Vox ha logrado hacerse un hueco destacado en la actualidad gracias a su estrategia de ataque frontal a las pol¨ªticas del Gobierno para intentar frenar la pandemia del coronavirus, lanzando graves acusaciones de negligencia criminal y promoviendo protestas masivas como las del pasado 23 de mayo en distintas ciudades espa?olas. La imagen de aquel d¨ªa, con los l¨ªderes de la formaci¨®n sobre un autob¨²s de dos pisos en el centro de Madrid, liderando un gran atasco que acab¨® contraviniendo las medidas sanitarias, ofrece una idea muy clara de ese discurso que se queja de unas medidas demasiado estrictas que, aseguran, atentan contra la libertad de los ciudadanos. Una estrategia muy parecida a la que ha estado desplegando, con apoyo a movilizaciones similares, Alternativa para Alemania (AfD), la principal fuerza de ultraderecha en ese pa¨ªs.

Sin embargo, entre los partidos que conforman la ola de ultraderecha que recorre Europa desde hace en torno a una d¨¦cada, se pueden encontrar actitudes muy distintas frente a la crisis sanitaria, con duras cr¨ªticas a las manifestaciones multitudinarias contra el racismo de las ¨²ltimas semanas que no respetaban la distancia de seguridad ¨Ddel l¨ªder de PVV de los Pa¨ªses Bajos, Geert Wilders¨D e incluso de cierto apoyo al Gobierno para enfrentar la situaci¨®n de emergencia ¨Ddel partido Verdaderos Finlandeses (PS)¨D. Mientras los expertos discuten si la pandemia va a debilitar a estas formaciones o se acabar¨¢n aprovechando del dur¨ªsimo escenario econ¨®mico y social que se avecina, lo que vuelve a quedar claro es que el movimiento ultraconservador y de derecha radical en Europa tiene muchas caras, que a pesar de nutrirse de impulsos comunes como el rechazo frontal a la inmigraci¨®n y a lo pol¨ªticamente correcto, est¨¢ construido a partir de movimientos muy flexibles que se van adaptando, como dice la investigadora del Centro de Informaci¨®n y Documentaci¨®n Internacionales en Barcelona Carme Colomina, ¡°entre comillas, a los enemigos locales¡±.

De ese modo, este reportaje pretende ubicar a Vox, tercera fuerza en Espa?a en las ¨²ltimas elecciones, entre los principales partidos que ocupan en Europa un espacio pol¨ªtico similar o asimilable al suyo, es decir, a la derecha de las formaciones conservadoras tradicionales. El punto de partida es un sondeo a 50 acad¨¦micos y especialistas de todo el mundo (sobre todo de Europa) que han puntuado las formaciones del 0, que ser¨ªa la extrema izquierda, al 10, la m¨¢s extrema derecha. A petici¨®n de este peri¨®dico, se han pronunciado sobre su ideolog¨ªa general y sus posturas en torno a la econom¨ªa, los valores sociales y democr¨¢ticos, la seguridad, las pol¨ªticas de inmigraci¨®n y la integraci¨®n de los extranjeros. Los extremos del gr¨¢fico representan el 10, con lo cual, cuanto m¨¢s pr¨®xima a ese punto, m¨¢s cercana a la extrema derecha es la posici¨®n del partido en cada ¨¢mbito.

Los resultados del sondeo a los expertos, hecho antes del estallido de la crisis del coronavirus, colocan a Vox entre los partidos m¨¢s a la derecha, tanto en su ideolog¨ªa general (con una media de 8,67) como en valores sociales y democr¨¢ticos (8,52), econom¨ªa (7,04) y seguridad y delincuencia (8,71). Sin embargo, lo dejan en la mitad baja del listado en cuanto a la inmigraci¨®n (8,94) y la integraci¨®n (8,93), aunque en estos dos ¨¢mbitos todas las notas est¨¢n muy cercanas al 10. Pero no se trata aqu¨ª de hacer ning¨²n tipo de ranking, sino de intentar reflejar de una forma sencilla un escenario muy complejo de cercan¨ªas y particularidades.

Estos partidos, ¡°en general, tienden a tener las mismas pol¨ªticas y estrategias ideol¨®gicas sobre inmigraci¨®n, al tratar de proteger a los blancos, el grupo ¨¦tnico principal, y reducir el n¨²mero de inmigrantes¡±, pero defienden ¡°pol¨ªticas muy diferentes en materia socioecon¨®mica¡±, se?ala James F. Downes, profesor de la Universidad China de Hong Kong e investigador del Centro para el An¨¢lisis de la Derecha Radical.

