El enigma Salvini
El pol¨¦mico ministro del Interior y vice primer ministro de Italia ha construido un personaje pol¨ªtico insondable y temible en las urnas que se dispone a liderar la corriente ultra en Europa
Matteo Salvini (Mil¨¢n, 1973) subi¨® a la habitaci¨®n de su hotel en Lyon, se quit¨® la camisa y se anud¨® una corbata verde sobre el pecho desnudo. Era 30 de noviembre de 2014 y acababa de participar en el congreso del Frente Nacional, donde Marine Le Pen entr¨® en ¨¦xtasis al verlo en el estrado con una camiseta antieuro. No hac¨ªa falta m¨¢s aquel d¨ªa. Pero su consejero de comunicaci¨®n, la persona en la que m¨¢s conf¨ªa, le hab¨ªa pedido que se fotografiase de aquella guisa para la portada de una revista de chismes y famosos. Luca Morisi, un introvertido experto en inform¨¢tica, quer¨ªa que el algoritmo de Facebook ampliase la visibilidad de su jefe m¨¢s all¨¢ del filtro pol¨ªtico en el que estaba encasillado. El plan era colonizar el flujo de informaci¨®n del timeline de millones de usuarios que todav¨ªa no le prestaban atenci¨®n. Pero el manual desaconsejaba entonces a un aspirante a primer ministro comportarse como un concursante de Gran Hermano. Cinco a?os despu¨¦s, las reglas han cambiado para todos.
El l¨ªder de la Liga ¡ªantiguo partido secesionista lombardo transformado hoy en c¨®ctel de trumpismo mediterr¨¢neo y lepenismo de baja intensidad¡ª ha liquidado el equilibrio de fuerzas de la pol¨ªtica italiana y ha sumido al pa¨ªs en un temporal de ruido y furia en el que nadie se maneja mejor que ¨¦l. El Ministerio del Interior que lidera se ha convertido en una suerte de reality show desde donde retransmite su vida, sus meriendas con Nutella, su decepci¨®n por una derrota del AC Milan, las rupturas con sus novias o las imputaciones judiciales. Todo puede contarse en Facebook, donde tiene m¨¢s seguidores que ning¨²n pol¨ªtico en Europa. Manda el algoritmo. Dispara La Bestia, el software en el que se apoya para escuchar el zumbido de la web y cabalgar el estado de ¨¢nimo de cada momento con el comentario adecuado. El verdadero motor, sin embargo, es un instinto depredador que durante a?os subestimaron sus rivales. La estrategia est¨¢ clara, buscar un enemigo y atacarlo: la inmigraci¨®n, Emmanuel Macron, Bruselas, Roberto Saviano, las ONG, Pamela Anderson. No importa.
¡ª?Est¨¢ contra Alemania? ¡ªpregunt¨® preocupada la canciller Angela Merkel al primer ministro Giuseppe Conte en una conversaci¨®n que captaron las c¨¢maras en la ¨²ltima cumbre de Davos.
¡ªEst¨¢ contra todos ¡ªrespondi¨® ¨¦l para tranquilizarla.
La verdadera personalidad del "lobo solitario", seg¨²n le define un compa?ero que le conoce desde hace 25 a?os, sigue siendo un enigma. Tambi¨¦n para los que le rodearon hace tiempo. Una fe sobrevenida, por ejemplo, le permite ahora exhibir un rosario y una Biblia en los m¨ªtines y completar el puzle de su exitosa pol¨ªtica de nichos. Aunque al otro lado del T¨ªber y en la Conferencia Episcopal Italiana cause perplejidad. "?Religioso? Yo no recuerdo que lo fuese... Pero ahora tiene la casa llena de v¨ªrgenes que le regalan sus fans", cuenta un viejo conocido.
Una voz con fuerte acento lombardo improvisa al otro lado del tel¨¦fono una teor¨ªa para definir al camale¨®nico personaje. "Algunos animales perciben cuando se acerca una tormenta. La mayor¨ªa se agita y corre a refugiarse. Otros aprovechan el caos para arrasar con todo: ¨¦l es una de esas bestias", se?ala este viejo compa?ero de partido y uno de sus mentores antes de que rompiera las cadenas definitivamente.
