El vino de misa espa?ol que se puede comprar por menos de 7 euros y se vende en todo el mundo
En 1883, De M¨¹ller, una bodega de Reus recibi¨® el Certificado Eclesi¨¢stico de pureza lit¨²rgica, ganando as¨ª el derecho de ser la primera del mundo en conseguir el t¨ªtulo de Proveedores Pontificios de la Santa Sede
Si abri¨¦ramos una Biblia por cualquier p¨¢gina ¡ªo hici¨¦semos scroll por una virtual¡ª, existir¨ªa una alta probabilidad de toparnos con alguna referencia al vino, pues hay muchas repartidas sus escritos. Quiz¨¢ la m¨¢s famosa sea la de las bodas de Can¨¢, donde, seg¨²n la tradici¨®n cristiana, Jesucristo convirti¨® el agua en tan noble l¨ªquido. Aunque no faltan tampoco las que aconsejan beberlo con moderaci¨®n y advierten de las malas resacas.
Las primeras pruebas de la elaboraci¨®n del vino lo sit¨²an algunos milenios antes de Cristo, pero el uso religioso del vino fue un motivo de su r¨¢pida expansi¨®n y tambi¨¦n de su supervivencia. El barbarismo que sacudi¨® Europa tras la ca¨ªda del Imperio Romano puso en riesgo el cultivo de la vid, cuya protecci¨®n por parte de la Iglesia, que necesitaba del vino para su celebraci¨®n, fue clave, concentr¨¢ndolo alrededor de monasterios, iglesias y conventos.
Aquel fruto hecho a gusto, disfrute y necesidad de su credo, segu¨ªa una serie de par¨¢metros que se recogen en el Concilio de Florencia de 1438 y en otros textos religiosos posteriores. Entonces, las normas establecen que ha de ser fruto de la uva madura o pasificada y sin a?adidos artificiales como conservantes, colorantes, az¨²cares, clarificantes o zumos. En cambio, s¨ª se permite agregar sulfitos como antioxidantes o destilado de vino para aumentar el contenido de alcohol, que no debe superar los 18?. El color y el sabor son de libre albedr¨ªo. Y, en la actualidad, existe un vino elaborado en Espa?a, presente en much¨ªsimas iglesias de los cinco continentes.
Camino a la Santa Sede
A pocos minutos del centro de Reus (Tarragona), Mas de Valls se extiende en un oasis de vi?edos presididos por una antigua mas¨ªa catalana del siglo XV y grandes naves. Ah¨ª se ubica la Bodega De M¨¹ller. ¡°Pero De M¨¹ller no es un apellido muy espa?ol¡±, confiesa Eduard Martorell con tono jovial. Su familia compr¨® el negocio hace casi 30 a?os, aunque sus or¨ªgenes se sit¨²an m¨¢s lejos, en tiempo y espacio, cuando don Augusto De M¨¹ller Ruinart de Brimont, perteneciente a una importante familia vitivin¨ªcola de Alsacia, sali¨® de su pa¨ªs natal en busca de alguna zona en la que la plaga de la filoxera a¨²n no hubiera hecho de las suyas. As¨ª fund¨® en 1851 en Tarragona la bodega que llevar¨ªa su apellido. Aunque su trabajo estaba centrado en la exportaci¨®n, el hermano de aquel joven emprendedor ten¨ªa v¨ªnculos muy estrechos con la Iglesia, con lo que pusieron en marcha la creaci¨®n de un vino de misa que pudiera llegar a las altas esferas del catolicismo.
Dicho y hecho. En 1883, De M¨¹ller recibi¨® el Certificado Eclesi¨¢stico de pureza lit¨²rgica, ganando as¨ª el derecho de ser la primera bodega del mundo en conseguir el t¨ªtulo de Proveedores Pontificios de la Santa Sede. Su vino de misa se sirvi¨® en los c¨¢lices del pa¨ªs que m¨¢s litros per c¨¢pita consum¨ªa desde el papado de P¨ªo X hasta el de Juan XXIII. ¡°Pero en el Concilio Vaticano II, en 1959, decidieron abolir los cargos de proveedores oficiales, tanto de vino como de togas, cirios y dem¨¢s¡±, explica Martorell.
