Comer y ligar, todo es empezar
Un miembro del equipo de El Comidista participa en una clase de cocina para solteros que quieren dejar de serlo. ?Encontrar¨¢ la receta del amor? Sospecha, intriga, dolor de barriga.
Son las 12 de la noche en una cocteler¨ªa modernita de Madrid, y copas en mano, mis amigos ¨C en su mayor¨ªa periodistas¨C se r¨ªen de m¨ª conmigo. Les he contado que al d¨ªa siguiente me voy a una ¡°clase de cocina para solteros¡± de un portal de internet y que voy a escribir sobre mi experiencia para este portal. Dos son las preguntas b¨¢sicas que me hago, a saber: si aprender¨¦ a cocinar algo bueno y si se liga en estos sitios,
Voy a ir a la clase en modo observaci¨®n participante. Es decir, que ser¨¦ una soltera m¨¢s entre los solteros que se re¨²nan a la ma?ana siguiente en el Mercado de San Ant¨®n de Madrid, pero a la vez ser¨¦ la G¨¹nter Wallraff del gastroamor o la Hunter S. Thompson de la seducci¨®n. Mi plan es sencillo y sin fisuras: no voy a mentir en los datos que dar¨¦ sobre m¨ª misma ¨Cestoy de paso en Madrid, estoy soltera y soy periodista¨C, pero me reservar¨¦ lo del reportaje para no coaccionar a nadie. Creo que en el periodismo, como en el ligoteo, hay que ir sin ideas preconcebidas, pero todos tenemos una historia personal y unos sesgos que nos condicionan a la hora de escribir o a la de relacionarnos.
Y aqu¨ª radica el problema: aunque en mi entorno inmediato hay varias parejas que se han conocido por internet, hasta el momento mi experiencia en las citas 2.0 se ha movido en un rango que va entre el ¡°ps¨¦¡± y la mirada de las mil yardas, y eso me hace temer por mi tratamiento del tema. Mis amigos encuentran este dilema deontol¨®gico-sentimental gracios¨ªsimo. ¡°?Te imaginas que encuentras al hombre de tu vida y tienes que confesar? ?Ser¨ªa como una comedia rom¨¢ntica de los noventa!?¡± y ¡°recuerda que el resentimiento da mucho juego como voz narrativa¡±, dicen. Duermo fatal esa noche.
Amanece, que no es poco. Despu¨¦s del cl¨¢sico ¡°no-tengo-nada-que-ponerme¡± de toda la vida de dios (?cu¨¢l es el dress code para pelar la pava a las diez y media de la ma?ana?), me voy al evento. A¨²n no ha llegado nadie y ya me he enamorado: el objeto de mis atenciones es un cheddar madurado en cerveza negra que venden en uno de los puestos. Lentamente van llegando los participantes. La mayor parte de ellos son usuarios de Meetic, el portal que organiza el sarao, aunque algunos se han enterado por amigos. Hay ligera mayor¨ªa de mujeres y la media de edad supera los treinta y cinco. Casi todos son madrile?os, aunque alguno hay de Guadalajara y Valladolid. No siento ninguna atracci¨®n furiosa hacia nadie, as¨ª de buenas a primeras, ni me da la sensaci¨®n de tener ningunos ojos clavados.
Aprovechamos el momento de tranquilidad para estudiar la relaci¨®n entre el ligoteo y las sartenes. ¡°El 39% de los usuarios de Meetic en Espa?a declara ¡°cocinar¡± como uno de sus hobbies, al nivel de la media europea que se sit¨²a en el 39%, siendo los ingleses los m¨¢s aficionados con un 48%¡±, nos cuenta un representante del portal. Por eso en Espa?a ya se han organizado alrededor de 30 talleres desde octubre de 2014, muchos de ellos en Madrid (en Europa superan los 600). Si lo miramos por g¨¦neros, les tira a un 44% de las solteras espa?olas, mientras los hombres en busca del amor que pasan tiempo entre fogones son un 35%.
Pero no nos despistemos, que esta gente no se va a ligar sola. La fiesta comienza con un test s¨²pers¨²pers¨²percient¨ªfico que respondo m¨¢s o menos a boleo y finalmente me sit¨²a en el grupo de los que van a aprender a preparar comida canaria. En la mesa que tengo detr¨¢s de m¨ª hay mayor¨ªa de chicas, y una de ellas se r¨ªe con su amiga. Se definen a s¨ª mismas como ¡°las incolocables¡±.
Para los showcookings se ha pedido a tres puestos de degustaci¨®n del mercado que hicieran una peque?a muestra de lo que preparan. Nuestra mesa es la de Siete delicatessen, una tienda dedicada a los productos de las Islas, y lo primero que vamos a preparar es un mojo pic¨®n. Izar, la cocinera que nos gu¨ªa en la preparaci¨®n, nos reparte morteros y nos dice sonriendo que ¡°trabajemos en equipo¡±. A m¨ª me toca al lado de Tom¨¢s, m¨¦dico, y nos ponemos a ello. Junto a nosotros, Marga y Ra¨²l se afanan tambi¨¦n con la salsa.