Salvini es vice primer ministro de Italia gracias al acuerdo de Gobierno que firm¨® con el Movimiento 5 Estrellas (M5S) en junio. Entonces se present¨® a la mesa de negociaci¨®n con la mitad de votos que su interlocutor. Hoy, en cambio, se divierte desquiciando a su socio mientras los sondeos proclaman a la Liga como la fuerza con m¨¢s apoyos en Italia (31,7%, seg¨²n la media de encuestas de YouTrend, frente al 25,8% del M5S). Los grillinos subestimaron un apetito pol¨ªtico que primero devor¨® a Umberto Bossi y a Roberto Maroni, sus padres pol¨ªticos. El mismo instinto que luego tritur¨® a Silvio Berlusconi, que le trat¨® como una comparsa hasta las elecciones del pasado 4 de marzo. Pero en Forza Italia ya nadie oculta el drama. "El objetivo era llevarse nuestros votos y lo ha cumplido. No queda nada. Hemos propuesto durante 24 a?os el mismo liderazgo y la gente se harta. El cambio que ¨¦l propone era ganador", se?ala uno de los hombres que aspir¨® un d¨ªa a suceder a Berlusconi. El centroderecha italiano es suyo. La ¨²nica inc¨®gnita ahora es cu¨¢ndo decidir¨¢ tumbar el Gobierno y asaltar el palacio Chigi.
La l¨ªder francesa Marine Le Pen entr¨® en ¨¦xtasis al verlo en el estrado con una camiseta antieuro. No hac¨ªa falta m¨¢s
El l¨ªder Salvini, afable y educado en las distancias cortas, divorciado y padre de dos hijos, se curti¨® como activista de la Liga Norte en las calles de Mil¨¢n en los a?os noventa. Jam¨¢s termin¨® sus estudios de Ciencias Pol¨ªticas, ni de Historia. "Antes llegar¨¢ la independencia que mi licenciatura", se burlaba. Tampoco la necesitaba. Criatura de entretiempos, siempre supo cu¨¢ndo la m¨²sica pol¨ªtica iba a cambiar. En 1993, por ejemplo, entr¨® con 20 a?os como concejal en el Ayuntamiento de la capital lombarda. Italia se descompon¨ªa por los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n de Mani Pulite, un proceso que dirigi¨® en la fiscal¨ªa de Mil¨¢n Antonio Di Pietro y que dej¨® 1.233 condenas. La democracia cristiana perd¨ªa el monopolio de 40 a?os, emerg¨ªa la figura de Silvio Berlusconi y comenzaba la llamada Segunda Rep¨²blica. Un gran momento para militar en un partido fundado solo dos a?os antes, dispuesto a asaltar las instituciones al grito de "Roma ladrona". "Salvini ya estaba ah¨ª. Siempre fue un ¨ªdolo para los suyos, muy carism¨¢tico dentro del partido. Luego se convirti¨® en el s¨ªmbolo de los j¨®venes padanos, la secci¨®n juvenil del partido. Ya ten¨ªa esta imagen de hombre fuerte", se?ala un amigo de la ¨¦poca.
Il Capitano, como le bautiz¨® Morisi, su jefe de comunicaci¨®n, flirteaba entonces con algunas ideas de izquierdas que le permitieron construir un relato propio sobre la idea del pueblo. Uno de sus primeros discursos como concejal lo dedic¨® a defender del desalojo el centro Leoncavallo, una casa ocupada en Mil¨¢n, s¨ªmbolo de los movimientos sociales. "No es que fuera de izquierdas, pero no era la derecha de hoy. Tampoco era un racista o un xen¨®fobo, y eso que en la Liga Norte hab¨ªa unos cuantos que s¨ª lo eran en aquella ¨¦poca", se?ala un viejo militante. Y si lo era, en todo caso, solo desde el r¨ªo Po hacia abajo. Una c¨¢mara le inmortaliz¨® en 2009 en el encuentro anual de la Liga en Pontida cantando con una jarra de cerveza en la mano un coro de los ultras del AC Milan, a quienes todav¨ªa frecuenta. "Siente el hedor, huyen los perros, ya llegan los napolitanos...". El sur, como a todas las huestes de la Liga Norte, le parec¨ªa otro pa¨ªs. Diez a?os despu¨¦s, Salvini es senador por Calabria y solo el M5S es capaz de reunir mayor consenso en las regiones meridionales.
