Los menores madrile?os se quedan sin dentista p¨²blico durante varios meses al a?o
El convenio para tratamientos complejos de 7 a 16 a?os siempre termina en noviembre, pero los profesionales nunca saben cu¨¢ndo se firma el nuevo. En 2024 fue en mayo y, hasta entonces, los centros de salud no pudieron derivar pacientes
No es lo mismo tener una caries en febrero que en junio, al menos en la Comunidad de Madrid. Desde 2018, la regi¨®n cuenta con un programa bucodental para menores de siete a 16 a?os, conocido como PADI. En ¨¦l, se incluyen los ...
No es lo mismo tener una caries en febrero que en junio, al menos en la Comunidad de Madrid. Desde 2018, la regi¨®n cuenta con un programa bucodental para menores de siete a 16 a?os, conocido como PADI. En ¨¦l, se incluyen los servicios b¨¢sicos de atenci¨®n ¨Drevisiones, empastes, limpiezas¨D y se desarrolla en los centros de salud. Para intervenciones m¨¢s complejas, si la caries es muy profunda y llega al nervio, por ejemplo, los pacientes son derivados a consultas privadas de forma gratuita. Esto es posible gracias a un convenio que firman el Servicio Madrile?o de Salud (Sermas) y el Colegio de Odont¨®logos y Estomat¨®logos (COEM). Este acuerdo se renueva anualmente desde hace siete a?os y siempre termina el 30 de noviembre. Pero los dentistas nunca saben cu¨¢ndo se activar¨¢ el nuevo. En 2024, fue el 29 de mayo; en 2023, el 29 de marzo. Hasta que no se firma, los ambulatorios no pueden derivar ni?os a las cl¨ªnicas y muchas familias acaban pagando el tratamiento por su cuenta.
¡°Las familias vienen y se quejan. Durante muchos meses les tienes que decir que ese convenio que existi¨® el a?o pasado se retrasa incluso un poco m¨¢s. ¡®?Y cu¨¢ndo se activa?¡¯, preguntan. No lo sabemos. ¡®?Y c¨®mo me puedo enterar?¡¯ Est¨¦ usted pendiente de la prensa. Es muy duro decirle eso a un paciente¡±, se queja por tel¨¦fono Isabel Calama, dentista y vocal de odontolog¨ªa del sindicato m¨¦dico Amyts.
Este a?o el retraso ha sido mayor que en 2023 y no han podido derivar pacientes hasta junio, cuenta. Los primeros a?os del programa, el convenio se firm¨® en febrero; en 2020, con la pandemia, se hizo el 12 de junio; y 2021 fue el a?o con m¨¢s retraso, desde noviembre hasta finales de junio no hubo renovaci¨®n. Seis meses sin tratamientos especiales. En cambio, en 2022 la firma lleg¨® en enero, aunque no se public¨® en el bolet¨ªn regional hasta marzo.
Eso s¨ª, el convenio termina puntualmente todos los a?os en noviembre ¨Dy los pacientes dejan de derivarse en ese momento¨D por los plazos de facturaci¨®n, explica la doctora Marisol Ucha Domingo, presidenta del COEM, para que haya tiempo de terminar los ¨²ltimos tratamientos derivados y de cerrar la facturaci¨®n anual. Sobre la disparidad en las fechas de renovaci¨®n del convenio, se?ala que ¡°no depende del COEM cuando se firma¡± sino de la Consejer¨ªa de Sanidad. En 2024, 970 dentistas se han adscrito al convenio. ¡°Seg¨²n nos indican, esperamos poder renovar en enero de 2025¡å, a?ade Ucha.
En la Consejer¨ªa de Sanidad, un portavoz indica que la Comunidad de Madrid remiti¨® hace dos semanas el nuevo convenio al COEM para ¡°poder avanzar de la manera m¨¢s r¨¢pida posible¡±. ¡°Los convenios se firman despu¨¦s de un periodo de tramitaci¨®n variable en funci¨®n de las modificaciones que se hagan. La redacci¨®n del convenio nuevo es un trabajo que concierne a todos los actores y tenemos que ser todas las partes ¨¢giles para sacarlo adelante lo antes posible, siempre en beneficio del ciudadano¡±, comenta. Y a?ade que todos los ciudadanos de la regi¨®n, ni?os y adultos, tienen asignado un odont¨®logo y un higienista dental (que asiste al doctor) para garantizar la prestaci¨®n del servicio.
