Tagliatelle con cecina y guisantes

La cecina es un producto fant¨¢stico no demasiado utilizado en cocina. No me extra?a, primero porque estaba semiolvidado hasta hace unos a?os, y segundo porque su sabor ahumado es bastante peculiar y un tanto complicado de combinar. A m¨ª me encanta tomarla casi a palo seco, con un poco de aceite de oliva y unas gotas de lim¨®n. Eso s¨ª, siempre que no est¨¦ curada en exceso, que entonces parece que te est¨¢s comiendo el chaleco de un pastor cuando baja del monte sin haberse cambiado en todo el invierno.

Como soy fans declarado de esta chacina vacuna, el otro d¨ªa me lanc¨¦ a hacer un peque?o experimento con ella. El asunto consist¨ªa en subvertir los carbonara de toda la vida sustituyendo la panceta por cecina, y a?adiendo un poquito de verde de la temporada en forma de guisantes. Como no quer¨ªa potenciar ni modificar en absoluto el producto leon¨¦s, lo a?ad¨ª en el ¨²ltimo momento en vez de rehogarlo. Qued¨® una pasta bastante original, nada pesada y con una mezcla de sabores para mi gusto deliciosa.

Si la preparas, te quedar¨¢ mejor con guisantes frescos, pero si no te queda otra que comprar congelados, consigue algunos finos de calidad decente y no se notar¨¢ demasiado la diferencia. En cuanto a la mantequilla, si perteneces a alguna secta que proh¨ªba el consumo de grasas animales la puedes sustituir por aceite de oliva, pero a m¨ª me parece que un puntito l¨¢cteo le va bien.