brazos, envuelto por una chaqueta del guarda. El teniente detalla: ¡°El compa?ero que lo ha cogido estaba muy contento, ¨¦l tambi¨¦n tiene hijos. Lo ha metido en uno de nuestros coches y lo hemos trasladado al centro de salud y, despu¨¦s, al hospital¡±. El guardia que ha arropado al ni?o no estaba trabajando el domingo, pero no dud¨® en ofrecerse para el operativo de emergencias, como muchos otros.
El ni?o fue conducido al hospital Rey Juan Carlos de M¨®stoles, donde se reuni¨® con su madre y hermana. Su padre sigue desaparecido. Lo est¨¢n buscando buzos de los Grupos de Especialistas en Actividades Subacu¨¢ticas, ayudados de bomberos, polic¨ªas locales y otros efectivos de Emergencias.
Mientras tanto, los cuerpos de emergencia contin¨²an su trabajo en el operativo que, a esta hora, rastrea la zona con la prioridad de encontrar al padre de Izan y a otro desaparecido, un hombre de 83 a?os arrastrado por la corriente en Villamanta.
La situaci¨®n en Aldea del Fresno (3.200 habitantes) sigue siendo catastr¨®fica. En la ma?ana del lunes, los cuatro accesos al pueblo quedaron bloqueados. Tres son puentes que se han derrumbado y una cuarta carretera, la que conecta con el pueblo toledano de M¨¦ntrida, fue cortada por cautela porque las autoridades tem¨ªan que un punto corriera peligro de derrumbe porque la crecida del r¨ªo Alberche ha podido socavar los cimientos. A las 15.00 fue restablecido el acceso por un carril de esa v¨ªa.
En medio del drama, los vecinos han recibido la visita de la presidenta de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, que ha acudido al puesto de mando avanzado del 112 en esta localidad. Ayuso ha pedido al Gobierno central que declare ¡°zona catastr¨®fica¡± el ¨¢rea afectada del suroeste de la regi¨®n.
Apenas unas horas antes del desastre, el teniente Rodr¨ªguez hab¨ªa aterrizado en Madrid y el domingo por la noche, antes de que se acabaran sus d¨ªas libres, ya estaba sobre el terreno, como muchos otros compa?eros. ¡°No ha hecho falta llamar a nadie, todos los que est¨¢bamos librando nos hemos presentado sin dudarlo. Los que conocen la zona son los que trabajan en ella¡±, especifica el teniente.
Cuando el ni?o ya estaba a salvo y en el hospital, el teniente regres¨® a hablar con el guarda Ca?adas. ¡°Le he dado la enhorabuena porque lo ha hecho genial. Todav¨ªa le temblaba la voz. Me ha dicho que el ni?o ha sido un aut¨¦ntico valiente¡±, asegura. ¡°Estas son las cosas que te alegran la tarea¡±.
Ca?adas resta valor a su trabajo. ¡°He estado en el lugar y sitio exacto y ya est¨¢. Cualquier otra persona habr¨ªa hecho lo mismo. El verdadero protagonista es el peque?o¡±. El guarda sigue admirado por su instinto de supervivencia. ¡°Es para hacerle un monumento¡±.
?Tienes informaci¨®n? Escribe a los autores por correo fpeinado@elpais.es y ppeiro@elpais.es
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