¡°Lo positivo de esto es que el cargo naci¨® y muri¨® con nosotros, lo que nos convirti¨® en la ¨²nica bodega del mundo que lo sustent¨®. Y aunque ya no tengamos ese privilegio, a¨²n indicamos que lo tuvimos en nuestro etiquetado. Adem¨¢s, tenemos la certeza de que nuestro vino de misa sigue vendi¨¦ndose en el Vaticano¡±, explica. En 1995, varias d¨¦cadas despu¨¦s de desaparecer aquel cargo, la familia Martorell decidi¨® comprar la bodega, conservando todo el patrimonio y las f¨®rmulas de elaboraci¨®n.
Vino a?ejo, nuevos destinos
Desde antiguas tinas hasta puertas, todo lo que se pudo reutilizar se traslad¨® al nuevo emplazamiento de la bodega en Reus. Aquellas barricas que visit¨® Alfonso XIII y entre las que Monse?or Tedeschini ofreci¨® una misa que se conmemor¨® con una solera que sigue viva, encontraron all¨ª su nuevo hogar.
¡°Los tres enormes fudres de vino de misa de segunda mitad del siglo XIX y de 60.000 litros de capacidad se transportaron sin desmontar en trailers¡±, comenta Martorell. ¡°Construimos el techo de la nave despu¨¦s porque era la ¨²nica forma de hacerlo. Desde entonces han venido boteros de todo el mundo a verlas¡±.
Entre barricas, m¨¢s o menos grandes, Martorell explica que De M¨¹ller tuvo la fuerte influencia de Eduardo Vitoria, uno de los qu¨ªmicos espa?oles m¨¢s prol¨ªficos, cuyo ensayo El pan y el vino eucar¨ªstico marcaba las directrices para la elaboraci¨®n de un buen vino de misa. ¡°B¨¢sicamente, no deb¨ªa ser intervenido, pero s¨ª ten¨ªa que ser lo suficientemente estable para poder viajar grandes recorridos en barco, por lo que se pasificaba la uva en el vi?edo y despu¨¦s se hac¨ªa la fermentaci¨®n habitual¡±.
¡°Actualmente, cuando llegamos a cierta concentraci¨®n de az¨²car, paramos la fermentaci¨®n con destilado v¨ªnico, obteniendo un vino de 15?. Adem¨¢s, oxigenamos el vino en bodega con barricas, por lo que creamos una triple protecci¨®n ¡ªaz¨²car, alcohol y ox¨ªgeno¡ª, exactamente con el mismo sistema que lo hac¨ªa la familia De M¨¹ller y en las mismas botas¡±. Gracias a su sistema de solera est¨¢tica con madres de m¨¢s de un siglo, sus variedades de garnacha blanca y macabeo dan a luz a un vino de misa que se exporta al mundo entero.
Las notas a?ejadas y el dulce toque de frutos confitados, mermeladas y pasas marcan el sabor de este l¨ªquido ¨¢mbar del que se vende alrededor de un mill¨®n de litros al a?o. ¡°Adem¨¢s de los formatos de embotellado y a granel, hay pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo a los que exportamos y que realmente no pueden darle uso a un recipiente de cristal, as¨ª que prefieren bidones en los que despu¨¦s puedan almacenar otras cosas¡±, explica el actual due?o de la bodega.
Mientras la venta a particulares y restauraci¨®n es residual ¡ªse vende online en su web a 6,90 euros la botella¡ª, el vino de misa de De M¨¹ller se vende para iglesias de pa¨ªses de medio mundo. China, donde el 90% de sus templos cat¨®licos lo compran, Filipinas o Colombia son algunos de ellos. Sin embargo, en Europa es donde menos comercializan este producto que, a lo largo de los a?os, se ha desplazado a las mesas durante el postre. ¡°En el otro extremo est¨¢n continentes como ?frica, donde pa¨ªses como Kenia, Togo, Ben¨ªn o Camer¨²n hacen un gran consumo¡±, a?ade.
De las paredes de las oficinas de De M¨¹ller cuelgan no solo los t¨ªtulos que cada papado le extend¨ªa para renovar su relaci¨®n comercial, sino tambi¨¦n el benepl¨¢cito del Arzobispado de Tarragona para vender su vino como vino de misa. De hecho, tambi¨¦n se puede adquirir en la Catedral de Tarragona, una de las pocas catedrales de Espa?a donde se vende vino.