Hoy follo, ma?ana fatatas
Adem¨¢s de Meetic, Singlesmadrid, Singlessansebastian y Singlesbarcelona organizan tambi¨¦n quedadas de solteros con tema gastron¨®mico, sobre todo con picoteos y afterworks, que se reservan a trav¨¦s de Gruppit. La p¨¢gina Meetup tiene el grupo ¡®Barcelona, solteros del mundo¡¯, que cada s¨¢bado organiza tambi¨¦n encuentros. Aunque no son espec¨ªficamente para solteros, Uolala propone tambi¨¦n una "comida de los domingos" para personas "cansadas de comer solas en domingo".
Izar se afana por explicarnos cosas de la gastronom¨ªa de su tierra. Por ejemplo, que el mojo era un modo de alargar la vida ¨²til de alimentos como el pimiento o el pan, o de aprovechar mejor el vinagre que fermentaba naturalmente a partir de los vinos de la isla. Nosotros vamos siguiendo sus instrucciones, pero la conversaci¨®n deriva m¨¢s hacia el tema encuentros de solteros que a la cocina.
¡°En persona, mejor que en internet¡±. ¡°A veces no clicar¨ªas en el perfil de algunas personas, pero luego te gusta haber hablado con ellos¡±. Hablamos algo sobre las respectivas profesiones, pero el gran tema son los comportamientos de la gente a la hora de ligar. ¡°Hay gente que te da el tel¨¦fono y luego hace ver que no sabe de d¨®nde lo has sacado¡±, cuenta una participante. ¡°Puedes ver c¨®mo es la gente por su forma de escribir¡±, dice otro.
La mayor¨ªa dicen preferir este tipo de salidas, porque les parece m¨¢s f¨¢cil y menos invasivo con su vida diaria. ¡°Adem¨¢s, no s¨®lo conoces a posibles parejas, sino que haces amigos¡±. Respecto a la espinosa cuesti¨®n de si clican alguna vez en un perfil por el f¨ªsico o de si todo el mundo tiene una oportunidad, hay matices. ¡°Hombre, si veo que en el perfil tiene como hobby las compras ya s¨¦ que para m¨ª no es¡±, responde Tom¨¢s
De vez en cuando pasa alguien, bolsas de la compra en mano, y nos echa una mirada sin demasiada curiosidad. Los grupos comienzan a mezclarse, y probamos las recetas de los dem¨¢s. Cojo algunas ideas que copiar¨¦, como unos vasitos de foie y yogur griego. Otras no me gustan tanto, aunque claramente pertenecen a la categor¨ªa de gastronom¨ªa cuqui para preparar en una cena con vistas a postre. Han comenzado a servir vino y pronto todos perdemos la pista de nuestras cucharitas y nuestras copas, con lo que se puede afirmar que, estrictamente hablando, comienza el intercambio de fluidos.
Aunque el evento se da oficialmente por concluido, la mayor¨ªa de los participantes nos quedamos y subimos a la azotea del mercado, donde hay un bar, para alargar un poco m¨¢s. Puede que hayamos robado una botella de vino para hacer un minibotell¨®n. O puede que no. Es la hora del aperitivo, luce un sol m¨¢s de verano que de oto?o, y llegan tambi¨¦n Spritzes, cervezas y refrescos. Se habla ya de crear un grupo de whatsapp y de hacer otras quedadas. Apuesto mentalmente por la uni¨®n de un chico y una chica a los que veo hablar juntos desde el principio de la fiesta.
Todo el mundo es encantador, pero casi es mi hora cenicienta porque he quedado para comer, as¨ª que finalmente decido confesar que estoy haciendo esta cr¨®nica. Lejos de cubrirme con brea y plumas, la gente se r¨ªe y me piden que los avise a su publicaci¨®n. Me cuentan m¨¢s cosas sobre por qu¨¦ se han apuntado. Ana, por ejemplo, me explica que se acaba de divorciar y que este tipo de p¨¢ginas le ha ofrecido la oportunidad de ¡°volver a salir a su ritmo y sin presiones¡±. Seguimos charlando y riendo un rato, hasta que se me tira el tiempo encima. No, creo que hoy no he encontrado al hombre de mi vida, pero me he divertido, he conocido a gente a la que volver¨ªa a ver si viviera en Madrid, y tengo una receta de mojo pic¨®n. Creo que no necesito mucho m¨¢s.
MOJO ROJO
Ingredientes
- 7 ?oras
- 9 dientes de ajo
- 10 gramos de comino
- 150 gramos de pan frito
- 10 cayenas
- 30 gramos de sal
- 100 ml de agua
- 100 ml de vinagre?de vinagre macho o de Jerez
- 1 litro de aceite (no utilizar virgen extra)
Preparaci¨®n
- Poner a remojar las ?oras la noche anterior
- Poner en el mortero el comino, el ajo, la sal y la guindilla, y majarlos. Incorporar el agua.
- A?adir la pulpa de la ?ora y el vinagre macho, y majarlo todo. A?adir poco a poco el aceite, y retirar los trozos grandes de la piel de la ?ora. Conservar en la nevera en un bote cerrado, siempre cubierto con aceite.
Ilustraci¨®n de Reyes ?lvarez.
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