Esto queda perfectamente reflejado en las respuestas de los especialistas, con una variaci¨®n del 9% en las puntuaciones medias de todos los partidos en torno a la inmigraci¨®n y del 66% en econom¨ªa. En el cap¨ªtulo de valores sociales y democr¨¢ticos, la distancia tambi¨¦n es grande, del 48%; de hecho, cuando se analizan los discursos de unos y otros, se hallan defensas de los valores m¨¢s tradicionales y reaccionarios ¡ªLey y Justicia (PiS) en Polonia, Partido Popular Conservador (EKRE), en Estonia¡ª, junto a posiciones mucho m¨¢s moderadas, como las del Foro para la Democracia (FvD) holand¨¦s, el Partido del Progreso (FrP) noruego o el los Dem¨®cratas Suecos (SD). Y, sobre todo, del Partido por la Libertad (PVV), tambi¨¦n holand¨¦s, ¡°que se ha pronunciado a favor de los derechos individuales, por ejemplo, de la comunidad LGTBI¡±, explica Bertjan Verbeek, profesor de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad de Radboud en Nijmegen, Pa¨ªses Bajos. Eso s¨ª, en mucha ocasiones, la tolerancia tiene un claro l¨ªmite: ¡°El SD [sueco] y los Verdaderos Finlandeses son progresistas para los blancos, pero no para los inmigrantes o los musulmanes¡±, apunta Jeffrey Murer, profesor de la Universidad de St. Andrews, en Escocia.

?D¨®nde se encontrar¨ªa Vox dentro de ese heterog¨¦neo paisaje de versiones n¨®rdicas, cl¨¢sicas en transformaci¨®n ¡ªcomo el franc¨¦s Reagrupamiento Nacional (RN)¡ª y de variantes marcadas por su pasado al otro lado del Muro de Berl¨ªn? Los expertos describen un partido especialmente reaccionario en lo social, nacido de la radicalizaci¨®n del conservadurismo cl¨¢sico, m¨¢s que de la tradici¨®n de la extrema derecha, pero que todav¨ªa est¨¢ en pleno proceso de autodefinici¨®n. Vox est¨¢ ¡°en construcci¨®n¡±, asegura el profesor de Blanquerna (Universitat Ramon Llull) Xavier Casals, ¡°est¨¢ haciendo una s¨ªntesis ideol¨®gica original¡±, tomando elementos muy variados, advierte. De momento, sin especial dureza en su discurso antinmigraci¨®n, dos caracter¨ªsticas marcar¨ªan principalmente una identidad bien diferenciada de la formaci¨®n espa?ola: su rechazo a las pol¨ªticas de g¨¦nero y, sobre todo, al movimiento independentista catal¨¢n.

En ese contexto, el sondeo a los expertos sirve de punto de partida para perfilar el mundo en el que Vox est¨¢ buscando su espacio. Pero, para terminar de interpretar sus resultados, conviene explicar primero c¨®mo se ha elaborado.

?De d¨®nde salen esos datos?

EL PA?S ha construido las preguntas del sondeo replicando algunos de los criterios que usa la Chapel Hill Expert Survey (CHES), un trabajo dirigido desde 1999 por cient¨ªficos de la Universidad de Carolina del Norte en el que numerosos polit¨®logos son interrogados sobre los posicionamientos ideol¨®gicos, las pol¨ªticas y la ret¨®rica institucional de los principales partidos europeos de todas las tendencias. Una vez elegidos los ¨¢mbitos sobre los que preguntar para definir a los partidos de ultraderecha, este diario se puso en contacto con especialistas que han estudiado y publicado trabajos acad¨¦micos sobre movimientos populistas de derecha en Europa y les pidi¨® que puntuasen a las formaciones seleccionadas aplicando los siguientes criterios:

• Ideolog¨ªa general. 0 es extrema izquierda y 10, extrema derecha.
• Econom¨ªa. Considerando que, cuanto m¨¢s a la izquierda, los partidos promueven mayor intervenci¨®n del Estado en la econom¨ªa, con empresas p¨²blicas y fuerte regulaci¨®n y, cuanto m¨¢s a la derecha, defienden menos intervenci¨®n de los poderes p¨²blicos, con privatizaciones, impuestos bajos, poca regulaci¨®n de los mercados, poco gasto p¨²blico y unos servicios p¨²blicos limitados. De nuevo, 0 es extrema izquierda y 10, extrema derecha.
• Valores sociales y democr¨¢ticos. 0 equivale a totalmente progresista (por ejemplo, a favor del aborto libre, la eutanasia activa, el matrimonio entre personas del mismo sexo, democracia participativa) y 10 ser¨ªa totalmente tradicional o autoritario, es decir, contrario a las anteriores ideas y defensor de una moral f¨¦rrea y de los ideales de tradici¨®n, orden y estabilidad.
• Seguridad y delincuencia. Considerando 0 como completamente progresista, es decir, totalmente a favor de las medidas sociales y educativas de prevenci¨®n de la criminalidad, la rehabilitaci¨®n y la reinserci¨®n de los delincuentes y del principio de proporcionalidad como l¨ªmite para la idea del castigo. Y 10 equivale a completamente a favor de la pol¨ªtica de ¡°mano dura¡±, del castigo como principal objetivo, por encima de la rehabilitaci¨®n de los delincuentes, lo cual incluye la cadena perpetua e incluso la pena de muerte.
• Inmigraci¨®n. 0 equivale a estar totalmente en contra de las restricciones a la inmigraci¨®n y 10, totalmente a favor.
• Integraci¨®n. 0 significa totalmente a favor del multiculturalismo y 10 a favor de la asimilaci¨®n (que el inmigrante asuma completamente la cultura del pa¨ªs de acogida, renunciando si es necesario a la de sus or¨ªgenes).

Finalmente, han respondido a las preguntas 50 profesores e investigadores de 46 instituciones de una veintena de pa¨ªses del mundo (la n¨®mina completa se puede consultar al final de este reportaje). No todos los expertos se han pronunciado sobre todas las formaciones, sino ¨²nicamente sobre aquellas que han estudiado y conocen bien, de tal manera que cada partido ha sido puntuado por un m¨ªnimo de 17 y un m¨¢ximo de 33 expertos. Con la media de todas sus puntuaciones, se han confeccionado tambi¨¦n los gr¨¢ficos que a continuaci¨®n tratan de describir a los partidos europeos de ultraderecha, ya no compar¨¢ndolos entre s¨ª, sino con las etiquetas pol¨ªticas cl¨¢sicas:

El diagrama de base, que ubica de forma orientativa todos los movimientos pol¨ªticos cl¨¢sicos en el plano econ¨®mico/social, se ha tomado de un trabajo de 2011 del investigador Anders Backlund, de la Universidad de Sodertorn, en Estocolmo (Suecia). Y, para colocar dentro del mismo a los partidos derechistas europeos, se han utilizado las medias obtenidas en la consulta a los expertos: por un lado, la del apartado de econom¨ªa (cuanto m¨¢s a la derecha, m¨¢s derechista) y, por el otro, la media del resto de criterios (cuanto m¨¢s alta, m¨¢s conservador/autoritario).

El resultado vuelve a dar una idea de la heterogeneidad de esos nuevos partidos de ultraderecha y/o populistas de derechas y la dificultad para identificarlos sin m¨¢s con las etiquetas pol¨ªticas cl¨¢sicas.

El punto de encuentro: la derecha (populista) radical

El rechazo de las etiquetas pol¨ªticas cl¨¢sicas ¡ª¡°No somos ni de izquierdas ni de derechas¡±, suele defender el franc¨¦s RN¡ª es, precisamente, otra se?a de identidad muy extendida en la ultraderecha europea, junto a la guerra contra lo pol¨ªticamente correcto. Pero dar con etiquetas nuevas con las que se?alarles a todos parece harto dif¨ªcil y ni los analistas ni los acad¨¦micos se terminan de poner de acuerdo entre tantos matices nacionales.

El profesor ayudante de la Universidad de Kent (Reino Unido) Carles Ferreira hace la siguiente s¨ªntesis de las principales tendencias acad¨¦micas actuales: la etiqueta principal ser¨ªa ¡°ultraderecha¡±, esto es, ¡°todo partido o movimiento pol¨ªtico que est¨¢ a la derecha de conservadores, democristianos y partidos de centroderecha convencionales en general¡±. Dentro de ese grupo, habr¨ªa dos subtipos. El primero es la derecha radical: ¡°autoritaria e iliberal, pero no abiertamente antidemocr¨¢tica, porque acepta el juego electoral y parlamentario, e intenta cortar los v¨ªnculos con personas y organizaciones abiertamente (post)fascistas¡±. El otro es la extrema derecha, que no solo es iliberal, ¡°sino que tambi¨¦n es antidemocr¨¢tica y, a menudo, muestra desacomplejadamente actitudes apolog¨¦ticas en relaci¨®n a las dictaduras fascistas del siglo pasado y a postulados abiertamente racistas, biologistas o antisemitas¡±.