¡°Te toca o no te toca¡±
¡°Para la organizaci¨®n de la consulta es un horror y para los pacientes es un problema, porque muchos vienen cuando hay afectaci¨®n pulpar [la caries llega al nervio] y duele. No pueden esperar y se lo tienen que pagar. Al final se produce una inequidad absoluta entre el paciente que viene a consulta en febrero y el que viene en agosto. No es justo. Dependiendo de cu¨¢ndo vengas, te toca o no te toca¡±, critica Calama. Uno de los motivos m¨¢s comunes para derivar es la necesidad de una endodoncia, popularmente conocidas como matar el nervio. Seg¨²n la Encuesta de Salud Oral de Espa?a, de 2020, es la patolog¨ªa no transmisible m¨¢s com¨²n y afecta a un 36% de la poblaci¨®n infantojuvenil.
Seg¨²n el convenio, para que un paciente sea derivado a una cl¨ªnica privada debe pasar antes por su centro de salud. Son el filtro para acceder al servicio. El problema, explican Calama y otros profesionales consultados, es que en la Comunidad de Madrid ¡°hay 173 dentistas¡± para atender a todos los ciudadanos. ¡°Los m¨¦dicos de familia tienen entre 1.500 y 2.500 pacientes asignados. Los dentistas, de media, tenemos 40.000. Para dedicar 10 minutos a toda la poblaci¨®n que tengo asignada, necesitar¨ªa siete a?os de actividad laboral. Y solo 10 minutos en odontolog¨ªa no se puede. Es una locura¡±, explica la profesional. Si al convenio solo acceden los ni?os que pasan por sus manos, comenta, y conseguir cita es muy complicado porque el sistema est¨¢ saturado, cientos de pacientes se quedan sin acceso al acuerdo p¨²blico-privado. ¡°Es como un embudo¡±, dice.
El documento de este a?o recoge que la inversi¨®n en servicios de salud bucodental asciende a los 2.250.000 euros ¨Dlo mismo que los a?os previos¨Dpara atender a 751.748 menores. Carlos Mart¨ªnez, dentista en un ambulatorio de Coslada durante m¨¢s de 30 a?os y jubilado este invierno, considera que el sistema de atenci¨®n bucodental en Madrid ¡°est¨¢ a la deriva¡±. ¡°Las plantillas est¨¢n congeladas, no se han ampliado apenas plazas. Hay muy poca voluntad de que esto se agilice. El convenio se firma cuando se firma y sin explicaci¨®n de ning¨²n tipo. Por desgracia, el usuario tiene mucha resignaci¨®n y, fruto de esa resignaci¨®n, tener vac¨ªos de atenci¨®n de cinco o seis meses le sale gratis [a la Consejer¨ªa de Sanidad]¡±, lamenta por tel¨¦fono.
Seg¨²n Amyts y los datos que publica la Comunidad, actualmente hay m¨¢s de 500 odont¨®logos en la bolsa de empleo de atenci¨®n primaria de la regi¨®n. ¡°En 2016 hab¨ªa 140 [trabajando en ambulatorios]. Ahora, ocho a?os despu¨¦s, somos 173, solo 33 m¨¢s. Las matronas, por comparar con una profesi¨®n diferente a medicina de familia, son 263. Casi el doble¡±, indica Calama. La Consejer¨ªa de Sanidad dice que la regi¨®n cuenta con 100 unidades de salud bucodental en los centros de salud, donde trabajan 169 odont¨®logos y 169 higienistas dentales, adem¨¢s de otros cuatro de cada categor¨ªa para atender a los menores en riesgo de exclusi¨®n de la Sierra de Guadarrama, Ca?ada Real y Luis Vives en Alcal¨¢ de Henares.
