Seis due?os de cl¨ªnicas privadas entre los 28 jefes de dermatolog¨ªa, la especialidad m¨¢s colapsada en la sanidad madrile?a

La sanidad privada tiene un poderoso efecto llamada para los dermat¨®logos de la p¨²blica en Madrid. Seis de los 28 jefes de esa especialidad en el sistema auton¨®mico se han metido a empresarios del sector, seg¨²n un an¨¢lisis de EL PA?S. Combinan su trabajo en hospitales p¨²blicos de la regi¨®n con la gesti¨®n de cl¨ªnicas privadas. El ...

La sanidad privada tiene un poderoso efecto llamada para los dermat¨®logos de la p¨²blica en Madrid. Seis de los 28 jefes de esa especialidad en el sistema auton¨®mico se han metido a empresarios del sector, seg¨²n un an¨¢lisis de EL PA?S. Combinan su trabajo en hospitales p¨²blicos de la regi¨®n con la gesti¨®n de cl¨ªnicas privadas. El caso m¨¢s llamativo es el del doctor Pedro Ja¨¦n, que ha montado una red de cuatro cl¨ªnicas y dos centros de cirug¨ªa en la capital, donde trabajan 89 personas, entre ellos 17 de los 27 m¨¦dicos a su cargo en el departamento de dermatolog¨ªa del Hospital Ram¨®n y Cajal. Los otros cinco gestionan en sus cl¨ªnicas equipos de entre cuatro y diez sanitarios. En cuanto a los dem¨¢s jefes de servicio, muchos tambi¨¦n participan en la sanidad de pago. Ocupan puestos gerenciales en grandes hospitales privados o pasan consulta por libre. En total, al menos 23 de los 28 combinan pr¨¢ctica p¨²blica y privada, seg¨²n el an¨¢lisis de fuentes abiertas y del Registro Mercantil hecho por este peri¨®dico. Esta convivencia se da en una especialidad con un serio problema de saturaci¨®n. Dermatolog¨ªa es el ¨¢rea con m¨¢s pacientes en lista de espera en la sanidad p¨²blica de Madrid ¨D105.329, es decir, casi uno de cada siete, en un sistema con m¨¢s de 30 ramas¨D. La situaci¨®n plantea una cuesti¨®n trascendente que afecta no solo a dermatolog¨ªa: ?perjudica la doble actividad de estos m¨¦dicos al servicio p¨²blico?

Esta pregunta genera incomodidad en un colectivo que suele ver la pr¨¢ctica privada como una oportunidad para mejorar sus ingresos. Combinar la actividad p¨²blica con la privada es legal en Espa?a y la mayor¨ªa de pa¨ªses avanzados y algunos creen que es ut¨®pico introducir la exclusividad, porque llevar¨ªa a huelgas de m¨¦dicos. Sin embargo, el debate sobre los posibles perjuicios de la doble pr¨¢ctica es relevante en un momento de creciente peso del mercado de pago: un 40% de madrile?os ya tiene un seguro privado de salud, seis puntos m¨¢s que en 2019, lo que convierte a esta regi¨®n en la n¨²mero uno para este sector.

Muchos creen que, por ese inter¨¦s personal de los m¨¦dicos, se ha normalizado una pr¨¢ctica que debilita al servicio p¨²blico. Y algunos hablan por experiencia directa, como Sergio Garc¨ªa Vicente, un m¨¦dico que ha sido gerente de hospitales p¨²blicos y privados en la regi¨®n de Valencia. Advierte de que observ¨® durante a?os un claro conflicto de intereses. ¡°Este tema me duele bastante porque el doctor que tiene esa doble pr¨¢ctica al final acaba da?ando al sistema p¨²blico¡±, dice Garc¨ªa Vicente, miembro de la Asociaci¨®n de Econom¨ªa de la Salud. ¡°?D¨®nde vas a ganar m¨¢s? Al final acabas haciendo dejaci¨®n de funciones en el servicio p¨²blico¡±.

