La banda de El Conde se hizo con m¨¢s de tres millones de euros con DNI robados en el metro de Madrid
Cae una red que sacaba dinero en entidades bancarias usando dobles de los verdaderos usuarios de carn¨¦s sustra¨ªdos, que despu¨¦s enterraba en un parque
Sombra aqu¨ª y sombra all¨¢, una peluca, una bufanda y a cobrar. Este era el ritual para robar dinero con carn¨¦s de identidad robados en el metro de Madrid. La condici¨®n era que el que retiraba el dinero en la entidad bancaria deb¨ªa ser casi el doble del que aparec¨ªa en la fotograf¨ªa del DNI sustra¨ªdo y para eso se val¨ªan de maquillaje y otros elementos de caracterizaci¨®n. Los que entraban a los bancos y se hac¨ªan pasar por los titulares de las cuentas eran los soldados, pero en la c¨²spide de esta organizaci¨®n perfectamente engrasada estaba El Conde. As¨ª se hizo su organizaci¨®n con m¨¢s de tres millones de euros de las cuentas de los pasajeros de metro.
El origen de la trama siempre comenzaba en el suburbano de Madrid. En agosto de 2022 un ciudadano denunci¨® que le hab¨ªan robado la cartera en un pasillo de un intercambiador. El hombre se llev¨® el disgusto de haber perdido todas sus tarjetas y cien euros en met¨¢lico y present¨® la denuncia correspondiente. D¨ªas despu¨¦s, observ¨® unos movimientos extra?os en su cuenta: unas extracciones de 2.900 euros realizadas en una entidad bancaria en Zaragoza. Acudi¨® de nuevo a la polic¨ªa a ampliar la denuncia interpuesta unos d¨ªas antes. Este esquema se repiti¨® varias veces y la Brigada M¨®vil de la Polic¨ªa Nacional en Madrid se dio cuenta de que no pod¨ªa ser casualidad.
Los agentes que vigilan los transportes p¨²blicos en la capital conocen m¨¢s a los carteristas que a algunos miembros de su familia, as¨ª que comenzaron una serie de vigilancias a estos delincuentes habituales. Por un lado, observaban que se quedaban con el met¨¢lico y hac¨ªan algunas compras con las tarjetas hasta que las bloqueaban. Hasta ah¨ª, lo habitual. Pero tambi¨¦n empezaron a observar que vend¨ªan los DNI a otro sujeto. Este les daba 50 euros de media por cada carn¨¦, pero si este hab¨ªa sido obtenido en una parada de metro de una zona acaudalada, el valor pod¨ªa incrementarse hasta los 100 euros, porque se preve¨ªa que en esa cuenta hubiera m¨¢s de d¨®nde rascar.
Una vez que contaban con un nuevo DNI, una nueva v¨ªctima, la red buscaba a aquellos candidatos que se parecieran m¨¢s a los de la fotograf¨ªa. Los seleccionaba entre personas drogodependientes y conocidos del mundo de la delincuencia a los que se pudiera comprar f¨¢cilmente. El trato era que los usurpadores, los que se disfrazaban para sacar dinero, se llevaban el 40% de lo obtenido. Tambi¨¦n hab¨ªa ocasiones en las que se les pagaba con droga, aprovechando su dependencia. ¡°Era m¨¢s sencillo y funcionaba mejor cuando se trabaja de una mujer, porque es m¨¢s sencillo conseguir la semejanza con el maquillaje y los complementos¡±, explica el jefe de la brigada m¨®vil. El disfraz se montaba a la vuelta de la esquina o dentro del propio coche en el que transportaban a los dobles de las v¨ªctimas.
Hasta las entidades los acompa?aban los cabecillas de toda esta banda. Uno de ellos se encargaba de operar en la Comunidad de Madrid, mientras que el otro transportaba a los usurpadores por todo el territorio para hacer m¨¢s dif¨ªcil su localizaci¨®n. As¨ª es c¨®mo se divid¨ªan el territorio. Uno de esos l¨ªderes de la trama es el que se hac¨ªa llamar El Conde. ¡°?l mismo se presentaba as¨ª y exig¨ªa que le llamaran de esa forma¡±, se?ala el investigador policial. El golpe era r¨¢pido y limpio. ¡°Igual se los llevaba a Almer¨ªa una ma?ana, iban a cuatro o cinco entidades y a las doce estaba de vuelta en Madrid con el dinero¡±, agrega el agente. As¨ª, la polic¨ªa calcula que la banda se hizo con m¨¢s de tres millones de euros de cerca de 200 v¨ªctimas. A algunas de ellas, llegaron a causarle un perjuicio econ¨®mico de hasta 15.000 euros.
Despu¨¦s de dos a?os tras los pasos de esta organizaci¨®n con multitud de tent¨¢culos, la polic¨ªa nacional detuvo a principios de febrero a 50 supuestos implicados, desde los carteristas, hasta los l¨ªderes. Tambi¨¦n cayeron dos mujeres encargadas de blanquear el dinero robado y otra pata de la red que se dedicaba a vender por redes sociales los objetos de valor que los carteristas encontraban en los bolsos sustra¨ªdos.
Los agentes lograron recuperar gran parte de los DNI que sus due?os daban por perdidos. Se encontraban enterrados en un parque de Madrid. Un particular cementerio de documentaci¨®n robada que los delincuentes dejaban abandonada cuando ya no pod¨ªan exprimir m¨¢s.
Los detenidos han elegido varios platos del men¨² del c¨®digo penal y est¨¢n acusados de blanqueo de capitales, usurpaci¨®n de estado civil, contra la salud p¨²blica, hurto, estafa, trata de seres humanos, falsedad documental y pertenencia a organizaci¨®n criminal. Los seis principales responsables del entramado han ingresado en prisi¨®n.
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