Carlos III, el rey de las flores
La devoci¨®n por la bot¨¢nica del monarca brit¨¢nico ha quedado reflejada en el dise?o de la invitaci¨®n a su coronaci¨®n. Delfinios, escaramujos, peon¨ªas o ran¨²nculos llegados de Highgrove House y Clarence House podr¨ªan ser tambi¨¦n protagonistas cargadas de simbolismo en su gran d¨ªa
¡°Estoy pensando en hacer un jard¨ªn asilvestrado all¨ª, un jard¨ªn amurallado all¨¢, una huerta por ese otro lado, aqu¨ª, un jard¨ªn de sol¡ Sin qu¨ªmicos, ni pesticidas; todo se cultivar¨¢ org¨¢nicamente. Y sin manicura, con un aire salvaje. No habr¨¢ l¨ªneas rectas ni nada demasiado geom¨¦trico o uniforme¡±, revela un joven pr¨ªncipe de Gales a su madre, la reina Isabel II, mientras ambos contemplan las obras de reforma de Highgrove House, la mansi¨®n en Gl...
¡°Estoy pensando en hacer un jard¨ªn asilvestrado all¨ª, un jard¨ªn amurallado all¨¢, una huerta por ese otro lado, aqu¨ª, un jard¨ªn de sol¡ Sin qu¨ªmicos, ni pesticidas; todo se cultivar¨¢ org¨¢nicamente. Y sin manicura, con un aire salvaje. No habr¨¢ l¨ªneas rectas ni nada demasiado geom¨¦trico o uniforme¡±, revela un joven pr¨ªncipe de Gales a su madre, la reina Isabel II, mientras ambos contemplan las obras de reforma de Highgrove House, la mansi¨®n en Gloucestershire que desde 1980 pasar¨ªa a ser la residencia familiar del entonces heredero al trono brit¨¢nico. La escena pertenece al cuarto episodio de la cuarta temporada de la exquisita serie The Crown.
No se sabe cu¨¢nto hay de realidad en la conversaci¨®n entre el joven Carlos y su madre, ni cu¨¢nto de ficci¨®n. Lo que s¨ª es cierto es que retrata de un modo cargado de sensibilidad una de las facetas m¨¢s personales y vehementes de Carlos de Inglaterra: su pasi¨®n por la bot¨¢nica.
Cetro, corona y tijeras de podar
M¨¢s de 40 a?os despu¨¦s de plantar su primer plant¨®n en los jardines de Highgrove House ¡ªtal vez un Delphinium elatum, su flor predilecta¡ª, el hombre que ha sido durante d¨¦cadas el eterno heredero celebra esta semana su coronaci¨®n. El s¨¢bado 6 de mayo ser¨¢ el acto capital de su vida como royal, un acontecimiento para el que lleva prepar¨¢ndose desde la cuna. Como no pod¨ªa ser de otro modo, el universo ¡°maravilloso y terap¨¦utico¡± de las plantas ¡ªas¨ª define el propio monarca su entusiasta e incondicional relaci¨®n con la jardiner¨ªa¡ª jugar¨¢ un papel esencial este d¨ªa tan se?alado. Y es que tanto Carlos III como Isabel II han sido devotos horticultores con una refinada cultura paisaj¨ªstica.
El reino vegetal y gui?os m¨¢s o menos velados al compromiso del nuevo rey con la ecolog¨ªa y la protecci¨®n del medio ambiente est¨¢n presentes en cada detalle que rodea a la Coronaci¨®n desde que se anunciara la fecha, el pasado octubre. Dise?adores, equipos de protocolo, t¨¦cnicos de Patrimonio Nacional, estilistas, historiadores y asociaciones nacionales de floristas han trabajado en la escenograf¨ªa del solemne acto con la premisa de conceder a las plantas un decisivo simbolismo.