Otro caso de un m¨¦dico que compagin¨® ambas actividades y acab¨® denunciando los da?os de esta pr¨¢ctica es el cardi¨®logo ingl¨¦s John Dean. En 2015, caus¨® una pol¨¦mica al escribir un art¨ªculo de opini¨®n en el British Medical Journal en el que advert¨ªa de que era inmoral mantener ambos trabajos. Los argumentos de Dean, rese?ados en un art¨ªculo reciente de las economistas Ariadna Garc¨ªa Prado y Paula Gonz¨¢lez para la Sociedad Espa?ola de Salud P¨²blica y Administraci¨®n Sanitaria, giraban en torno a los incentivos perversos identificados previamente por otros expertos: los profesionales pueden eludir tareas o poner poco esfuerzo en su desempe?o (tras horas de trabajo en el sector privado), pueden aumentar estrat¨¦gicamente la lista de espera para que m¨¢s pacientes est¨¦n dispuestos a pagar por un tratamiento privado, o pueden derivar pacientes privados al sector p¨²blico para realizarles pruebas concretas que resultan onerosas para las cl¨ªnicas privadas.

Dean explic¨® que su conciencia no le dej¨® seguir compaginando ambas actividades. ¡°Por mucho que tratara de cumplir con mis propios est¨¢ndares ¨¦ticos y morales, no pod¨ªa quitarme de la cabeza que estaba involucrado en un negocio donde la conducta de algunos era tan deshonesta que rozaba lo criminal: los avariciosos aprovech¨¢ndose de los necesitados¡±.

Al margen de si esta pr¨¢ctica corrompe o no, las jornadas laborales tan extensas pueden perjudicar la calidad asistencial, lo que llevar¨ªa a situaciones en las que se cometen errores, tanto de diagn¨®stico como de medicaci¨®n. Se supone que los jefes deben hacer su jornada en los hospitales p¨²blicos entre las ocho de la ma?ana y las tres de la tarde.

Los datos analizados por este peri¨®dico sugieren que algunos hospitales con jefes empresarios suelen tener un rendimiento muy pobre. Tres destacan por un desempe?o muy inferior a la media. En la lista de los 28 hospitales, la media de pacientes vistos por un dermat¨®logo del Sermas fue de 3.158 pacientes en 2023. El pen¨²ltimo hospital en ese ranking es el Cl¨ªnico San Carlos (2.046), cuya unidad de dermatolog¨ªa est¨¢ dirigida por Eduardo L¨®pez Bran, due?o de la cl¨ªnica Imema.

De acuerdo con otro par¨¢metro, los d¨ªas que espera un paciente, la media de los 28 hospitales era en septiembre de 85 d¨ªas, El peor hospital fue el Ram¨®n y Cajal (261 d¨ªas de media), que est¨¢ dirigido por Pedro Ja¨¦n, el fundador y director del Grupo Pedro Ja¨¦n SA; y el antepen¨²ltimo fue La Paz (166 d¨ªas), dirigido por Pedro Herranz Pinto, que administra dos negocios m¨¦dicos; L¨¢ser M¨¦dica Segovia y HBN 39 Especialidades M¨¦dicas.

Los otros tres jefes empresarios son Pablo de la Cueva, del Infanta Leonor (Vallecas), que es due?o de Dermacue (es sexto por la cola en productividad y d¨¦cimo por la cola en espera media); Jos¨¦ Luis L¨®pez Estebaranz, del Hospital Fundaci¨®n de Alcorc¨®n, fundador y director de DermoMedic Center (es el d¨¦cimo peor en productividad y tiene buenos datos de demora media, el s¨¦ptimo mejor) y Agustina Segurado, jefa en el Hospital del Sureste (Arganda), y due?a de Sclinic (tiene los n¨²meros m¨¢s decorosos de los empresarios: novena mejor en productividad y octava mejor en demora media).

Estos seis empresarios dirigen cl¨ªnicas con un equipo de m¨¦dicos a sus ¨®rdenes. Con diferencia, la mayor compa?¨ªa es la de Pedro Ja¨¦n, quien dirige a 77 m¨¦dicos y factura 17 millones de euros al a?o. Las cl¨ªnicas suelen encontrarse en zonas pudientes de Madrid como Salamanca o Chamart¨ªn.

