El riesgo de ser abogado, al menos en Madrid: se triplica el n¨²mero de letrados que piden amparo
Acoso de los clientes, tensi¨®n en las comisar¨ªas e incluso p¨¢ginas web difamatorias son algunos de los riesgos a los que se exponen los letrados en su pr¨¢ctica profesional, sobre todo en el turno de oficio
Al acabar el verano de 2021, a Enrique, un abogado madrile?o que entonces ten¨ªa 29 a?os con cinco de experiencia a sus espaldas, le fue asignada una clienta por el turno de oficio. No sab¨ªa que esa mujer iba a convertirse en la fuente de su ansiedad y desasosiego los meses sucesivos. El nombre de este letrado es ficticio, as¨ª lo ha pedido para no arriesgarse a reactivar el acoso al que fue sometido. La situaci¨®n a la que ella lo llev¨® fue tan l¨ªmite que ¨¦l lleg¨® a pedir renunciar a su representaci¨®n, algo que solo se concede e...
Al acabar el verano de 2021, a Enrique, un abogado madrile?o que entonces ten¨ªa 29 a?os con cinco de experiencia a sus espaldas, le fue asignada una clienta por el turno de oficio. No sab¨ªa que esa mujer iba a convertirse en la fuente de su ansiedad y desasosiego los meses sucesivos. El nombre de este letrado es ficticio, as¨ª lo ha pedido para no arriesgarse a reactivar el acoso al que fue sometido. La situaci¨®n a la que ella lo llev¨® fue tan l¨ªmite que ¨¦l lleg¨® a pedir renunciar a su representaci¨®n, algo que solo se concede en situaciones verdaderamente excepcionales cuando se trata de un caso de justicia gratuita. Acab¨® denunci¨¢ndola y para eso tuvo que imprimir decenas de p¨¢ginas web y entradas de blog en las que su nombre y apellidos aparec¨ªan junto a la imagen de un mono.
El suyo es uno de los casos que el Colegio de la Abogac¨ªa de Madrid (Icam), el mayor de Espa?a con casi 75.000 miembros, considera tan flagrante que ha acordado concederle amparo en este 2024. En los ¨²ltimos dos a?os, las solicitudes al colegio por parte de sus miembros se han multiplicado, debido al esfuerzo de la instituci¨®n por dar a conocer esta figura. Los n¨²meros son bajos porque, como explican desde el colegio, todav¨ªa existe desconocimiento de la existencia de esta herramienta profesional. En 2022 fueron 13 letrados los que solicitaron el amparo, en este 2024, solo con datos hasta mitad de a?o, las peticiones llegan a 40. No todas se conceden, pues los requisitos incluyen que la indefensi¨®n est¨¦ debidamente justificada. En 2024 se ha dado una respuesta positiva a 10 solicitantes.
Se trata de una decisi¨®n que toma la junta de gobierno del colegio con dos vertientes. Una simb¨®lica, por la que se reconoce oficialmente que los derechos de un letrado han sido vulnerados en su ejercicio profesional o que ha vivido una situaci¨®n de riesgo. Pero adem¨¢s, con esta decisi¨®n, el colegio dispone representaci¨®n y apoyo legal para el letrado amparado en caso de que haya que iniciar un proceso judicial.
¡°Hay situaciones muy variadas. El abogado ha podido ser acosado f¨ªsica o psicol¨®gicamente, maltratado en la sala de vistas, puede vivir situaciones de tensi¨®n en las comisar¨ªas, o incluso llegar a situaciones l¨ªmite con sus representados. Hay casos en los que estos se obsesionan y llegan a acosar con mensajes de Whatsapp o llamar a horas intempestivas¡±, explica Javier Mata, diputado del colegio responsable de Defensa de la Abogac¨ªa.
Por ejemplo, a una letrada con discapacidad, por ejemplo, fue amparada despu¨¦s de acreditar mensajes vejatorios e insultos de un representado. En ellos, llegaba a amenazarla y se refer¨ªa de forma humillante a su discapacidad. A la abogada le asignaron esta representaci¨®n a principios de a?o y desde el principio recibi¨® este tipo de mensajes de su cliente ¡°con amenazas constantes y mensajes ofensivos en horarios intempestivos¡±. La mujer tuvo que presentar una denuncia contra su cliente, que ahora se encuentra en paradero desconocido. El colegio lanz¨® una campa?a el pasado noviembre para animar a sus profesionales a alzar la voz y reconoci¨® que en muchas de estas agresiones hay un componente machista.