La calle curti¨® al activista. Pero Radio Padania, la emisora del partido que dirigi¨® y present¨® de 2009 a 2013, configur¨® al parlamentario, al explosivo comunicador. El polit¨®logo Giovanni Orsina, autor de La democracia del narcisismo, subraya ese periodo para entender al personaje. "Los oyentes eran gente muy dura, muy directa, sin refinamiento... No era f¨¢cil ponerse ah¨ª delante. Eso le dio una gran habilidad medi¨¢tica. Hoy es r¨¢pido, brillante. Conviene recordar, sin embargo, que es una capacidad comunicativa desarrollada en una estructura pol¨ªtica tradicional. La Liga es hoy el partido m¨¢s antiguo de Italia. Esto confirma un viejo discurso: si quieres seleccionar talento pol¨ªtico necesitas estructuras. Y el partido tradicional es el mejor sitio para encontrarlo". Pero la vieja Liga Norte necesitaba un lifting.
El partido colaps¨® tras una era de ¨¦xitos como escuderos de Forza Italia y lleg¨® a sus cotas m¨¢s bajas. Explotaron los esc¨¢ndalos de financiaci¨®n, chanchullos, abusos de poder, compra de diamantes en ?frica... El grupo no ten¨ªa m¨¢s de un 4% de apoyo electoral y bordeaba una larga traves¨ªa fuera del Parlamento. Roberto Maroni, varias veces ministro en los Gobiernos de Berlusconi, renunci¨® a la secretar¨ªa en 2013 y apost¨® por un joven Salvini. La vieja Liga Norte celebr¨® en diciembre su congreso para encumbrarle. Y en la primera fila, el nuevo l¨ªder sent¨® a V¨ªktor Zubarev, un parlamentario ruso que representaba al Gobierno de Vlad¨ªmir Putin, a un miembro del Frente Nacional de Marine Le Pen y al mismo Geert Wilders, presidente del xen¨®fobo Partido por la Libertad holand¨¦s. Nadie en un partido acostumbrado al dialecto lombardo entendi¨® nada. Pero aquella puesta en escena adelant¨® la estrategia internacional de Salvini y el inicio de un nuevo esquema pol¨ªtico en Europa que hoy tambi¨¦n pasa por Hungr¨ªa y Polonia. Lo mejor es que el plan, en parte, lo financi¨® Bruselas.
El l¨ªder de la Liga fue eurodiputado durante dos largos periodos (2004-2006 y 2009-2018) en los que nadie le recuerda algo relevante. "No le interesaba o no entend¨ªa absolutamente nada, que tambi¨¦n puede ser", explica un senador de Forza Italia que le trata desde hace 20 a?os. Aquella larga experiencia en las instituciones europeas le permiti¨® asistir a algunos cortocircuitos de la burocracia comunitaria y al florecimiento de los movimientos nacionalistas: tras meses de intensos contactos y el consejo del exasesor estrat¨¦gico de Donald Trump, Steve Bannon, aspira ahora a conquistar un tercio de los asientos en las elecciones de mayo y cambiar el equilibrio de fuerzas de la UE. Pero el largo periplo internacional tambi¨¦n contribuy¨® a desarrollar un mecanismo sencillo y directo para conectar con el malestar que recorr¨ªa Europa. En 2013 llegaron a las costas italianas 40.000 migrantes. Al a?o siguiente aumentaron hasta 180.000 y hasta 2018 desembarcaron otros 620.000. Salvini decidi¨® empezar a correr en la misma direcci¨®n que la bola de fuego. Y todav¨ªa funciona.
Su personalidad p¨²blica chirr¨ªa con la privada. Introvertido, taciturno y muy educado, no se f¨ªa de casi nadie
La noche del pasado 15 de agosto, la Guardia Costiera italiana rescat¨® a 177 migrantes en el Mediterr¨¢neo central. El ministro del Interior cerr¨® los puertos y les tuvo dos semanas en condiciones inhumanas en el mar. Avergonz¨® al presidente de la Rep¨²blica, le cost¨® una imputaci¨®n por secuestro de personas (se juega 15 a?os de c¨¢rcel) y la denuncia de todas las organizaciones humanitarias. Pero subi¨® en las encuestas. "Le pasa como a Berlusconi, sus enemigos le dan visibilidad sobre un tema en el que no hay nada que hacer. La mayor¨ªa del pa¨ªs est¨¢ con ¨¦l. Los italianos no quieren a los inmigrantes. Punto. Y ese continuo chantaje moral les molesta y los empuja hacia ¨¦l", apunta Orsina. Pero ?cree realmente en lo que dice? "Sabe descifrar lo que la gente quiere o¨ªr y luego lo comunica de forma clara y sencilla. Tiene un instinto incre¨ªble para saber c¨®mo cambiar¨¢ el viento y adaptarse", explica Gianni Fava, compa?ero de partido durante 25 a?os y ¨²nico rival en las ¨²ltimas primarias.
