18.000 manifestantes llenan las calles de Madrid por la sanidad p¨²blica: ¡°Es un derecho, no queremos perderlo¡±
Una gran marea blanca inunda la capital para protestar por el mill¨®n de pacientes en las listas de espera, la falta de inversi¨®n y la escasez de pediatras, entre otras carencias
Nieves, 67 a?os, administrativa jubilada: ¡°Por el destrozo que est¨¢n haciendo y porque nuestros m¨¦dicos no dan abasto¡±. Marif¨¦, 59 a?os, vecina de Fuenlabrada: ¡°Porque llevo 15 meses de baja y todav¨ªa no me ha visto el especialista¡±. Gerardo Ruiz, 70 a?os: ¡°Porque soy de un colectivo de pensionistas de M¨®stoles y, por tanto, principales afectados de los recortes en lo p¨²blico¡±. Hay pocos asuntos que susciten consenso, pero la defensa de la sanidad p¨²blica es uno de ellos. Por este motivo, 18.000 manifestantes, seg¨²n la delegaci¨®n del Gobierno, han vuelto a salir a la calle en Madrid para exigir un servicio de calidad y una mayor inversi¨®n en personal, recursos y dotaciones. Cada uno con su motivo en particuar, pero todos confuyen en el principal, coreado por todas las voces en la plaza de Cibeles: ¡±Sa-ni-dad p¨²-bli-ca¡±.
A la cabeza de la manifestaci¨®n se situ¨® la actual ministra de Sanidad, M¨®nica Garc¨ªa, m¨¦dico anestesista de profesi¨®n y quien, siendo l¨ªder de la oposici¨®n por Podemos y M¨¢s Madrid en la Asamblea de Madrid, abander¨® la causa de las mejoras en un sector crucial para la calidad de vida de los ciudadanos, convirtiendo la lucha por la sanidad p¨²blica y contra su deterioro en la principal de sus preocupaciones.
¡°Donde se hace patria es aqu¨ª, no hay mejor patria que la sanidad p¨²blica¡±, dijo la ministra en alusi¨®n a la convenci¨®n internacional de l¨ªderes de ultraderecha convocada por Vox, y que se produc¨ªa simult¨¢neamente a la marcha en el vecino y popular barrio madrile?o de Carabanchel, en el Palacio de Vistalegre.
La protesta, que ha partido de cuatro columnas diferentes siguiendo los puntos cardinales, ha sido convocada por la plataforma Vecinas y vecinos de barrios y pueblos de Madrid, una uni¨®n ciudadana destinada a ¡°defender la sanidad p¨²blica¡±. Los sindicatos han apoyado la iniciativa pero han decidido hacerlo como participantes, para dejar el protagonismo a los convocantes, una asociaci¨®n de ciudadanos.
Cada uno con sus razones, de lo ideol¨®gico a lo particular, miles de residentes en Madrid se han cargado sus motivos a la mochila para recorrer las calles. H¨¦ctor, de 24 a?os, administrativo de Moratalaz, sostiene que hay que ¡°parar la privatizaci¨®n¡±. Inmaculada, de 70 a?os, ha aplaudido emocionada el paso de los manifestantes, recordando sus 47 a?os de trabajo en la empresa textil Induyco, que en los a?os setenta se convirti¨® en s¨ªmbolo de la lucha sindical y feminista en un periodo en el que solo alzar la voz era motivo de represalias. ¡°La sanidad es un derecho, uno luchado por todos los trabajadores, y no podemos perderlo¡±, ha sostenido la mujer. ¡°Llevo en lista de espera para el oftalm¨®logo desde febrero y me han dado cita para 2025¡±, ha indicado Narci, actriz de 61 a?os madrile?a nacida en Sevilla.
Esta es la tercera vez que se convocaba una manifestaci¨®n multitudinaria por la sanidad p¨²blica en poco tiempo despu¨¦s del 13 de noviembre de 2022 y el 12 de febrero de 2023, en dos concentraciones que sumaron 450.000 asistentes, seg¨²n la Delegaci¨®n de Gobierno (un mill¨®n y medio seg¨²n los organizadores). A pesar de que se pod¨ªa esperar cierto cansancio social despu¨¦s de varias convocatorias, lo cierto es que la afluencia ha superado las expectativas de los convocantes.