Para este reportaje, se les pidi¨® a los acad¨¦micos participantes que, junto a las puntuaciones en cada apartado, eligieran una etiqueta ideol¨®gica para los partidos que estaban describiendo. El resultado es de lo m¨¢s variopinto, con caracterizaciones que van de la ¡°derecha nacionalista¡± o la ¡°derecha conservadora¡±, hasta el ¡°conservadurismo nacionalista extremo¡±, el ¡°euroescepticismo conservador¡±, el ¡°posfascismo¡±, el ¡°nacional-chovinismo¡± y el ¡°populismo libertario¡±. Sin embargo, los t¨¦rminos m¨¢s repetidos, de lejos, son los de ¡°derecha populista¡± y, sobre todo, ¡°derecha populista radical¡±.

Ese es el r¨®tulo com¨²n que defiende el investigador de la Fundaci¨®n German Marshall de Estados Unidos Daniel Heged¨¹s. Y lo explica: ¡°Los antiguos partidos marginales de extrema derecha, como el Frente Nacional [hoy Reagrupamiento Nacional-RN], Jobbik o EKRE se han ido incorporando a esa etiqueta, mientras que los antiguos partidos conservadores de derecha, como Fidesz [de Hungr¨ªa] o PiS, se han ido radicalizando hasta niveles de la derecha populista radical¡±. Esto significa que unos dejaron atr¨¢s sus formas m¨¢s violentas y antidemocr¨¢ticas, mientras que otros endurecieron sus discursos para encontrarse en un mismo punto. Un espacio que, a pesar de sus diferencias, tiene muchos aspectos en com¨²n, empezando por su mejorado impacto electoral.

Los 17 partidos que se analizan en este reportaje obtuvieron en las ¨²ltimas elecciones nacionales de su pa¨ªs m¨¢s del 10% de los votos. El siguiente gr¨¢fico informa del apoyo que obtuvo cada uno de ellos y les coloca la etiqueta m¨¢s repetida por los acad¨¦micos participantes en la encuesta para referirse a ellos:

Algunos expertos consideran que determinados partidos de los mencionados est¨¢n en el l¨ªmite del ultraderechismo o, incluso, que en ning¨²n caso deber¨ªan incluirse en este an¨¢lisis. El profesor Downes, por ejemplo, cree que est¨¢n en ese l¨ªmite el Foro para la Democracia holand¨¦s (para ¨¦l, ¡°nacionalista conservador¡±) y el Partido Popular Suizo: ¡°No es todav¨ªa plenamente un partido de derecha populista radical¡±, dice. El profesor Anders Widfeldt, de la Universidad de Aberdeen, en Escocia (Reino Unido), a?ade sobre el noruego FrP: ¡°A menudo se considera un caso l¨ªmite. Mi opini¨®n es que s¨ª est¨¢ en la misma categor¨ªa que el resto de partidos de esta encuesta, pero, especialmente en Noruega, algunos acad¨¦micos no est¨¢n de acuerdo. La formaci¨®n se moder¨® mientras form¨® parte del Gobierno de coalici¨®n, pero lo abandon¨® el pasado enero y, sin duda, se radicalizar¨¢ nuevamente como partido de oposici¨®n¡±.

En todo caso, la mayor parte de los especialistas colocan sin dudar a todos ellos a la derecha de ¡°conservadores, democristianos y partidos de centroderecha en general¡±, lo que les convertir¨ªa, seg¨²n las convenciones acad¨¦micas que repasaba m¨¢s arriba el profesor e investigador Ferreira, en ultraderecha. Y eso incluye otras siglas muchas veces discutidas al colocarlas en este ¨¢mbito, como las del polaco PiS y el h¨²ngaro Fidesz. En este ¨²ltimo caso, su pertenencia al Partido Popular Europeo (donde est¨¢n entre otros el PP espa?ol o la CDU de Angela Merkel) lleva suspendida dos a?os por su deriva autoritaria.

La batalla del discurso

De nuevo, los debates sobre los l¨ªmites de la ultraderecha reflejan ese escenario de enorme complejidad, con discursos que se van modulando en funci¨®n de necesidades y estrategias cambiantes, de fragmentaciones internas y de luchas de poder. Un an¨¢lisis de esos discursos, hecho despu¨¦s de repasar sus programas electorales y sus declaraciones p¨²blicas (que no siempre coinciden en su nivel de rotundidad), dotan de contenido concreto a esos espacios que acercan o alejan sus posiciones. Para los siguientes gr¨¢ficos, se han elegido frases, promesas o posiciones program¨¢ticas significativas y se han colocado de forma aproximada dentro de un segmento ideol¨®gico para tratar de ilustrar la cohesi¨®n o la distancia de los partidos en distintos ¨¢mbitos.