La personalidad p¨²blica de Salvini chirr¨ªa con la privada. Introvertido, algo taciturno y muy educado, se?alan en su entorno, no se f¨ªa de casi nadie. Ni siquiera completamente de Giancarlo Giorgetti (subsecretario del Gobierno y cerebro estrat¨¦gico de la Liga), que detesta los escarceos de su jefe con el M5S y amenaza con marcharse si se cruzan algunas l¨ªneas. Quiz¨¢ por eso despolitiz¨® el n¨²cleo duro del partido y contrat¨® a dos mantuanos que cambiaron el rumbo de la Liga. Luca Morisi y Andrea Paganella, socios de Sistema Intranet, una empresa inform¨¢tica que fabrica software para la mitad de centros de salud de Lombard¨ªa, pasaron a ser su jefe de comunicaci¨®n y de Gabinete, respectivamente. Entre los dos, quiz¨¢ las personas con m¨¢s influencia en la torre de mando salviniana, han convertido el Ministerio del Interior en una fabulosa m¨¢quina de propaganda y deslegitimaci¨®n de adversarios financiada con dinero p¨²blico.
La ecuaci¨®n de este cicl¨®n electoral solo puede descifrarse acudiendo a Morisi, un tipo extremadamente discreto y entregado a su jefe. "Fil¨®sofo digital, meg¨¢fono social, me ocupo casi 24¡Á7 de la comunicaci¨®n de Il Capitano", reza su perfil en Twitter. ?l no concede apenas entrevistas y es pr¨¢cticamente invisible (solicit¨® contestar a las preguntas de este peri¨®dico v¨ªa e-mail, pero nunca llegaron las respuestas). Es el spin doctor, el creador de La Bestia. Los contenidos son simples y directos, se distribuyen industrialmente, como apunta el experto en propaganda digital y fundador de The Fool, Matteo Flora. "Utilizan un l¨¦xico simple, cercano al p¨²blico, que humaniza la figura de Salvini. ?l es uno de ellos. Llegan hasta niveles grotescos para un cargo del Estado, que parece el participante de un concurso". Pero el ¨¦xito de su f¨®rmula en la calle no es virtual.
El pasado 7 de diciembre la Liga rompi¨® definitivamente con su pasado y tom¨® la simb¨®lica Piazza del Popolo, en el centro de Roma. Nunca antes un ministro en el cargo hab¨ªa convocado un acto a su mayor gloria. Llegaron autobuses de N¨¢poles y Calabria. Encendieron bengalas y corearon a Il Capitano. Ninguno de sus rivales, mucho m¨¢s enraizados en la capital, hab¨ªa llenado ese espacio en las ¨²ltimas manifestaciones. En Italia, donde la esperanza de vida de un primer ministro son 14 meses, nadie duda ya de que Salvini cumplir¨¢ su objetivo. ?Cu¨¢ndo? El punto de inflexi¨®n de su tirante relaci¨®n con el M5S lo marcar¨¢n los resultados de las elecciones europeas, donde aspira a convertirse en el l¨ªder de la corriente nacionalpopulista. Salvini niega que tenga esto en mente. Pero si llega al 40% de los votos, temen ya sus socios, podr¨ªa intentar el asalto al Gobierno. Antes de esa anunciada victoria, sin embargo, ha llegado el triunfo de su relato pol¨ªtico. Cinco a?os despu¨¦s de fotografiarse desnudo en Lyon y convertido ya en el pol¨ªtico mejor valorado, el mayor reconocimiento es el contagio.
M¨¢s que redes
La trinchera digital de Matteo Salvini y su exitosa f¨®rmula van m¨¢s all¨¢ de la interpretaci¨®n y r¨¢pida reacci¨®n ante los temas que prenden en las redes. La estrategia dise?ada por Luca Morisi, jefe de comunicaci¨®n de Il Capitano, incluye cuentas radicadas en el extranjero vinculadas a lobbies como el de la Asociaci¨®n Nacional del Rifle (NRA) de Estados Unidos. Esta alianza fue desvelada por el periodista Sandro Routolo, a quien el Ministerio del Interior retir¨® la escolta que le acompa?aba desde 2015 por las amenazas que hab¨ªa recibido de la Camorra napolitana. Una semana despu¨¦s, el ministerio decidi¨® volver a ponerle escolta ante las protestas que la decisi¨®n hab¨ªa suscitado.
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