C¨®mo salvar al ¨¢rbol torcido (y por qu¨¦ es importante)
La inclinaci¨®n de los ¨¢rboles no es un defecto ni un peligro, sino una peculiaridad, ya que pueden aguantar much¨ªsimos a?os en esa posici¨®n y solo conviene eliminarlos, por ejemplo, cuando sea el resultado de una ra¨ªz estrangulante
Anta?o, se sol¨ªa decir que a un ni?o, como a un ¨¢rbol, hay que guiarles desde que son muy j¨®venes, para que se avengan a crecer recto y por el buen camino. ¡°Tanto al ¨¢rbol como al ni?o, cuando se hagan mayores, ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil enderezarlos¡±. Esta frase se le podr¨ªa haber escuchado a cualquier abuela preocupada por sus nietos. Pero, entonces, ?qu¨¦ es lo que se espera de un ¨¢rbol? No siempre ha de crecer erguido para estar sano y as¨ª lo aclara Gerard Passola, bi¨®logo especialista en arboricultura y ...
Anta?o, se sol¨ªa decir que a un ni?o, como a un ¨¢rbol, hay que guiarles desde que son muy j¨®venes, para que se avengan a crecer recto y por el buen camino. ¡°Tanto al ¨¢rbol como al ni?o, cuando se hagan mayores, ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil enderezarlos¡±. Esta frase se le podr¨ªa haber escuchado a cualquier abuela preocupada por sus nietos. Pero, entonces, ?qu¨¦ es lo que se espera de un ¨¢rbol? No siempre ha de crecer erguido para estar sano y as¨ª lo aclara Gerard Passola, bi¨®logo especialista en arboricultura y director de la empresa Doctor ?rbol, especializada en el estudio de estos seres vivos tan bellos. ¡°Eliminar ¨¢rboles por su inclinaci¨®n implica o mucha ciencia o mucha ignorancia¡±, asegura, por lo que aclara que hay que saber por qu¨¦ actuar en un sentido u otro.
¡°Un ¨¢rbol inclinado puede aguantar much¨ªsimos a?os o no aguantar nada¡±, prosigue Passola, ¡°es decir, la inclinaci¨®n no es un defecto, es una peculiaridad¡±. Aun as¨ª, recuerda que la valoraci¨®n para determinar el riesgo sin s¨ªntomas es compleja. ¡°Evidentemente, hay que actuar con proporcionalidad. ?rboles con bajo valor de beneficios quiz¨¢ no deban ser objeto de estudios muy profundos. Es la causa de la inclinaci¨®n lo que es importante. Una inclinaci¨®n porque el ¨¢rbol tenga una ra¨ªz estrangulante es grave, pero una inclinaci¨®n cuyo origen sea por la competencia entre ejemplares no lo es en absoluto¡±, puntualiza este bi¨®logo apasionado.
Para Passola, lo primero que hay que saber es si la inclinaci¨®n del ¨¢rbol est¨¢ activa, si se sigue produciendo o se par¨®, porque cuanto m¨¢s tiempo hace que se detuvo, habr¨¢ mayor seguridad. ¡°En segundo lugar, hay que saber la raz¨®n de la inclinaci¨®n. Visualmente, hay algunos s¨ªntomas que permiten detectar que ha habido movimientos recientes y que, por tanto, puede haber riesgo. Pero si estos s¨ªntomas no son evidentes, no hay manera real de aventurar un riesgo real¡±, aclara Passola.
Por tanto, ?qu¨¦ se deber¨ªa hacer si se quiere frenar la ca¨ªda del ¨¢rbol en cuesti¨®n? En esos casos, se suelen instalar elementos de sujeci¨®n que impidan la muerte del ejemplar. Passola advierte de los par¨¢metros que su empresa tiene en cuenta cuando instala alguna de estas ayudas para el ¨¢rbol: ¡°Lo m¨¢s importante en un anclaje de este tipo es identificar la ¡ªo las¡ª direcciones de ca¨ªda. Luego, hay que determinar la carga mec¨¢nica en las distintas direcciones, con la que se pueda hacer un c¨¢lculo estructural que permita fabricar un puntal de las dimensiones adecuadas a cada situaci¨®n¡±.