Los discursos sobre la inmigraci¨®n, tan importantes para los partidos europeos de ultraderecha, pueden subdividirse a su vez en tres ¨¢mbitos, en funci¨®n de los males sociales que aseguran que causa el fen¨®meno (b¨¢sicamente, por un presunto aumento de la delincuencia y del gasto exacerbado de recursos p¨²blicos que causan), de las pol¨ªticas para detener las llegadas y del modo de afrontar la integraci¨®n de los que ya est¨¢n en el pa¨ªs o de los que lleguen de forma legal.

En los ¨²ltimos a?os, el movimiento antinmigraci¨®n ha estado marcado por el especial rechazo a los musulmanes y a la llegada de refugiados. La profesora de la Universidad de Stirling (Escocia, Reino Unido) Mona Moufahim destaca el fuerte componente islam¨®fobo de los partidos holandeses PVV y FvD, as¨ª como del belga Inter¨¦s Flamenco (VB) y del Partido de la Libertad de Austria (FP?). Al un¨¢nime rechazo a la inmigraci¨®n por haber alcanzado ¡°niveles insostenibles¡±, algunas de estas formaciones suman el argumento de que, adem¨¢s, ser¨ªa mucho m¨¢s eficaz y solidario concentrar cualquier tipo de apoyo en el desarrollo de los pa¨ªses de origen. La idea del vuelco demogr¨¢fico, el miedo a que realmente en unas d¨¦cadas la sociedad de sus pa¨ªses puede pasar a ser de mayor¨ªa musulmana por la inmigraci¨®n, tambi¨¦n une con fuerza a la gran mayor¨ªa de estos partidos.

En cuanto a la integraci¨®n, el profesor Jeffrey Murer destaca que hay partidos que no creen en el multiculturalismo, pero tampoco en la asimilaci¨®n. Por lo tanto, rechazan directamente la presencia de inmigrantes. Incluye en ese grupo a los tres partidos n¨®rdicos (SD, PS y FrP) y a los h¨²ngaros Fidesz y Jobbik y al polaco PiS. Sobre el finland¨¦s PS y tambi¨¦n sobre la Liga de Italia, insiste en el peso de su visi¨®n de los inmigrantes en su ideolog¨ªa general: ¡°Teniendo en cuenta ¨²nicamente su postura sobre raza e inmigraci¨®n, su nivel de ultraderechismo ser¨ªa m¨¢s alto¡±, escribe. La posici¨®n de Vox en este ¨¢mbito, pese a su vehemencia, ¡°no es tan dura como la de FN, Lega, PVV o AfD¡±, aporta Jos¨¦ Rama, profesor del King¡¯s College de Londres.

Los valores tradicionales, empezando por la familia formada por un hombre y una mujer, son centrales para muchas de estas formaciones. Eso lleva aparejado el rechazo general a iniciativas progresistas como el matrimonio entre personas del mismo sexo, el aborto y la eutanasia. El ep¨ªtome de todas esas ideas probablemente sea el PiS polaco, impulsado por su fuerte influencia cat¨®lica; su programa electoral incluye citas de los papas Juan Pablo II y Francisco. Otros partidos, sin embargo, tienen m¨¢s amortiguado ese perfil tradicionalista, como los holandeses FvD y el PVV, el FrP noruego o el SD sueco.

De Vox cabr¨ªa destacar en este apartado ¡°su car¨¢cter reaccionario, extremadamente conservador¡±, su ¡°defensa de cuestiones como la familia, la hostilidad al feminismo, los discursos neocolonialistas, una mirada nost¨¢lgica al pasado¡­¡±, seg¨²n el profesor de la Universidad de Fordham, en Nueva York, Vicente Rubio-Pueyo.

Otra caracter¨ªstica que comparte en gran medida la ultraderecha europea es el ¡°punitivismo¡±, esto es, un relato en el que la inseguridad p¨²blica se ha convertido en un grav¨ªsimo problema causado, entre otras cosas, por la permisividad con los delincuentes. De ese modo, se propone como soluci¨®n el endurecimiento de los castigos. En este apartado, la cohesi¨®n del discurso entre los distintos partidos vuelve a ser muy alta, con mensajes claros contra leyes blandas (FrP, SVP) y propuestas como la protecci¨®n de las acciones de leg¨ªtima defensa (Vox, Liga), la cadena perpetua para los delitos m¨¢s graves (Vox, RM), la relajaci¨®n de las garant¨ªas judiciales en los registros, detenciones o encarcelamientos en los casos de terrorismo (Liga), el endurecimiento de los castigos a los menores (VB, RM) y de las condiciones para acceder a la libertad condicional (Fidesz).

