La informaci¨®n que no necesitas

Ya lo he confesado otras veces en este espacio: soy un consumidor irredento de informaci¨®n in¨²til. Y con las redes sociales, mi enfermedad ha ido a peor. Sufro grandes dificultades para pasar m¨¢s de una hora delante del ordenador sin caer en uno de esos enlaces-trampa con historias que no aportan nada, llenas de calor¨ªas vac¨ªas como la Coca-Cola.

En mi descargo, dir¨¦ que soy como un yonqui al que constantemente le est¨¢n ofreciendo hero¨ªna gratis, porque los medios de comunicaci¨®n no paran de publicar contenidos de esa clase, y encima relacionados con mi zona de inter¨¦s profesional, la comida. El otro d¨ªa pas¨¦ un ratillo leyendo una pieza sobre los restaurantes de Madrid que frecuentan los reyes. All¨ª me enter¨¦ de que, seg¨²n el periodista firmante, don Felipe y do?a Letizia pisan DiverXO, Ten con Ten o Yatiri. Me cost¨® imaginarlos en el barato y nada pijo Musashi, conocido en mis tiempos madrile?os como Japotalego, e incluso me mont¨¦ la egoc¨¦ntrica y rid¨ªcula fantas¨ªa de que me le¨ªan, ya que en la lista hab¨ªa alg¨²n restaurante que yo recomend¨¦ en mi antiguo blog. Pero tras el gozo lleg¨® el hartazgo, y ah¨ªto de cotilleo pens¨¦: en el fondo, ?a m¨ª qu¨¦ me importa d¨®nde mojen el sushi en soja Sus Majestades?

Cierto que las revistas ligeras de cascos siempre han vivido de estas irrelevancias. La novedad es que, sobre todo en internet, la bulimia de tr¨¢fico ha empujado a los medios serios a territorios antes reservados al Diez Minutos o al ?Hola! En Barcelona, sin ir m¨¢s lejos, peri¨®dicos de referencia han competido por contar d¨®nde comi¨® pan con tomate Mark Zuckerberg (el Mart¨ªnez) o en qu¨¦ restaurante se pusieron hasta las trancas Neil Patrick Harris y su marido en su paso por la ciudad (Espai Kru y Tickets), sin que algunos hayamos podido evitar devorar hasta el ¨²ltimo de los detalles revelados.

Ingenuo de m¨ª, yo pensaba que el cl¨ªmax de esta tendencia hab¨ªa llegado con una informaci¨®n titulada ¡°El rey Juan Carlos compra morcillas¡± (juro que no me la invento; la dio un diario nacional el 8 de septiembre de este a?o). Me equivocaba: el mismo medio nos dejaba turulatos esta semana con esta superexclusiva: ¡°Bigote Arrocet compra churros en un puesto ambulante de Madrid¡±. Como dec¨ªa alguien en Twitter, y todas las veces que habr¨¢ comprado churros y no nos hemos enterado, ?qu¨¦? ?En qu¨¦ lugar nos deja esta noticia a los periodistas, incapaces hasta ahora de sacar a la luz semejante notici¨®n? ?chale la culpa a la crisis, a la precarizaci¨®n o a la frivolidad imperante, pero mi profesi¨®n, en Espa?a, en 2014, est¨¢ que lo tira.

Esta columna se public¨® originalmente en la Revista S¨¢bado de la edici¨®n impresa de EL PA?S.