Si hay que diferenciar algo de la convocatoria previa es que en esta ocasi¨®n se ha visto a menos poblaci¨®n adolescente y joven que en las anteriores, aunque algunos hab¨ªa. ¡°Mi madre trabaja en el hospital de La Paz y sabemos de primera mano la saturaci¨®n y falta de recursos que hay¡±, cuenta Alexia, estudiante de 17 a?os de Parla. Margarita, de 49 a?os, ha caminado al lado de su hijo al que ha tra¨ªdo porque considera que es importante que vean esto desde peque?os. ¡°Como usuaria de la sanidad y como familiar de pacientes enfermos, la gente tiene que darse cuenta de lo importante que es que se acorten los tiempos de atenci¨®n y que se potencie la investigaci¨®n. Mis padres me trajeron a estas manifestaciones y yo tambi¨¦n lo hago¡±, afirma.
La marea ha estado acompa?ada por la banda sonora de la persistente batucada con tambores y bombos, imprescindible en toda buena protesta social que se precie. Tampoco han faltado los pitos, ni los comerciantes que aprovechan para sacarse un extra vendiendo silbatos durante la marcha.
Adem¨¢s de ciudadanos y pacientes, tambi¨¦n han acudido profesionales del sector sanitario, que viven desde dentro los problemas que afronta el sector. ¡°Si tienes una buena sanidad, denota que eres un pa¨ªs inteligente y yo quiero un buen servicio para todos, porque la p¨²blica es la que salva vidas. La sanidad y la eduaci¨®n p¨²blica curan enfermedades por igual¡±, afirma Ana, de 50 a?os, investigadora de ensayos cl¨ªnicos. A su lado, su marido Adolfo, periodista deportivo la secunda: ¡°Cuando la perdamos, no la vamos a recuperar y salvarla es una forma de entender la pol¨ªtica¡±. Edurne Prado, enfermera de 23 a?os nacida en Pamplona pero residente en Madrid apunta un motivo m¨¢s all¨¢: ¡°Queremos recordar que en Palestina est¨¢n matando a nuestros compa?eros sanitarios y bombardeando hospitales¡±. Ismael, tambi¨¦n enfermero de 26 a?os originario de Ciudad Real critica la ¡°externalizaci¨®n de servicios como la lavander¨ªa, celadores, restauraci¨®n y almacenes¡±. ¡°Estamos viviendo una precariedad tremenda¡±, sentencia.
Los convocantes organizaron esta protesta y citaron argumentos como que las listas de espera de Madrid han superado el mill¨®n de pacientes, que la inversi¨®n del Gobierno en sanidad p¨²blica es de las menores de Espa?a, que el n¨²mero de pediatras se ha reducido en un 30% en los ¨²ltimos tres a?os y la reducci¨®n del n¨²mero de camas hospitalarias. Una de las ¨²ltimas batallas a pie de calle se libra para que los servicios de urgencias de atenci¨®n primaria vuelvan a tener m¨¦dicos, ya que muchos de ellos solo cuentan con personal de enfermer¨ªa o auxiliares, lo que hace que todo se derive a los hospitales, lo que contribuye a su saturaci¨®n, especialmente en los picos estacionales de enfermedades.
La m¨¢s fotografiada de trayecto hasta Cibeles ha sido la presidenta madrile?a Isabel D¨ªaz-Ayuso, no porque haya acudido a la manifestaci¨®n, sino por la enorme figura de su busto con una nariz de Pinocho que ya ha salido a pasear el otras protestas como esta.
Tambi¨¦n era posible ver en camisetas y pancartas un n¨²mero: 7.291. Es el n¨²mero de mayores fallecidos en las residencias de la regi¨®n durante los 1.500 d¨ªas que permanecieron activos los protocolos de la verg¨¹enza, que impidieron el traslado de pacientes a hospitales en lo peor de la pandemia. M¨¢s Madrid coloc¨® recientemente dos lonas en edificios de la capital recordando esta cifra, pero la junta electoral le oblig¨® a retirarlas y una de ellas fue sustituida por el anuncio de una cerveza.
Los carteles de ¡°No a los recortes¡±, ¡°Basta precariedad¡± y ¡°?Salud!¡±, entre otros, han quedado plantados en los setos que rodean la plaza de Cibeles y colocados en las barandillas como testigo moment¨¢neo de que la marea blanca ha vuelto a salir a la calle.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter sobre Madrid, que se publica cada martes y viernes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.