Una ley sin desarrollar
Si llega un paciente a consulta y el convenio infantojuvenil a¨²n no se ha renovado, los dentistas, a t¨ªtulo personal, apuntan el nombre de esos ni?os o adolescentes en una lista. Cuando el convenio se renueva, vuelven a esa lista y contactan por tel¨¦fono con cada una de las familias. ¡°Esto supone que una vez que se activa, cuando acabas la consulta normal de ese d¨ªa, te tienes que poner a llamar a todos estos pacientes que no tienen cita para localizarlos y darles un hueco. ?Un hueco para dentro de dos meses? ?O sobrecargas tu agenda para intentar que vengan, revisarles y darles los papeles [para derivarlos]? Porque tu agenda todos los d¨ªas est¨¢ llena¡±, denuncia Calama.
El problema de base, coinciden los profesionales consultados, es la falta de desarrollo legislativo. En 2018, se aprob¨® en Madrid la Ley de Atenci¨®n a la Salud Bucodental y de creaci¨®n del Programa de Atenci¨®n Dental Infantil, impulsada por el PSOE. Entonces, el Gobierno regional ¨Dliderado por ?ngel Garrido (PP)¨D ya se?al¨® que la falta de especialistas en la sanidad p¨²blica llevar¨ªa a que se concertaran plazas. Esto implicar¨ªa que las familias podr¨ªan escoger libremente al dentista de cabecera de sus hijos, tanto dentro de la sanidad p¨²blica como entre los dentistas privados acreditados.
¡°Todo lo que all¨ª se aprob¨® pr¨¢cticamente no se ha llevado a cabo. Por ejemplo, tendr¨ªa que haber un referente de atenci¨®n bucodental regional, pero no se ha hecho ni hay conocimiento de que se est¨¦n haciendo avances en ese sentido¡±, critica el dentista Mart¨ªnez. Se refiere a la creaci¨®n de una Oficina Dental Comunitaria, figura recogida en la norma de 2018. Las funciones de esta entidad ser¨ªan monitorizar el estado de la salud bucodental de los madrile?os (menores y adultos), gestionar las unidades bucodentales de los ambulatorios y el PADI, o vigilar que se cumplen los acuerdos y normativas en esta materia, entre otros.
El¨ªas Rodr¨ªguez, m¨¦dico estomat¨®logo que ha participado en varios estudios epidemiol¨®gicos de salud dental de la regi¨®n, explica por tel¨¦fono que actualmente no existe esa figura y que ¡°no hay un control de la actividad¡±. ¡°No hay una planificaci¨®n, que es lo que cambiar¨ªa radicalmente la salud dental en la comunidad. La ley se qued¨® ah¨ª, en 2018. Por eso tienen que firmar un convenio anual [en referencia al convenio para derivar menores], porque como no hay desarrollo, no existe un convenio marco¡±, se?ala.
Lo mismo ocurre con el convenio para regular los tratamientos de salud bucodental a mayores de 80 a?os, que incluyen pr¨®tesis dentales y atenci¨®n de las caries. Es una novedad anunciada a principios de 2024 y se desarrollar¨¢, como con los menores, con un convenio anual. El primero se firm¨® el pasado 15 de enero, cuatro meses antes que el infantojuvenil. Para Calama ¡°est¨¢ muy bien ampliar la cartera de servicios, pero si no se aumenta la dotaci¨®n presupuestaria y el n¨²mero de profesionales para llevarlos a cabo, es un brindis al sol¡±.
El ¨²ltimo informe de salud bucodental en la Comunidad de Madrid, en el que particip¨® Rodr¨ªguez, se public¨® en 2016, aunque la ley recoge que se ¡°realizar¨¢ y publicar¨¢ cada cinco a?os una encuesta epidemiol¨®gica, seg¨²n metodolog¨ªa de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, para conocer el estado de salud bucodental¡±. ¡°Hacer una encuesta para saber los resultados que est¨¢s teniendo es fundamental. Es un trabajo sin un seguimiento fidedigno, sin saber muy bien el impacto que tenemos o si el mismo ni?o viene todos los a?os. Todos esos datos epidemiol¨®gicos son b¨¢sicos para controlar un programa y mejorarlo cada a?o¡±, demanda Rodr¨ªguez.