El gas natural aspira a ser una ¡®inversi¨®n sostenible¡¯

En plena transici¨®n energ¨¦tica que permita modificar de manera estructural los sistemas energ¨¦ticos europeos, el gas natural se perfila como uno de los actores clave para lograr los objetivos marcados por la Uni¨®n Europea para 2030, e incluso para 2050, una estrategia con la que se pretende conseguir una econom¨ªa competitiva y neutra en cuanto a sus efectos clim¨¢ticos. Los expertos destacan la flexibilidad de suministro el¨¦ctrico que proporciona este combustible f¨®sil y se?alan que su papel debe ser secundario.

La combusti¨®n de gas natural provoca unas emisiones de CO? m¨¢s bajas que las de otros combustibles f¨®siles, lo que lo convierte en una fuente de energ¨ªa apta para la situaci¨®n actual, en la que la demanda energ¨¦tica no puede ser todav¨ªa cubierta en su totalidad por las renovables. De esta forma, el gas natural seguir¨¢ teniendo especial relevancia en el mercado el¨¦ctrico espa?ol, ya sea a trav¨¦s de las centrales el¨¦ctricas convencionales o las plantas de ciclo combinado. En ambos casos, su disponibilidad permite gestionar fluctuaciones a corto plazo en la oferta y la demanda.

Seg¨²n datos del ¨²ltimo informe La energ¨ªa en Espa?a del Gobierno espa?ol, las centrales el¨¦ctricas convencionales siguen siendo la principal fuente de flexibilidad del sistema y las plantas de ciclos combinados los generadores de electricidad con mayor potencia instalada (25,34%). El mismo informe se?ala que la capacidad y la disposici¨®n de estas plantas ser¨¢n clave a la hora de facilitar la integraci¨®n de las renovables.

Como explica Kristin Dietrich, analista y consultora del sector energ¨¦tico y directora del m¨¢ster en Energ¨ªas Renovables de la Universidad Internacional de Valencia, ¡°los ciclos combinados de gas natural ofrecen en la actualidad la flexibilidad que necesita el sistema el¨¦ctrico para garantizar un suministro de energ¨ªa el¨¦ctrica en un momento en el que la aportaci¨®n e¨®lica y fotovoltaica puede oscilar varios miles de megavatios en tan solo pocas horas¡±.

Organizaciones como Ecologistas en Acci¨®n advierten de los efectos que las emisiones de metano ¡ªuno de los componentes del gas natural¡ª pueden tener a medio o largo plazo. Sagrario Monedero, responsable de la campa?a La verdad del gas, de Ecologistas en Acci¨®n, recuerda el ¨²ltimo informe del IPCC en el que se se?ala que ¡°el metano tiene un potencial de calentamiento 86 veces mayor que el del CO? en un horizonte de 20 a?os¡±.

Cristina Rois, miembro de Plataforma por un Nuevo Modelo Energ¨¦tico, cree que el papel del gas en la transici¨®n energ¨¦tica ¡°debe ser marginal¡±. ¡°Es importante fijar su cometido mientras se desarrolla un sistema de energ¨ªa cien por cien renovable, que ahora mismo no existe. Pero para que esto ocurra hay que trabajar con horizontes menos lejanos, porque si se sigue marcando en 2050, no nos dar¨¢ tiempo¡±, explica Rois y a?ade que ¡°lo que ocurra en los pr¨®ximos 10 a?os ser¨¢ determinante¡±.

Debate comunitario

La Comisi¨®n Europea anunci¨® recientemente que dejaba fuera por el momento al gas natural y la energ¨ªa nuclear de la Taxonom¨ªa Verde, una clasificaci¨®n que determina si una actividad econ¨®mica es sostenible para el medio ambiente, para que los inversores puedan decidir d¨®nde poner su dinero. El organismo europeo reconoce que necesita m¨¢s tiempo para alcanzar una conclusi¨®n sobre las denominadas fuentes de energ¨ªa de transici¨®n y pospone su decisi¨®n hasta finales de este a?o.

La falta de decisi¨®n de la Comisi¨®n ha provocado un intenso debate en el seno de la UE. Por un lado, aquellos gobiernos que se oponen a que se consideren como verdes inversiones que no lo son, como es el caso del Ejecutivo espa?ol, y los que temen que finalmente se establezcan criterios demasiado estrictos y dejen fuera de las inversiones p¨²blicas europeas actividades o energ¨ªas necesarias para la transici¨®n hacia una econom¨ªa sin emisiones de di¨®xido de carbono, como los pa¨ªses del Este. Existen casos como el de Polonia, en donde el 70% de la generaci¨®n el¨¦ctrica es con carb¨®n. Su estrategia para reemplazarlo por gas natural ser¨ªa m¨¢s dif¨ªcil de implementar si se desincentiva la instalaci¨®n de usinas a gas. Incluso B¨¦lgica estudia reemplazar sus centrales nucleares con potencia a gas.

Desde Ecologistas en Acci¨®n se muestran en contra de dedicar m¨¢s fondos p¨²blicos a infraestructuras gasistas. ¡°Los periodos de amortizaci¨®n de 20 o 30 a?os de estas inversiones las convertir¨ªan, en el mejor de los casos, en activos financieros varados¡±, apunta Monedero. ¡°Adem¨¢s de que nos seguir¨ªan atando al uso de este combustible f¨®sil durante m¨¢s tiempo del que, seg¨²n las indicaciones cient¨ªficas, es compatible para reaccionar ante la crisis clim¨¢tica¡±, a?ade.

La portavoz de la organizaci¨®n medioambiental se?ala que Espa?a cuenta actualmente con ¡°una infraestructura gas¨ªstica sobredimensionada y parcialmente parada¡± (fruto de la enorme inversi¨®n que se produjo en la primera d¨¦cada de este siglo), por lo que no se puede contemplar la opci¨®n de que siga creciendo con m¨¢s capital p¨²blico.

Por su parte, el sector gasista manifiesta su intenci¨®n de sumarse a la descarbonizaci¨®n del sistema energ¨¦tico a trav¨¦s de la participaci¨®n de gases renovables como el biog¨¢s o el biometano y de readaptar la infraestructura existente para su desarrollo. ¡°Con los objetivos de descarbonizaci¨®n en 2050 en la mente, ahora mismo es igual de sostenible un gas renovable que otro tipo de energ¨ªa renovable el¨¦ctrica¡±, dice Joan Batalla, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola del Gas (Sedigas). ¡°Por lo que la UE tendr¨¢ que tener esto en cuenta para cada uno de los sectores energ¨¦ticos¡±, apunta en referencia a los criterios de la Taxonom¨ªa Verde.

La clasificaci¨®n europea se ha mostrado a favor de reconocer la producci¨®n de biog¨¢s a partir de digesti¨®n anaer¨®bica (DA) y la integraci¨®n de biometano en las redes de gas como actividades sostenibles.