La econom¨ªa es sin duda uno de los puntos que m¨¢s les alejan, con formaciones que defienden postulados cercanos a la socialdemocracia (SD) e, incluso, al socialismo (PiS), y otras que se mueven c¨®modamente en el neoliberalismo m¨¢s descarnado (FvD). Sin embargo, las matizaciones de los expertos son especialmente importantes en este punto, pues muchos de los partidos ofrecen acercamientos mixtos al discurso econ¨®mico: ¡°La mayor¨ªa de ellos pueden ser neoliberales en algunos aspectos, pero intervencionistas en otros, como el VB belga. Y algunos est¨¢n incluso divididos en ese sentido: por ejemplo, el SVP suizo es m¨¢s liberal en unos cantones y m¨¢s intervencionista en otros¡±, se?ala el especialista del Centro de Investigaci¨®n e Informaci¨®n Sociopol¨ªtica, en Bruselas, Benjamin Biard. Vox, sin ir m¨¢s lejos, ¡°tiene un programa electoral muy liberal en lo econ¨®mico¡±, seg¨²n el investigador de la Complutense David Ler¨ªn Ibarra, pero recientemente se desmarc¨® en el Congreso con una propuesta que le acerca a los postulados del PiS: defendieron una paga universal de 100 euros mensuales por hijo, al margen del nivel de renta de cada familia. (Hay que tener estas aclaraciones muy presentes al leer los resultados de la encuesta en este ¨¢mbito).

El euroescepticismo es otra de las caracter¨ªsticas comunes ampliamente estudiadas como nexo de la derecha radical europea. Sin embargo, en este caso tambi¨¦n hay grados, que se podr¨ªan relacionar con la situaci¨®n econ¨®mica de cada pa¨ªs. As¨ª, en un lado se situar¨ªan los m¨¢s humildes, que se quejan de que el excesivo intervencionismo de la UE est¨¢ minando la soberan¨ªa, la propia esencia de las naciones y proponen algunas reformas (¡°Apoyamos una Europa de Estados nacionales¡±, dice EKRE), pero no ponen en cuesti¨®n la Uni¨®n en s¨ª ni Schengen, es decir, el ¨¢rea com¨²n de libre circulaci¨®n sin fronteras entre los pa¨ªses miembros. ¡°Mantener el espacio Schengen tambi¨¦n es fundamental para la competitividad de la UE¡±, declar¨® recientemente el ministro de Exteriores h¨²ngaro, Peter Szijj¨¢rt¨® (del Fidesz).

En el extremo opuesto, est¨¢ quien quiere salirse de la UE y de Schengen, como el holand¨¦s PVV, o al menos plante¨¢rselo v¨ªa refer¨¦ndum (FvD, del mismo pa¨ªs). Hay tambi¨¦n posicionamientos intermedios que proponen salidas del euro (PS de Finlandia, VB de B¨¦lgica) o nuevos tratados y suspensi¨®n de Schengen (Vox), y posiciones ambiguas como la del RN, que despu¨¦s de defender la salida de Francia del club europeo, ahora propone reformar la UE por dentro. Los dos partidos aqu¨ª estudiados cuyos pa¨ªses no pertenecen a la UE, el SVP (Suiza) y FrP (Noruega), no quieren ni o¨ªr hablar de la posibilidad de entrar; los noruegos, de hecho, abogan por replantearse su pertenencia a Schengen.

Cada uno de estos partidos, al final, es tambi¨¦n producto de sus propias tradiciones nacionales, de su historia y sus contextos socioecon¨®micos y culturales. Y, por lo tanto, destacan en sus discursos distintos puntos que les alejan de unos y les acercan a otros, adapt¨¢ndose a esos ¡°enemigos locales¡± de los que hablaba la investigadora Carme Colomina en el arranque de este reportaje. Por ejemplo, muchos han hecho ya bandera del cuidado del medio ambiente, la sostenibilidad y la lucha contra la crisis clim¨¢tica: en el gr¨¢fico anterior aparecen declaraciones en este sentido de la Liga, RN y Jobbik, pero otros nombres de esta lista, como FP?, PiS, AfD y PS, tambi¨¦n lo han reflejado de alguna manera es sus programas. Otros incluyen en un espacio similar medidas en favor del bienestar animal: FvD, FP? y AfD.

