Anabel Alonso, una mujer que no teme las consecuencias

¡°Algunos me dicen: ¡®Anabel, ten cuidado¡¯. Otros: ¡®Anabel, me gustar¨ªa darte like a todo lo que dices, pero¡­¡¯. Yo qu¨¦ s¨¦. De todo. Aunque no solo desde mi gremio, tambi¨¦n desde otros. Si va a haber alguna represalia, qu¨¦ le vamos a hacer. Yo tengo la conciencia tranquila, discrepo de forma educada¡±. As¨ª se expresaba en una entrevista concedida a EL PA?S el pasado verano Anabel Alonso (Barakaldo, 55 a?os). La actriz se ha convertido en los ¨²ltimos a?os en una especie de ¨²ltimo mohicano de aquel cine espa?ol respond¨®n que no ten¨ªa ning¨²n pudor en arruinar el buen rollo en los Premios Goya. Se acab¨® aquella guerra en Oriente Medio a la que hab¨ªa que decir que no lo m¨¢s ruidosamente posible, lleg¨® una crisis econ¨®mica, tras ella un simulacro de recuperaci¨®n y m¨¢s tarde un se¨ªsmo llamado MeToo. A todo ello se enfrent¨® esta actriz sobrada de personalidad, un personaje polarizador que puede que en ocasiones mida sus palabras, pero lo que es casi seguro es que raramente mide las consecuencias de las mismas. El mundo gira y Anabel Alonso lo hace con ¨¦l. En su constante movimiento ha colisionado con Tamara Falc¨®, Vicky Mart¨ªn Berrocal, Marcos de Quinto, Fran Rivera, Juan Carlos Girauta o Albert Rivera.

Hace apenas tres a?os, la actriz confes¨® su condici¨®n sexual. ¡°Yo siempre he vivido mi sexualidad con normalidad y relajadamente. Jam¨¢s me ocult¨¦ ni me invent¨¦ parejas. Tampoco hay que salir al balc¨®n y gritar. Cuando se da, se da. Pero los retrogres intentan estigmatizar a los adolescentes y a la gente de zonas poco pobladas, donde es m¨¢s complicado vivir la homosexualidad¡±, nos contaba el a?o pasado. Esta semana ha sido madre junto a su pareja, la dramaturga argentina Heidi Stendhart. Llevan siete a?os de relaci¨®n. El ni?o se llama ?gor y la actriz ha relatado emocionada todo el proceso e incluso ha afirmado que, como hija ¨²nica que es, le gustar¨ªa que su hijo no lo fuera.

Durante los a?os 90, Alonso particip¨® en ¨¦xitos del cine espa?ol como Kika, Boca a boca, Tu nombre envenena mis sue?os o La mujer m¨¢s fea del mundo. Trabaj¨® con Almod¨®var, Pilar Mir¨® o Miguel Bardem. Con el cambio de siglo pareci¨® redirigir su carrera hacia el mundo de la comedia y al formato televisivo. Estuvo en la etapa m¨¢s brillante de Siete vidas y pas¨® un rato en A¨ªda. Present¨® El club del chiste y El club de la comedia.

Mientras, el ritmo de pel¨ªculas en las que participaba cada a?o se iba ralentizando, hasta casi reducirse a sus apariciones en la saga Buscando a Nemo, en la que pon¨ªa voz a la inefable Dory. ¡°Faltan papeles femeninos y en todas las edades. De los 40 para arriba es m¨¢s complicado trabajar. Parece que las cosas solo les pasan a los hombres. Siempre la mujer es la madre, la hermana, la hija o la prima de quien le pasan las cosas. O la amiga. Ahora se est¨¢n haciendo m¨¢s pel¨ªculas de acci¨®n y cuentan m¨¢s los personajes masculinos. Yo s¨ª que creo que es una reivindicaci¨®n absolutamente necesaria. Afortunadamente, toco madera, he ido haciendo cosas. Es verdad que tampoco hago tanto cine. Desde el 2009 no he hecho ninguna pel¨ªcula¡±, declaraba la vasca hace un par de a?os al diario El Mundo sobre un problema que es end¨¦mico.

El p¨²blico se est¨¢ perdiendo el talento de Alonso ¡ªque es bastante mayor que la suma de sus papeles¡ª en la gran pantalla, pero a cambio est¨¢ disfrutando de la eclosi¨®n de una personalidad apabullante en redes sociales y descacharrante en realities. Twitter no paga facturas, pero como desahogo no tiene precio. La actriz lo sabe y ah¨ª se ha destapado como azote de la derecha con unos mensajes llenos de iron¨ªa. Y bueno, cuando la iron¨ªa no alcanza, de lo siguiente.

En la televisi¨®n ha participado en tertulias como voz del feminismo y ha sido igual de locuaz. Lo mismo en MasterChef celebrity. Ha concursado en dos ediciones y ah¨ª ha re¨ªdo, ha llorado, se ha peleado¡­ En fin, ha dado todo lo que hay que dar, como siempre ha hecho desde que a finales de los a?os ochenta apareciera por primera vez en La bola de cristal. Con Anabel Alonso se ha tenido que elegir desafortunadamente entre la actriz y la personalidad, porque, si alguien puede simultanear ambas cosas en este pa¨ªs en 2020, esa es ella.