Una banda dirigida por El Gr¨²as arranc¨® cinco cajeros de cuajo vestidos de operarios
Los detenidos, que se hicieron con m¨¢s de 400.000 euros en cuatro meses, actuaron en Madrid y Guadalajara y fracturaban el cristal de las sucursales
El reloj marca las seis de la ma?ana cuando un grupo de operarios aparca su gr¨²a al lado de una sucursal bancaria, coloca los conos alrededor y empieza a desplegar sus materiales. Empieza la hora punta en el municipio madrile?o de Alcal¨¢ de Henares y decenas de coches pasan cerca del grupo de lo que parecen unos trabajadores normales. Nadie se extra?a, hasta que usan la parte delantera de la gr¨²a para fracturar el vidrio del edificio. Pero el tiempo de reacci¨®n es escaso: en menos de dos minutos rodean con unas bridas el cajero autom¨¢tico, la gr¨²a pega un aceler¨®n y lo arranca de cuajo. Lo cargan en la parte trasera, lo tapan con una lona y huyen. Trabajo completado. Acaban de llevarse m¨¢s de 100.000 euros antes siquiera de que amanezca.
Lo que ellos no sab¨ªan es que ese golpe perpetrado en enero fue el principio del fin de la banda de El Gr¨²as, el cabecilla de este grupo, un hombre espa?ol de 50 a?os con varias detenciones en su haber por robos y que, al ser arrestado, les dijo a los agentes: ¡°Menos mal que me hab¨¦is pillado porque esta noche pensaba dar otro palo¡±.
Tras el robo en Alcal¨¢ se escapan por la autopista, pero un control de la Polic¨ªa Nacional trata de detenerlos. El Gr¨²as, al volante del veh¨ªculo, pega un volantazo, cruza la autopista como un rayo , consigue escapar de los agentes tras bajar del veh¨ªculo y montar en un coche que le estaba esperando a unos kil¨®metros. Deja abandonado el cajero cubierto con una lona en la parte trasera de la gr¨²a, tambi¨¦n robada. El considerado cerebro de la banda ten¨ªa un manejo de la conducci¨®n ¡°espectacular¡±, destacan los agentes implicados en la operaci¨®n.
El Gr¨²as hab¨ªa reclutado a su banda desde mediados del a?o pasado. Se trata de un grupo compuesto de, al menos, otros tres hombres, que fich¨® de entre sus conocidos para los golpes que quer¨ªa dar con esta particular t¨¦cnica. En septiembre dieron el primero de los que se le imputan a esta organizaci¨®n, en un pueblo de Guadalajara, despu¨¦s en Madrid capital, en Pinto, en Alcal¨¢ de Henares y en un peque?o pueblo de la sierra de Madrid llamado Navalafuente.
En este ¨²ltimo punto, la banda cambi¨® un poco su modo de actuar, porque all¨ª el cajero estaba a pie de calle y no hizo falta romper ning¨²n cristal. Para ese golpe, utilizaron un cami¨®n de los que se utilizan para remolcar veh¨ªculos averiados. Ese dispositivo acababa de ser instalado recientemente en el pueblo despu¨¦s de que el alcalde solicitara a la entidad bancaria ese servicio tras una reivindicaci¨®n de los vecinos.
Despu¨¦s de actuar, se llevaban los cajeros autom¨¢ticos a una finca abandonada en El Molar (Madrid) en la que hace a?os hubo un restaurante. All¨ª viv¨ªan dos de los integrantes de la banda junto a dos simp¨¢ticos perretes que se deshicieron en mimos con los polic¨ªas cuando estos entraron para detener a su due?o. Junto a sus tres compinches, fue arrestado a principios de febrero acusado de cinco robos con fuerza y otro en grado de tentativa y de pertenencia a grupo criminal. En uno de los golpes se les hab¨ªan roto las bridas y tuvieron que cambiar de planes.
En esa finca era donde abr¨ªan a la fuerza los cajeros para vaciar sus tripas de billetes. Despu¨¦s arrojaban las diferentes partes por diferentes sitios, aunque los investigadores de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid hallaron en el terreno algunas carcasas y otras partes en las que se pod¨ªa incluso leer el nombre de una entidad bancaria. Los criminales sab¨ªan cu¨¢ndo era mejor actuar y correspond¨ªa cuando los dispositivos estaban m¨¢s llenos porque iba a empezar el fin de semana o era el d¨ªa del pago de las pensiones. Los investigadores sospechan que se han hecho con m¨¢s de 400.000 euros en cuatro meses.
¡°Antes de los robos exist¨ªa una planificaci¨®n previa y uno de los elementos importantes es que hubiera una v¨ªa de escape f¨¢cil desde el lugar donde se encontraba la sucursal¡±, explica uno de los investigadores. ¡°Despu¨¦s de repartirse el dinero, se lo gastaban r¨¢pidamente en todo tipo de lujos: coches, cenas, ropa...¡±, a?ade otro. Se les imputan 19 hechos delictivos, porque a los robos con fuerza de los cajeros, hay que a?adir otros delitos como el robo de todos los veh¨ªculos que usaron en los golpes, el de falsedad documental y el de atentado contra agente de la autoridad porque pusieron el peligro la vida de los polic¨ªas el d¨ªa que escaparon del control en Alcal¨¢ de Henares.
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