Asimismo, buena parte de estas formaciones defiende medidas de democracia directa, con preferencia por los referendos generalizados al modo de Suiza. (Estos postulados han suavizado la puntuaci¨®n que muchos de los expertos han dado a algunos partidos en la categor¨ªa de valores sociales y democr¨¢ticos de la encuesta). Tambi¨¦n est¨¢n muy extendidos los gui?os a las personas mayores y sus cuidados, y al campo, el mundo agr¨ªcola y ganadero.

En la categor¨ªa de particularidades, se podr¨ªa destacar la singular fobia de los ultras n¨®rdicos hacia la mendicidad, la defensa expl¨ªcita del FrP del derecho del pueblo jud¨ªo a un pa¨ªs propio y la propuesta del FvD de despenalizar las drogas blandas, adem¨¢s de recordar la fuerte identificaci¨®n del PiS polaco con la Iglesia cat¨®lica. Y, por supuesto, hay que se?alar el independentismo como elemento definitorio clave del VB belga. Para Vox, se ha elegido destacar su particular cruzada contra la ley de violencia machista.

En los pa¨ªses del antiguo bloque sovi¨¦tico, el componente anticomunista es muy importante. En el caso de Letonia, la pol¨ªtica de colonizaci¨®n de la URSS durante d¨¦cadas hizo que la influencia econ¨®mica y cultural rusa se haya extendido hasta hoy con enorme potencia; contra ella define buena parte de sus posturas pol¨ªticas de la Alianza Nacional (NA).

El poder del l¨ªder

Para entender ese escenario m¨®vil y cambiante que ha ido modulando en los ¨²ltimos a?os (y sigue haci¨¦ndolo) la ideolog¨ªa y los discursos, es imprescindible muchas veces tener en cuenta las luchas de poder internas y los liderazgos que acaban venciendo en cada momento. Por ejemplo, ¡°el PS finland¨¦s se radicaliz¨® cuando Jussi Halla-aho se convirti¨® en su l¨ªder en 2017¡±, se?ala el profesor Widfeldt. Y Murer aporta otro caso todav¨ªa m¨¢s significativo: ¡°Fidesz no tiene en realidad m¨¢s ideolog¨ªa que la promoci¨®n de Viktor Orb¨¢n¡±, asegura.

El siguiente es un repaso a los actuales dirigentes de las 17 formaciones analizadas en este reportaje:

Y entre todos, Vox

En medio de ese complejo panorama europeo de la ultraderecha, Vox es un caso especial. No viene de la tradici¨®n de la extrema derecha, sino que naci¨® como una escisi¨®n desde la derecha conservadora del PP, destaca el profesor de Blanquerna (Universitat Ramon Llull) Xavier Casals. Vicente Rubio-Pueyo profundiza en esa idea: ¡°Vox no es, digamos, una erupci¨®n outsider desde los m¨¢rgenes, o desde el exterior, de un sistema pol¨ªtico. Es una derivaci¨®n, una decantaci¨®n, del aznarismo¡±. En ese sentido, aunque no sea exactamente as¨ª, podr¨ªa colocarse el partido de Abascal en el grupo que, seg¨²n el especialista Daniel Heged¨¹s, ha hecho un exitoso viaje desde la derecha conservadora a la radical, como Fidesz y PiS.

Pero Casals insiste en marcar claramente las distancias entre todos los dem¨¢s y Vox, un partido en pleno proceso de definici¨®n que est¨¢ obteniendo resultados originales tomando elementos de lo m¨¢s variado. Estos ir¨ªan desde el trumpismo (con la propuesta de ¡°levantar un muro infranqueable en Ceuta y Melilla¡±) a la ultraderecha europea (con el discurso antinmigraci¨®n y anti islam) y caracter¨ªsticas propias como el antiindependentismo catal¨¢n.

El profesor de la Universidad de Barcelona V¨ªctor Climent define a Vox ¡°como un partido de derecha radical populista y nacionalista con un marcado discurso antimigratorio¡±. Sin embargo, los investigadores Ana Bel¨¦n Fern¨¢ndez Garc¨ªa (Universidad de Lisboa) y David Ler¨ªn Ibarra (Complutense) coinciden en quitarle de encima la etiqueta de populista. Fern¨¢ndez Garc¨ªa, porque no lo considera un elemento central de su discurso. ¡°El nacionalismo espa?ol, la xenofobia y el ultraconservadurismo ser¨ªan los elementos que mejor lo definen, de ah¨ª que lo etiquete como derecha radical¡±, explica. Y, levantando el foco hacia el resto del continente, a?ade: ¡°Los niveles de conservadurismo y autoritarismo de Vox estar¨ªan por encima de la media de los partidos de derecha radical de Europa Occidental¡±.