La invitaci¨®n que los 2.000 convidados al evento recibieron hace semanas por correo postal ha sido impresa en cartulina reciclada. Dise?ada por el ilustrador her¨¢ldico Andrew Jamieson, incluye ¡ªam¨¦n de escudos, la inicial de Carlos y Camila y alguna criatura aleg¨®rica¡ª una preciosista filigrana dibujada a mano alzada con acuarela y gouache que representa un f¨¦rtil universo natural: hay flores, hierbas, mariposas, insectos, aves, frutos¡ Cerrando la moldura vegetal aparece un mascar¨®n del Hombre Verde (The Green Man), una ancestral figura del folclore brit¨¢nico que simboliza el renacer de la primavera. A su alrededor, entre un revoltijo de campanillas, acianos, fresas silvestres, lirios de los valles, hojas de roble, escaramujos, bellotas, romero en flor y otras especies brit¨¢nicas de pradera, la filigrana entremezcla las cuatro flores nacionales del Reino Unido: el narciso, s¨ªmbolo de Gales; el cardo, de Escocia; el tr¨¦bol, de Irlanda; y la rosa, de Inglaterra.
La flora oficial protagoniza tambi¨¦n el logo dise?ado para conmemorar el real evento, un emblema obra de sir Jony Ive, visionario cerebro que trabaj¨® en Apple y fue uno de los art¨ªfices del dise?o del iPhone, el iPad o el Apple Watch.
Flores a escena
Adem¨¢s del significado que transmiten las flores a trav¨¦s de todos estos elementos gr¨¢ficos y visuales que quedar¨¢n para la historia, es interesante analizar c¨®mo se compondr¨¢n los escenarios en Londres el pr¨®ximo 6 de mayo en un acto que ser¨¢ televisado y visto por millones de personas de todo el mundo. ¡°El dise?o floral parte de un profundo trabajo de investigaci¨®n centrado en las especies vegetales y en los colores de la Casa Real¡±, dice Cristian von Knobloch, de Flores B¨²caro, florister¨ªa de confianza de la Casa Real espa?ola que se encarg¨® del proyecto floral en la boda del entonces pr¨ªncipe Felipe y Letizia Ortiz en Madrid, el enlace de la infanta Elena y Jaime de Marichalar en Sevilla y de varios miembros de la Casa de Alba.
Las flores tendr¨¢n el cometido de resaltar puntos focales importantes en la abad¨ªa de Westminster, el palacio de Buckingham y la ruta que recorrer¨¢ la comitiva entre ambos escenarios por las calles de Londres. ¡°Una gran escalinata de palacio siempre ser¨¢ m¨¢s lucida que decorar mesas laterales del sal¨®n del banquete. Adem¨¢s, los especialistas hacen un meditado ejercicio para que las flores realcen la vajilla, la cristaler¨ªa y las reliquias que visten las mesas¡±, detalla Von Knobloch.
Ran¨²nculos, peon¨ªas y rosas del jard¨ªn de Highgrove House
No ser¨ªa de extra?ar que los floristas de la casa real brit¨¢nica vayan a abastecerse, la v¨ªspera de la ceremonia de coronaci¨®n, de los propios jardines de Carlos III para dar forma a arreglos florales, ornamentos vegetales, centros de mesa, ramilletes y todas las creaciones que engalanar¨¢n la abad¨ªa de Westminster y el palacio de Buckingham, donde se servir¨¢ el banquete tras la liturgia. Qu¨¦ mejor que los jardines de Clarence House, en Londres, y de Highgrove House para proveerse de frescos pelargonios, escabiosas, dalias, ran¨²nculos, rosas inglesas de jard¨ªn (¡°son ¨²nicas¡±, asegura Cristian von Knobloch), peon¨ªas, aquilegias, geums de color albaricoque, astilves, lilas, muguet, hortensias, tulipanes, v¨¢stagos de roble ingl¨¦s, ramas de mirto u otros verdes locales. El abastecimiento de kil¨®metro cero conecta, adem¨¢s, con la sensibilidad del nuevo rey hacia la situaci¨®n clim¨¢tica. ¡°Estamos seguros de que las flores ser¨¢n de los jardines de sus propios palacios o de la campi?a inglesa para evitar el transporte a¨¦reo, fomentar la econom¨ªa local y apostar por la materia prima de cercan¨ªa¡±, apuesta Von Knobloch.
¡°Podr¨ªa tener presencia el laurel, especie por antonomasia en la coronaci¨®n de los h¨¦roes desde la antig¨¹edad¡±, augura Marta Gallego, paisajista y profesora de Jardines Hist¨®ricos de la Escuela de Paisajismo Castillo de Batres, en Madrid. ¡°Tambi¨¦n el romero, que simboliza el recuerdo, connotando que Carlos III no olvidar¨¢ el legado de los anteriores monarcas. Qui¨¦n sabe si especies ex¨®ticas de los pa¨ªses que constituyen la Commonwealth ¡ªse aventura la experta¡ª. Y, por supuesto, la rosa, s¨ªmbolo de los Tudor y la flor mimada de la jardiner¨ªa brit¨¢nica. La extens¨ªsima variedad de rosas modernas que conocemos hoy es fruto de la investigaci¨®n de los horticultores ingleses¡±, matiza.