Otro letrado acredit¨® hasta 450 llamadas en un solo fin de semana. ¡°El representado estaba siendo investigado por acoso telef¨®nico a centros hospitalarios y pas¨® a volcarse en su abogado¡±, detalla el Icam en un comunicado que recoge algunos de los casos de este a?o. ¡°El acoso incluy¨® m¨¢s de 70 llamadas en un solo d¨ªa y hasta 450 en un fin de semana. La situaci¨®n se agrav¨® al punto de que el abogado tuvo que bloquear varios n¨²meros y soportar llamadas en horarios intempestivos¡±, prosigue el documento.
El colegio recopila casos de profesionales que han sido sancionados en comisar¨ªas por desencuentros con los agentes de polic¨ªa en algunos momentos de tensi¨®n. Una de las afectadas decidi¨® reclamar un expediente abierto por la Delegaci¨®n del Gobierno por haber faltado, supuestamente, al respeto a unos agentes de polic¨ªa cuando se quej¨® por el excesivo tiempo de espera hasta poder ver a su cliente. Otro letrado relat¨® que fue denunciado por los polic¨ªas por no haberse detenido en el aparcamiento cuando se lo indicaron. Seg¨²n ¨¦l, iba atendiendo una llamada urgente y no se percat¨®.
En el caso de Enrique, hubo pocas dudas de que se trat¨® de una situaci¨®n l¨ªmite. ¡°Al principio todo fue bien, me llega el caso archivado y consigo que lo reabran y llegar a juicio¡±, relata el abogado. El asunto estaba relacionado con denuncias entre vecinos. En el transcurso de las diligencias, fue solicitado un informe pericial psicol¨®gico a la clienta de Enrique. Cuando lleg¨® este documento, a ella no le gustaron las conclusiones. ¡°A m¨ª ni siquiera me parec¨ªa que resultase tan desfavorable, pero ella se empe?¨® en que hab¨ªa inexactitudes y que ten¨ªa que modificarlo. Yo le expliqu¨¦ que no estaba en mi mano cambiar el texto de un informe pericial del juzgado¡±, prosigue el letrado.
Ella se obsesion¨® con esa evaluaci¨®n psicol¨®gica y la relaci¨®n entre ambos comenz¨® a ser tensa. ¡°Habl¨¢bamos todos los d¨ªas y el tono empez¨® a ser cortante. El hecho de que el cliente no est¨¦ de acuerdo con tu criterio profesional es algo relativamente habitual, pero cuando explicas los motivos que te llevan a actuar as¨ª, lo acaban entendiendo. En este caso ella estaba empe?ada en que el resultado de ese informe era mi culpa¡±, afirma Enrique.
Fue entonces cuando el abogado descubri¨® la difamaci¨®n digital a la que ella hab¨ªa empezado a someterlo. Lo primero que hizo fue insultarlo con su nombre y apellidos en un blog que ella ten¨ªa y en el que narraba sus pensamientos y reflexiones. Junto a sus consideraciones sobre la falta de val¨ªa profesional del abogado, colgaba fotos donde se le reconoc¨ªa perfectamente. Despu¨¦s, sustituy¨® las cara de esas fotos por im¨¢genes de simios y dio un paso m¨¢s al crear una web exclusivamente para da?ar su imagen profesional. La mujer ten¨ªa ciertos conocimientos inform¨¢ticos y supo posicionar la p¨¢gina de forma que era la que primero aparec¨ªa en los buscadores. Entonces, el colegio de la abogac¨ªa acord¨® liberarlo de la representaci¨®n de esta clienta.
¡°No present¨¦ denuncia hasta pasado un tiempo, porque solo el hecho de ponerme a redactarla y tener que imprimir y documentar todo lo que hab¨ªa hecho me provocaba ansiedad y malestar. Lo dej¨¦ reposar un tiempo y cuando me sent¨ª m¨¢s fuerte, puse una denuncia por acoso en internet¡±, explica el letrado. Fue admitida a tr¨¢mite, pero el juicio no se ha podido celebrar porque ella se encuentra en paradero desconocido.
Seg¨²n una encuesta encargada por el colegio hace unas semanas en la que se consult¨® a m¨¢s de un millar de sus miembros, la mitad de ellos asegur¨® haber sentido ¡°fatiga, pensamientos negativos y deprimentes y alteraciones emocionales¡± en el ejercicio de sus tareas profesionales. El 66% reconoc¨ªa haber sufrido ansiedad. El an¨¢lisis revela que las mujeres y j¨®venes eran los m¨¢s afectados, un grupo en el que se engloba Enrique, al que toda esta situaci¨®n le sobrevino con 29 a?os, y que adem¨¢s no trabaja en un macrobufete que pudiera brindarle abrigo.
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