Lo que destaca de la formaci¨®n espa?ola, ¡°en comparaci¨®n con otros partidos europeos similares, es sobre todo su car¨¢cter reaccionario, extremadamente conservador¡±, aporta en el mismo sentido Rubio-Pueyo. El profesor argumenta que su nacimiento desde dentro del establishment y su relaci¨®n con las ¨¦lites le impide ¡°asumir rasgos sociales o populistas en lo econ¨®mico al estilo de Rassemblement National [Reagrupaci¨®n Nacional]¡±, de modo que lo compensa ¡°poniendo su acento populista en cuestiones como el punitivismo¡±, as¨ª como ¡°la familia, la hostilidad al feminismo, los discursos neocolonialistas, una mirada nost¨¢lgica al pasado, etc¨¦tera¡±.

Desde fuera (en concreto desde Escocia), el profesor Jeffrey Murer opina que ¡°Vox puede ser uno de los partidos m¨¢s peligrosos de la democracia europea en este momento¡±. Y explica por qu¨¦ lo cree: ¡°Reproduce muchas de los sentimientos e ideas divisorias de la Guerra Civil¡±.

Casals defiende m¨¢s bien que lo que est¨¢ haciendo el partido de Abascal es una revisi¨®n, por primera vez desde la derecha, de la Transici¨®n. En todo caso, insiste en la idea de que est¨¢ todav¨ªa en construcci¨®n, con la libertad para ir modelando el discurso que le da ¡°su escasa base te¨®rica¡± y ¡°una organizaci¨®n muy jer¨¢rquica y vertical¡±. ¡°?Hacia d¨®nde va? Eso es impredecible¡±.

Explicaci¨®n final, metodolog¨ªa y fuentes

Este reportaje ha contado con la participaci¨®n de m¨¢s de medio centenar de profesores universitarios e investigadores (no todos han contestado a la encuesta) y se ha inspirado y ha tomado como referencia un trabajo de la solidez de la Chapel Hill Expert Survey (CHES) de la Universidad de Carolina del Norte. Pero este no ha pretendido ser en ning¨²n momento un trabajo acad¨¦mico, sino un art¨ªculo period¨ªstico que trata de hacer accesible al p¨²blico general una compleja realidad plagada de matices y opiniones discordantes. Para ello, se ha intentado hacer una comparaci¨®n razonable de los principales partidos europeos de ultraderecha a trav¨¦s de un artefacto que, por supuesto, no es perfecto (ni lo pretende), con unos criterios que, por descontado, pueden ser discutibles y discutidos, pero que se ha construido y se ofrece de forma totalmente transparente. De hecho, ante la evidente dificultad de plasmar en n¨²meros realidades tan complejas, algunos de los especialistas invitados a participar en la encuesta han declinado hacerlo.

Siguiendo las sugerencias hechas por distintos expertos en el transcurso del proceso de obtenci¨®n de datos. se han ido tambi¨¦n tratando de afinar algunas cuestiones en el camino. Por ejemplo, se incluy¨® un nuevo par¨¢metro que puede resultar fundamental para entender estos partidos (su posici¨®n frente a la seguridad y la criminalidad) y se elimin¨® del resultado final otro que, seg¨²n varios especialistas, resultaba muy confuso, ya que se puede interpretar de manera muy distinta dependiendo del contexto nacional: la posici¨®n de las formaciones ante las minor¨ªas ¨¦tnicas y culturales.

Los par¨¢metros elegidos han sido tomados de CHES, menos en el caso del a?adido de seguridad y criminalidad, con la intenci¨®n de recabar la informaci¨®n m¨ªnima suficiente que permitiera mostrar los principales puntos de coincidencia y de discordancia en sus postulados ideol¨®gicos y, a la vez, ubicarlos entre los movimientos pol¨ªticos tradicionales.

Los resultados electorales de los partidos se han obtenido de la publicaci¨®n Parties and Elections in Europe, del Observatorio de Partidos y Gobiernos de la Universidad de Nottingham y de las informaciones publicadas por este diario. Para el an¨¢lisis de los discursos se han utilizado principalmente los programas electorales m¨¢s recientes que cada una de las formaciones tiene colgados en sus p¨¢ginas web. En algunos casos, esta informaci¨®n se ha completado con la consulta de manifiestos y notas de prensa contenidos en esas mismas p¨¢ginas y en intervenciones recogidas en los diarios de sesiones de los Parlamentos. ?nicamente en el caso de la cita del partido polaco PiS sobre las presuntas enfermedades que llevan a Europa los refugiados, pronunciada en 2015 por el l¨ªder del partido Jaros?aw Kaczy¨½ski, se ha recurrido a distintos medios informativos, incluido este diario.