Pero las flores no son seleccionadas solo por su belleza, sino tambi¨¦n por su simbolog¨ªa. ¡°El blanco simboliza pureza; el azul, realeza; y no han de faltar los colores de la bandera nacional. En estos tiempos turbulentos para las monarqu¨ªas europeas es m¨¢s importante que nunca ser capaz de transmitir la pompa de estos ritos milenarios (poder, elegancia, solemnidad y cierta divinidad) adapt¨¢ndose a los tiempos: sin opulencia, sin arrogancia y con gui?os a todos los integrantes de la Commonwealth¡±, a?ade Von Knobloch. En la era pospandemia, menos es m¨¢s. ¡°Desde mi criterio como florista, dar¨ªa unidad visual a la ceremonia religiosa, la puerta del palacio y los puntos clave del circuito con grandes arreglos de flores XXL. Sin sacrificar la espectacularidad, pero sin que haya un derroche innecesario y con conciencia ecol¨®gica¡±, recapacita.
Lirios de los valles en memoria de la reina Isabel II
Bien es sabido que en el lenguaje de las flores cada especie transmite un mensaje. ¡°La connotaci¨®n principal que se querr¨¢ transmitir es la de la renovaci¨®n tranquila de la instituci¨®n¡±, defiende Gallego. La paisajista a?ade: ¡°Carlos III continuar¨¢ el legado de su madre buscando ejercer de la misma forma impecable, pero con aires renovados¡±. Devoci¨®n, pureza espiritual, buena voluntad, determinaci¨®n en el servicio, protecci¨®n, gratitud, lealtad, deseos de renacimiento, deber familiar, la fuerza del amor y un mensaje de j¨²bilo tras el largo periodo de luto por Isabel II son otros de los mensajes que podr¨ªan leerse entre p¨¦talos en los ornamentos ef¨ªmeros que engalanar¨¢n Londres. ¡°El lenguaje vegetal es el m¨¢s elevado y antiguo de la historia, el m¨¢s cargado de simbolismo y tambi¨¦n el m¨¢s universal¡±, a?ade Gallego. ¡°Quien conozca el simbolismo de las especies descifrar¨¢ qu¨¦ nos quiere anunciar el rey Carlos III. El resto de los mortales, simplemente, nos deleitaremos con la belleza de las flores, su perfecci¨®n, su colorido y su aroma¡±.
Si se encomendara a Flores B¨²caro la decoraci¨®n vegetal de esta ceremonia, Cristian von Knobloch asegura que incorporar¨ªan ¡°planta de productores locales, flores de los palacios de la familia real, la presencia del lirio de los valles ¡ªConvallaria majalis, la flor favorita de la difunta reina Isabel II¡ª y un gui?o a los miembros de la Commonwealth, por ejemplo, integrando en los equipos a floristas de todos los pa¨ªses de la Mancomunidad de naciones¡±. Insistiendo, adem¨¢s, en la sostenibilidad y la dimensi¨®n social, ¡°tras el evento enviar¨ªamos las flores a residencias de ancianos, hospitales y otras instituciones ben¨¦ficas¡±, aseguran desde esta florister¨ªa madrile?a.
¡°Creo que podr¨¦ ser feliz aqu¨ª¡±, confiesa Carlos a su madre en la escena de The Crown ante los terrenos en obras que m¨¢s tarde ocupar¨ªan los jardines de su querida Highgrove House. ¡°Mi peque?o Shangri-La o Xanadu¡±, fantasea, justo antes de citar unos versos del poema Kubla Khan de Samuel Taylor Coleridge: ¡°Y hab¨ªa jardines brillantes con arroyuelos sinuosos donde florec¨ªan ¨¢rboles de incienso. Y bosques tan antiguos como las colinas envolviendo espacios verdes llenos de sol¡¡±. Dios salve al Rey. God Save the King. Y salve tambi¨¦n el fervor vegetal del nuevo monarca de Inglaterra.