Pasta con gambas y pesto de r¨²cula

Aunque haya antifans del blog que me pregunten si tengo un pino en casa por hacer tantas recetas con pi?ones, lo que m¨¢s me gusta del pesto no es este ingrediente en cuesti¨®n. Es m¨¢s la cantidad de variantes que permite esta salsa, cuyo modelo m¨¢s conocido es el genov¨¦s con albahaca. Los pelmazos de siempre insistir¨¢n en que el pesto tiene que llevar esto o lo otro, pero cualquiera puede inventarse el suyo propio con las hierbas, los frutos secos y el queso curado que le d¨¦ la gana.

La salsa, eso s¨ª, tiene sus normas. Nunca se cocina al fuego, sino que se a?ade a la pasta al final. Es lo que la hace especialmente fresca, y tambi¨¦n lo que consigue preservar el color intenso de los ingredientes. Otra regla importante es no pasarse con el triturado. No tiene que quedar un pur¨¦ fino, sino grumoso. De hecho, los puristas lo hacen con mortero en vez de con batidora o robot de cocina.

El gusanillo de hacer una pasta con pesto de r¨²cula me entr¨® despu¨¦s de ver un art¨ªculo sobre las salsas embotadas de Jamie Oliver en Directo al Paladar. La versi¨®n del cocinero brit¨¢nico lleva un mont¨®n de cosas en proporciones que desconozco; la m¨ªa es mucho m¨¢s simple, y s¨®lo combino la hierba con un poco de perejil, queso Idiaz¨¢bal curado (usad manchego o parmesano si lo prefer¨ªs), pi?ones (lo mismo con nueces o avellanas) y lima (no ten¨ªa limones en casa). La mezcla suaviza mucho la virulencia amarga de la r¨²cula, y la transforma en compa?era perfecta para las gambas.