T¨ªo Alberto, como se conoce cari?osamente a Alberto Mu?iz, es un arquitecto, poeta, pintor y escultor, adem¨¢s del fundador de la CiudadEscuela Muchachos (CEMU), en Legan¨¦s, en 1970. Este generoso pol¨ªmata, que dedica su vida a ayudar a personas en situaci¨®n desfavorable, tambi¨¦n ha prestado su energ¨ªa y auxilio a los ¨¢rboles. Desde el inicio de la creaci¨®n de esta ciudad ¨²nica, T¨ªo Alberto ten¨ªa claro que los ¨¢rboles deb¨ªan de estar presentes por doquier en sus calles y jardines. Uno de ellos, un cedro del Atlas (Cedrus atlantica) que hunde sus ra¨ªces al lado del ayuntamiento de la ciudad, decidi¨® crecer torcido por sus circunstancias hace muchos a?os. Tanto se inclin¨®, que parec¨ªa que podr¨ªa caer en cualquier momento. Pero lleg¨® la ayuda esperada. As¨ª lo relata el propio T¨ªo Alberto: ¡°Uno de los par¨¢metros t¨¦cnicos para dise?ar esta riostra, inclinada a 45 grados ¡ªcuyos perfiles met¨¢licos semejan la figura de un hombre fornido esforz¨¢ndose en evitar su ca¨ªda¡ª, fue principalmente la direcci¨®n del viento, que poco a poco le hab¨ªa hecho vencerse. En contra de esa direcci¨®n deber¨ªa empujar este coloso picassiano. Y, salvo que hubiera una turbulencia de aire que lo amenazara por otros flancos, esta figura iba a ser imprescindible para luchar contra ese viento que desde su infancia est¨¢ amenazando al cedro¡±. Este ¡°Arbolm¨¢n¡±, como T¨ªo Alberto lo llama, es un necesario superh¨¦roe ¡°que acudi¨® raudo a salvar a un ¨¢rbol en peligro de muerte¡±, seg¨²n afirma con rotundidad. Y lo ha conseguido, ya que incluso sobrevivi¨® al peso a?adido de la nieve que el temporal Filomena deposit¨® sobre ¨¦l, mientras que otros ¨¢rboles de la CEMU cayeron. Esta estructura es motivo de sorpresa para todo aquel que la contempla.
Si aquel coloso de Legan¨¦s se ha hecho uno con el ¨¢rbol, de la misma manera lo consiguen las creaciones de Benjam¨ªn Men¨¦ndez, escultor, pintor y ense?ante, que tambi¨¦n realiza intervenciones en la naturaleza. As¨ª hizo con una escultura que ayud¨® a un viejo arce (Acer cf. pseudoplatanus) del parque de San Francisco, en Oviedo. Aqu¨ª, el material elegido fue una piedra caliza gris marm¨®rea con la que construy¨® un gr¨¢cil arco sobre el que descansaba el ¨¢rbol torcido. ¡°No se sabe si es una instalaci¨®n o es naturaleza¡±, relata Men¨¦ndez, ¡°por lo que el resultado es emocionante. Quise que la piedra tuviera un di¨¢logo con el arco de un antiguo monasterio que se conserva cerca, con el entorno, con los juegos de los ni?os. Pero mi parte de actuaci¨®n es la menor, ya que la belleza del ¨¢rbol siempre supera a cualquier creaci¨®n del hombre¡±.
Por desgracia, el arce acab¨® muriendo, por lo que ya solo se puede disfrutar de ese nexo entre el ser vivo y su soporte a trav¨¦s de fotos. Pero este avilesino enamorado de la naturaleza, ya hab¨ªa dise?ado otros puntales de apoyo para estos ¨¢rboles tan especiales, uno de ellos muy cerca del arce vencido por el tiempo. En esta otra ocasi¨®n, el beneficiado es un espino (Crataegus monogyna). ¡°Hice una pieza con acero corten que pasaba totalmente desapercibida, por su color y su integraci¨®n en la naturaleza del entorno¡±, finaliza Men¨¦ndez.
Pero, ?es necesario invertir tiempo, energ¨ªa y dinero para salvar un solo ¨¢rbol? Una respuesta nos la da T¨ªo Alberto y la placa que instal¨® al pie de su coloso nacido en 2017, que reza as¨ª: ¡°Salvar un ¨¢rbol es m¨¢s que eso: es ¡ªporque puede ser¡ª, salvarlos a todos, que es m¨¢s que eso: salvarnos¡±.