Todo lo que puedes descubrir visitando bodegas (aunque no te guste el vino)
Ya no se trata ¨²nicamente de aprender de vinos, sino tambi¨¦n de disfrutar con planteamientos l¨²dicos y gui?os gastron¨®micos.
No todas las personas que visitan una bodega son necesariamente aficionadas al vino. A la mayor¨ªa no les interesa conocer con detalle los pormenores de su elaboraci¨®n, ni mucho menos entrar en cuestiones t¨¦cnicas. ¡°No quieren que se les trate como frikis¡±, dec¨ªa ya en 2017 en un congreso la periodista especializada Felicity Carter, mientras recordaba un periplo por Australia conociendo productores de estilos y tama?os bien diferentes. Para ella fue variado y maravilloso, pero la mayor¨ªa de sus compa?eros de viaje, sin un inter¨¦s tan espec¨ªfico, se aburrieron infinitamente. No encontraron grandes diferencias y pensaron que las historias se parec¨ªan demasiado unas a otras.
Hay que reconocer que el perfil de loco del vino hasta extremos casi obsesivos que encarna el personaje de Miles en Entre copas, pel¨ªcula de 2004 que transcurre de bodega en bodega y que se llev¨® un Oscar al mejor guion adaptado, no es el m¨¢s habitual. Seg¨²n Acevin (Asociaci¨®n Espa?ola de Ciudades del Vino), en 2022 el porcentaje de visitantes ¡°apasionados¡± en las casi 40 rutas del vino existentes en Espa?a fue de alrededor del 23%.
Aunque las primeras experiencias que ofrecieron las bodegas espa?olas se parec¨ªan bastante a una versi¨®n aligerada de una visita profesional (a¨²n hoy recorrer las instalaciones siguiendo el proceso de elaboraci¨®n del vino contin¨²a siendo bastante habitual), hoy muchas empiezan a contagiarse del desenfado y el enriquecimiento de la oferta que llega de pa¨ªses con menos ataduras culturales e hist¨®ricas como Sud¨¢frica. Para la consultora Adela Pereira, una de las ponentes en la ¨²ltima edici¨®n de Fine, la Feria Internacional de Enoturismo celebrada recientemente en Valladolid, ¡°el vino marida pr¨¢cticamente con todo¡±. Y aqu¨ª cabe la gastronom¨ªa, la historia, el arte o la naturaleza. Hoy es posible ver una exposici¨®n, comer e incluso alojarse en una bodega. Tambi¨¦n pisar uvas en un lagar tradicional, sobrevolar vi?as en globo, recorrerlas a caballo, en bici o segway, disfrutar de un p¨ªcnic, visitar una necr¨®polis, practicar yoga entre cepas o apuntarse a observar las estrellas en verano con una copa al lado.
Algunas de las regiones vin¨ªcolas m¨¢s famosas se han convertido en grandes destinos tur¨ªsticos: Burdeos con sus solemnes ch?teaux, el Duero portugu¨¦s siguiendo el curso del r¨ªo hasta las bodegas de crianza en el puerto de Vila Nova de Gaia, el muy americano Napa Valley que algunos describen maliciosamente como un gran parque tem¨¢tico del vino¡
En La Rioja, el hotel de voladizos de colores de Marqu¨¦s de Riscal dise?ado por Frank Gehry, el Museo Vivanco de la Cultura del Vino o la impresionante renovaci¨®n arquitect¨®nica de Marqu¨¦s de Murrieta son potent¨ªsimos reclamos para la regi¨®n en su conjunto. Lo mismo podr¨ªa decirse de las bodegas catedralicias del Marco de Jerez. Tampoco es casualidad que los tres restaurantes con estrella Michelin de la Ribera del Duero y su entorno est¨¦n asociados a bodegas.
Desde 2019, William Reed, empresa creadora de la exitosa lista The World¡¯s 50 Best Restaurants, la ¨²nica que planta cara a la gu¨ªa Michelin en t¨¦rminos de repercusi¨®n medi¨¢tica, ha replicado el modelo para premiar las mejores experiencias enotur¨ªsticas bajo la marca World¡¯s Best Vineyards. Aunque se centra en las propuestas m¨¢s ambiciosas, a menudo asociadas a edificaciones impactantes, ha creado una agenda de qu¨¦ lugares visitar en el mundo all¨ª donde el vino es protagonista. En la ¨²ltima edici¨®n de 2022, el premio gordo se lo llev¨® Antinori a la id¨ªlica Toscana, pero Marqu¨¦s de Riscal fue segunda y Gonz¨¢lez Byass, que cuenta ya con su propio hotel en Jerez, sexta. Entre las 50 primeras bodegas tambi¨¦n aparec¨ªan Abad¨ªa Retuerta, que con su antiguo monasterio reconvertido en hotel de cinco estrellas en una extensa finca de Valladolid se presenta como un destino tur¨ªstico en s¨ª mismo, y Vivanco, con su incontestable museo.
Aunque las bodegas con menos recursos tengan pocas posibilidades de contar con este reconocimiento, pueden jugar en sus propias ligas. La terraza de un sencillo wine bar con vistas a un paisaje de dram¨¢tica belleza o que la visita venga de la mano del autor de los vinos tambi¨¦n se entienden hoy como un lujo. Cada vez hay m¨¢s formas de conocer y disfrutar el mundo del vino.
Burbujas
Lumen Brut Reserva 2018, espumoso, Rioja
Bodegas Bilbaínas
100% garnacha tinta. 12% vol.
Precio: 15 euros
La ruta arranca en Bodegas Bilbaínas, en el barrio de la Estación de Haro, junto al andén que rememora el trajín de vino con destino a Francia durante la segunda mitad del XIX. Esta casa que triunfó con sus espumosos en los felices años veinte ha recuperado la tradición de las burbujas y rescatado marcas históricas como Lumen, que se ha transformado en un blanc de noirs de garnacha bajo el sello de la DOCa Rioja. Este trago fresco y vibrante, con destellos de frutillos rojos y cítricos, es perfecto para el primer brindis del día.
Blanco
Gómez Cruzado 2º año 2021, blanco, Rioja
Bodegas Gómez Cruzado
70% viura, 25% tempranillo blanco, 5% garnacha blanca. 13% vol.
Precio: 11 euros
El barrio de la Estación de Haro es la mayor concentración de bodegas centenarias del mundo. Merece la pena recorrerlo y curiosear en sus tiendas y bares de vinos. Gómez Cruzado es la firma más pequeña del vecindario, pero también una de las más dinámicas. Su blanco de segundo año con crianza en hormigón y leve guiño de madera es una joya de relación calidad-precio. Fresco, equilibrado, con fruta blanca y toques cítricos y florales, casa a la perfección con una ración de quesos parmesano y comté.
Rosado
Viuda Negra Prado de las Almas 2021, rosado, Rioja
Bodegas Javier San Pedro Ortega
Tempranillo. 13% vol.
Precio: 17 euros
Cambio de escenario para visitar Laguardia, uno de los pueblos con más encanto de La Rioja Alavesa. La última parada antes de la comida es el wine bar de Javier San Pedro Ortega, de decoración rompedora y vistas a la sierra de Cantabria. Este rosado envejecido en madera, de color asalmonado, complejo, con notas de pétalos, sutil, fresco y fácil de beber, funciona sorprendentemente bien con una tapa de mejillones y patatas fritas. La prueba es que todo se acaba en un abrir y cerrar de ojos.