Fuga a la privada

La situaci¨®n general de la especialidad ha empeorado mucho desde el shock de la pandemia. La demora media total en los 28 hospitales madrile?os era en 2019 de 37 d¨ªas y ahora es de 85 d¨ªas. En toda Espa?a es la segunda peor especialidad en cuanto a tiempo medio de espera, 118 d¨ªas, solo superada por neurolog¨ªa (125 d¨ªas). Los expertos se?alan que esto se debe en parte a una preocupaci¨®n mayor por manchas y lunares con potencial cancer¨ªgeno. Al mismo tiempo, ha continuado el bum de la est¨¦tica, que supone una oportunidad de negocio privado muy lucrativa para estos profesionales.

Los datos recabados por EL PA?S sugieren una pr¨¢ctica combinada del 82% en la dermatolog¨ªa de Madrid, mucho m¨¢s elevada que la media en Espa?a. La Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial informa de que un 37% de sus colegiados compaginan los dos ¨¢mbitos, seg¨²n los datos que compila de los colegios de m¨¦dicos de Espa?a. Sin embargo, ese porcentaje puede ser inferior a la realidad. El Colegio de M¨¦dicos de Madrid est¨¢ reformando su sistema de recopilaci¨®n de datos porque hasta ahora los colegiados marcaban en el formulario una de dos casillas: pr¨¢ctica privada o p¨²blica.

Otras estad¨ªsticas muestran que se ha intensificado la competencia de la red privada por captar sanitarios de la p¨²blica. El empleo privado de m¨¦dicos especialistas estaba en torno al 30% del total en 2021, con un incremento desde 2018 del 7%, frente a la ca¨ªda del empleo p¨²blico del 1,7%, seg¨²n un informe elaborado para el Ministerio de Sanidad.

El poder de atracci¨®n es tan fuerte que la sociedad cient¨ªfica del ramo, la Academia Espa?ola de Dermatolog¨ªa y Venereolog¨ªa, advierte de que cada vez m¨¢s dermat¨®logos optan por dedicarse solo a la privada. ¡°Cuesta retener a los profesionales, sobre todo en los hospitales comarcales¡±, afirma Jos¨¦ Manuel Carrascosa, vicepresidente de esta asociaci¨®n. ¡°Para muchos, ha dejado de resultar atractiva la dermatolog¨ªa p¨²blica¡±. Seg¨²n el informe Oferta y demanda de empleo en Espa?a, que elaboran Adecco e Infoempleo, los dermat¨®logos son los m¨¦dicos mejor pagados de Espa?a, con un sueldo medio de 72.122 euros brutos al a?o.

Mar¨ªa Cord¨®n, vocal de ejercicio libre en el Colegio de M¨¦dicos de Madrid, ve el caso de dermatolog¨ªa como un claro ejemplo del desplazamiento de m¨¦dicos de la p¨²blica hacia la privada. Tambi¨¦n observa que el fen¨®meno del m¨¦dico empresario est¨¢ creciendo, impulsado por la mayor demanda de la poblaci¨®n y por el malestar de los profesionales con los seguros sanitarios, que se resisten a actualizar las tarifas que les pagan por consulta. ¡°Hace meses que en el Colegio creamos una Mesa de la privada y me ha sorprendido que somos muchos empresarios¡±, dice Cord¨®n. Ella fund¨® en 2019 una cl¨ªnica generalista, Blue Healthcare.

Cord¨®n no cree que la compatibilidad corrompa a los m¨¦dicos y defiende la profesionalidad de los jefes de servicio que combinan las dos pr¨¢cticas ¡°a costa de estar hasta las ocho o las nueve de la noche pasando consulta privada¡±. Para reducir las listas de espera en la p¨²blica, ella aboga por m¨¢s cooperaci¨®n p¨²blico-privada, por ejemplo por medio de derivaciones a centros privados de los pacientes en cola.

Garc¨ªa Vicente defiende que la soluci¨®n para evitar corruptelas es m¨¢s control. ¡°Los gobernantes deben hacer una labor de auditor¨ªa que lamentablemente no se hace, porque se da preferencia al bienestar de estos m¨¦dicos y a la paz social dentro del hospital por encima de los pacientes, que al final son los que terminan pagando el pato¡±.

?Tiene m¨¢s informaci¨®n? Escriba a los autores a fpeinado@elpais.es y a njimenez@formacion.elpais.es

Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter sobre Madrid, que se publica cada martes y viernes.