Capturada una ¡°uni¨®n temporal¡± de ladrones: cada uno de los ocho miembros ten¨ªa una especialidad
La polic¨ªa nacional detiene a un grupo criminal acusado de, al menos, cinco asaltos a naves industriales y cajas fuertes que escond¨ªa sus ¨²tiles de trabajo y armas en neveras enterradas
El d¨ªa de Nochebuena, un grupo de ladrones se preparaba para dar el golpe perfecto. O eso creyeron ellos. Aprovechando que todo el mundo estaba ocupado con los preparativos navide?os, que los clientes hab¨ªan dejado cientos de euros en las compras de carnes y mariscos y un buen soplo de informaci¨®n, la banda puso rumbo a un supermercado en la localidad madrile?a de Rivas Vaciamadrid. Su objetivo era la caja fuerte repleta de billetes. En cuesti¨®n de minutos, reventaron el comercio y salieron del centro comercial con su bot¨ªn, camino a una finca rural cerca de Getafe, su centro de operaciones. All¨ª, entre gatos, gallinas y perros, bajo tierra, ten¨ªan enterrados varios electrodom¨¦sticos que usaban como arcones para guardar armas, ¨²tiles de trabajo y parte de lo obtenido. La suya era una uni¨®n temporal en la que cada uno aportaba su especialidad.
La banda estaba compuesta por ocho miembros, desde los 24 hasta los 50 a?os. J¨®venes generaciones trabajando codo a codo con los m¨¢s veteranos. Manejaban desde los ¨²tiles m¨¢s primarios como hachas o caretas hiperrealistas, hasta dispositivos tecnol¨®gicos para desbloquear el cierre de los coches. ¡°Ya no hay bandas unidas cuyos miembros trabajan siempre juntos, ahora se dan estos casos en los que se van llamando seg¨²n el golpe que vayan a dar y la especialidad que necesiten¡±, detalla un miembro del Grupo XXI de la Jefatura Superior de Madrid de la Polic¨ªa Nacional. Ellos detuvieron a los ocho miembros de esta organizaci¨®n en sus domicilios y en la calle a finales de abril.
En este caso, estaban los que detectaban los coches m¨¢s ¨²tiles para dar sus golpes, robustos y r¨¢pidos. El grupo criminal contaba con un dispositivo para detectar si los veh¨ªculos ten¨ªan alg¨²n sistema de localizaci¨®n y otro para hacer una copia de la llave en cuesti¨®n de segundos. Otro de los miembros captaba informaci¨®n para saber d¨®nde y c¨®mo actuar. Tambi¨¦n estaban los receptadores, los que recib¨ªan la mercanc¨ªa y la colocaban en el mercado negro. Estaba el experto conductor, una figura muy cotizada en el mundo criminal. Y el que se encargaba de duplicar las matr¨ªculas para no ser identificados por las c¨¢maras de seguridad. Cuando consideraban que ya hab¨ªan utilizado demasiado un veh¨ªculo, lo quemaban en un callej¨®n.
Conforme avanzaban en sus golpes, fueron aumentando sus destrezas. Despu¨¦s de la caja fuerte de Rivas, se llevaron una m¨¢quina de cobro de un establecimiento comercial en la calle Antonio L¨®pez, en Madrid. Conten¨ªa 8.000 euros. Despu¨¦s se fueron a Segovia a asaltar una nave log¨ªstica, pero este robo se vio frustrado por la intervenci¨®n de un patrullero. En marzo, en plena Semana Santa, fueron a por una nave en Humanes (Madrid) a la que accedieron por un agujero en el techo. De all¨ª se llevaron 2.000 pares de zapatillas valoradas en 600.000 euros. Algunos de ellos eran modelos muy exclusivos, como por ejemplo algunos de la colecci¨®n Jordan. El ¨²ltimo robo del que se les acusa sucedi¨® hace solo unos d¨ªas en una f¨¢brica de alimentaci¨®n en Manises (Valencia), de la que se llevaron productos que casi son tan codiciados como el dinero y las joyas. Por ejemplo, varias garrafas de aceite. Tambi¨¦n entraron con un boquete en el tejado.
Su centro de operaciones era una finca cerca de Getafe, en la que se reun¨ªan despu¨¦s de sus robos, planificaban el siguiente y tambi¨¦n ensayaban con sus utensilios para ser m¨¢s r¨¢pidos en el momento de la acci¨®n. Por ejemplo, practicaban el forzado de cerraduras para ganar agilidad. Ese terreno con un par de construcciones era un verdadero almac¨¦n de criminalidad. All¨ª hab¨ªa una lanza t¨¦rmica, una herramienta que funde acero y para cuya utilizaci¨®n hay que tener una t¨¦cnica depurada, ¡°o fundes todo lo que encuentras en tu camino¡±, apunta un investigador. ¡°Seguro que eso lo tienen desde los tiempos en los que los robos de caja fuertes eran m¨¢s habituales, hace a?os¡±, recalca un agente.
Los polic¨ªas tambi¨¦n hallaron una m¨¢scara hiperrealista, decenas de tel¨¦fonos m¨®viles, inhibidores de frecuencia, una troqueladora para falsificar matr¨ªculas, grupos de oxicorte para abrir cajas fuertes y llaves v¨ªrgenes. Adem¨¢s, en el registro encontraron elementos que normalmente se usan para asaltar a otros delincuentes, como luces para simular un control policial, chalecos reflectantes y uniformes. La polic¨ªa investiga ahora si este grupo tambi¨¦n practic¨® vuelcos, como se llama a los robos de droga a los narcotraficantes. Todo un men¨² completo de delincuencia. En el registro de la finca, uno de los polic¨ªas fue mordido en el gemelo por un pitbull que ten¨ªan los detenidos. En las jaulas tambi¨¦n hab¨ªa gallos que probablemente se usaron en peleas ilegales.
Bajo tierra, metidos en varias neveras, escond¨ªan sus particulares herramientas de trabajo y tambi¨¦n un arsenal de armas muy potentes. ¡°Era un sistema de almacenamiento que proteg¨ªa el contenido de la humedad y de los animales¡±, se?ala un agente que ha participado en la operaci¨®n. Los investigadores necesitaron maquinaria especializada para desenterrar la cantidad de material que almacenaba la banda.
Todos ten¨ªan antecedentes por diversos delitos y ahora cuatro de ellos han vuelto a ingresar en prisi¨®n. De hecho, uno se encontraba encarcelado por otra causa en el periodo en el que la banda actu¨® y se incorporaba a los planes cuando estaba de permiso. Otro era pariente de la Tata, la famosa alunicera con decenas de detenciones a sus espaldas por reventar escaparates para arrasar con todo lo que hubiera dentro. A la vez, algunos de ellos manten¨ªan una doble vida en la que s¨ª trabajaban de forma legal. Uno en un bar de Getafe (Canella) que da nombre a la operaci¨®n en la que se ha desarticulado la organizaci¨®n criminal. Hostelero de d¨ªa, ladr¨®n de noche.
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